El Diario De Matt

SIN PENSARLO

Al oír esa noticia me quedé atónito,  preguntándome muchas cosas, pensamientos iban y venían, no sabía que hacer, ni entender como me sentía.

Veo a mi alrededor, mi madre me abraza sin decir ni una palabra, supongo que habría visto mi cara de impactado o que necesitaba un abrazo. Sentí el calor de su abrazo y me calmaba.

Estaba sin decir ni una palabra, en la cena no tenía apetito, sin embargo tuve que comer ya que mi padre me obligó con su mirada.

Al día siguiente, iniciaba las clases, asistí y todos estábamos allí, habían asistido familiares y vecinos del lugar. Me sorprendió ver algunas caras conocidas, con su mirada triste y claramente fingida, conocía a esas personas, hipócritas que te sonríen frente a tus ojos mientras le des la espalda hablan cosas malas de ti. Pero allí estaban, todas tristes, o es que han cambiado, no lo sé, no puedo juzgar a las personas es por eso que dudo de los demás.

Estuvimos horas recordando los momentos en que estudiamos, hasta que tocó retirarse, su familia vestida de luto, lloraban desconsoladamente.

Me acerqué a la madre de Brenda, no habíamos hablado mucho, sin embargo, me abrazó fuertemente mientras lloraba, estuvimos un buen rato, hasta que saca una carta de su cartera y me lo entrega.

Recibo la carta temeroso, de lo que dirá,  con la sensación de tristeza que jamás la volvería a ver, y la última vez que hablamos solo fue una recriminación.

Fui a casa, con los ánimos caídos. Llegando ingreso a mi cuarto, cierro la puerta y rebusco mi mochila.
Mientras busco, puedo sentir, una sensación de que alguien me observaba, saco la carta y empiezo a desenvolver el sobre. 
Cogí la carta con los dedos, lentamente mientras la abro, observo que empieza a caer brillantina, lo sorprendente fue que ésta no caía sino flotaba por el ambiente. Con un poco de temor por lo sucedido, abro completamente la carta y empiezo a leer.

Hola, Matt. 
Siento mucho que te escriba y no pueda decirte mirándote a los ojos. Hay cosas que vi en ti desde que empezamos el pre-escolar. Quizá no te hayas dado cuenta, pero te observaba, miraba con cada detalle todo lo que hacías, las cosas que hacías eran muy misteriosas, a veces te veía hablar solo, pero hablabas fluidamente, eso me parecía impresionante. No recuerdo desde cuándo empecé a verte con otros ojos, y sí sé que es atracción de niños. De igual manera, sé que no te percatabas en mi presencia, pasaba cada vez por tu lado para que me vieras, pero tu encerrado en tu mundo del que no salías. 
Hay cosas que no puedes cambiar. Ya sea por cosas de la vida, conexión,  o quizás el destino que se crea o uno lo hace. Lamento  haberte hecho pasar un mal momento, pero aparte de todo esto, tengo muchos problemas atormentándome, en la casa en la que vivo todo se ha tornado oscuro, mi madre desde un principio dejó  a mi padre y nunca me explicó nada. Cada vez que te veía encerrado en tu mundo, me gustaba la forma en que salías, tenía la intención de preguntarte cómo lo hacías, ver cómo cambiaba tu realidad, mientras tus ojos reflejaban inocencia, sabía que escondías algo pero no sabía que era. Hay cosas que no se pueden cambiar, pero me voy feliz, me voy tranquila ahora que estaré igual que tú, fuera de este mundo, sentirme de esa manera es lo que más deseo ahora. 
Cuando leas esta carta de seguro ya habrá ocurrido, de seguro estaré observándote mientras estés en tu cuarto. Puedo ver cómo estás sentado al borde de tu cama, sentado y pensando. Levanta tu rostro y podrás verme, no te sientas triste por mi, ahora estoy mejor, puedo ir a donde quiera, ver cómo las personas están en una monotonía mientras yo puedo ir a donde se me dé la gana. Hay cosas que tienen que pasar, y he decidido que las cosas sucedan de esta manera. Sé que soy egoísta, contigo, con mi madre y conmigo misma. Perdóname, por lo que estoy haciendo, pero todo estará mejor. 
Y si alguna vez aparezco en tus recuerdos, salúdame, suena raro, lo sé. Hasta algún momento, Matt. 
¡Nunca cambies!

Sentía una sensación de tristeza, el nudo en la garganta otra vez pero no lograba llorar, empecé a recordar la última vez que la vi, la última conversación, al leer la carta puedo sentir cuán vulnerable era Brenda, sentí la culpa, la frustración, me arrepentía del por qué de las cosas, no es justo de que se vaya de esa manera, no entendía sus pensamientos, pero mencionó que me salía del mundo y hablaba solo. No lo recuerdo, que está pasando conmigo, que pasó, con quién hablaba, puedo salir de este mundo sin lastimar a nadie, tengo que volver a ser yo, sentía la sensación de que puedo ver un poco de lo que estaba cegado, tengo que hacer algo, pronto.



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En el texto hay: historia, ancianos, romance drama

Editado: 01.08.2020

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