El Diario De Matt

GRAVE ERROR

Era las vacaciones de verano, cuando invitan a mi familia a un paseo, organizado por unos amigos lejanos. Mis padres aceptaron en asistir, al parecer celebraban algo, no me importaba mucho que digamos. Sin embargo, tuve que asistir, ya que nadie quedaría en casa y amigo ya no vivía conmigo, pues había ido a visitar a mi tía y decidió quedarse un tiempo allá.

Inicia el viaje, estaba un poco emocionado, ya que uno de mis primos con quien me llevaba bien, de la misma manera estaba asistiendo <<por obligación>> pero bueno cuando nos vimos parecía que todo estaría bien, él es dos años mayor que yo, por lo que algunas cosas lo hacía por si solo, sin pedir permiso a sus padres. Él es Ayomide, un nombre extraño lo sé, lo que me llamaba la atención es que su nombre era unisex y cuando había ocasiones solía burlarme de ello. 
Mientras estamos en el bus, jugábamos a juegos de palabras, bueno así lo llamamos a quien decía nombres que empezaban con alguna letra, quien se quedaba pesando por 3 segundos perdía,  solía ganar ese juego, pero era divertido. 
Al llegar al lugar, era extremadamente grande, un campo donde se podía encontrar de todo, desde piscinas con toboganes hasta hamacas para descansar, estaba genial, mientras disfrutamos del evento, nos decían que no nos separemos de ellos debido a que nos podíamos perder y sería difícil encontrarnos. Para mí eso no era problema, así que empezamos a curiosear por alrededor, jugamos fútbol, hasta cansarnos, luego nos fuimos a los toboganes, hasta que nos llamaron para almorzar.
Al terminar de comer, Ayomide me dice.
-Vamos, aún nos falta por conocer más cosas.
* Ok, ¡vamos!
Pido permiso a mis padres, quienes me dicen que no me aleje demasiado. Les digo que sí, era un clásico. 
Pero bueno, íbamos sin rumbo, viendo a las personas, imaginando cosas, hasta que Ayomide se encuentra con unos de sus amigos, quiénes le mencionan que en los exteriores hay mar, que sería bueno ir.
Ayomide, es inquietado por sus amigos y acepta. Trata de convencerme, y bueno le seguí la corriente. Inventaron excusas para salir y que el seguridad no nos dijera nada, estábamos fuera de la zona que protegía el campo. Ahora todo es arena, seguíamos caminando y podemos divisar el mar, fue genial, a mi me gusta el mar, siempre fui atraído por tal escena, me produce sosiego, al ver el mar empezamos a correr, sus amigos corrían más rápido que nosotros, eran unos años mayores que Ayomide, pero no nos quedábamos atrás, yo me sentía cansado, había jugado demasiado fútbol por ese día, pero bueno no me rendía, hasta que llegamos.
Nos quitamos las zapatillas, bueno sus amigos tenían shorts, sin embargo Ayomide y yo estábamos con pantalones, a pesar de eso, Ayomide ingresa al mar junto a sus amigos.
Me dicen que ingrese, y les digo que no, que no tengo shorts, y bueno me dejan tranquilo. Estaba en la orilla, mojando mis pies, mientras el agua iba y venía, estuve así un tiempo, hasta que me di cuenta que ya estaba adentrándome en el mar, el agua me llegaba al pecho, hasta que reacciono, y una ola cae contra mi, con mucha fuerza, lo último que vi en ese instante fue a Ayomide a lo lejos.
De pronto tragué agua salada, fue un caos, todo se puso oscuro.
Abro los ojos y visualizo un castillo, ya no era un niño, me habia convertido en un caballero o algo parecido, parecía que estaba asistiendo a una ceremonia, estaba vestido con un traje elegante y una rosa roja en el bolsillo. El guardián de la puerta me hace un saludo, a lo que yo respondo de la misma manera. 
Ingreso al castillo y puedo observar como todos están, felices, parecía que se celebraba una boda, la novia vestida de color perla, con una copa en la mano y un peinado que le favorecía muchísimo, se veía espectacular.
Mientras examinaba el lugar puedo ver que no estaba el novio, pregunto a las personas y me dicen que aún no llegaba.

Me parecía saber quien era la mujer, algunos recuerdos empezaron a llegar a mi mente, mientras me voy acercando lentamente, la veo y no lo podía creer. Era ella, bueno es lo que me decía mi mente, sentía que la amaba, era una sensación que no podía explicar, empiezo a acercarme, y uno de los invitados cercanos de la novia me dice, porqué haz tardado demasiado, estaba desconcertado en ese momento.
La novia al observar esa escena, se acerca y nos miramos, bueno ella me miraba, mientras yo solo observaba el contorno de su rostro, pues lo tenía cubierto con un velo, un tanto transparente, subimos al lugar donde todos nos podían ver, empieza la ceremonia,  los invitados están de pie, con aplausos y ruido por todas partes, y en voz baja me habla:
-Demoraste mucho tiempo.
*Lo siento.
-No tienes de qué disculparte.
*No sé como explicarte.
-Lo importante es que ya estás aquí,  otra vez estamos juntos.
*Por supuesto.

El organizador, menciona las palabras de aceptación, y cierra con la frase puede besar a la novia. La miré fijamente, dibujaba en mi mente el contorno de su rostro, cada detalle, cada gesto, cada expresión, y nos acercamos a por el beso, rozan nuestros labios por un instante, y reacciono.

Ayomide, había ido a por mi, mientras el mar trataba de tragarme, él peleaba contra la marea, hasta que llegamos a la orilla. 
Les pregunto ¿qué ha pasado?
me responden que casi me ahogo, que mientras Ayomide me jalaba, yo intentaba en quedarme en el mar. No pasó mucho tiempo en que reaccionaras, me dijeron; no me sentí seguro en contar lo que había visto, sin embargo, sólo les di las gracias.
Cuando volvimos al lugar donde estaban mis padres, me vieron todo mojado y con arena en todo el cuerpo, quizá tenía la cara de impactado o asustado que sé yo, que me dijeron mi vida entera.
De hecho, la institución a la que iría iba a ser con Ayomide, sin embargo, por lo sucedido decidieron dejarme en la misma institución, donde continuaría estudiando, con los chicos de quienes ya me despedí, a quienes no quería ver más.
En fin, estaba molesto conmigo por hacer todo eso, de por sí, quería asistir a la institución de Ayomide, ya que me había mencionado que existía un campo de fútbol gigantesco, bueno a comparación de lo que había en mi institución, un campo deportivo para jugar futsal, pero nada a comparación de la institución de Ayomide.
En el bus, estando de regreso, tenía mucho frío,  mi madre me decía que me aguantara y que no soportaría quejas.



#1805 en Paranormal
#13948 en Fantasía
#2902 en Magia

En el texto hay: historia, ancianos, romance drama

Editado: 01.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.