Aquel libro trataba sobre realizar viajes ancestrales, paso a paso. Empecé a leer, de hecho creo que demoré dos días en acabarlo, era la primera vez que terminaba de leer un libro por completo, en todas las ocasiones que solía leer, no me gustaba terminarlo, me enganchaba tanto que deseaba quedar en la incógnita del qué sucederá. Manteniendo así vivos a los protagonistas, o personajes en mi corazón, sin embargo, este libro era distinto, eran instrucciones.
Noviembre de aquel año, decido a empezar a practicar tales viajes.
La primera semana, notaba sensaciones extrañas tipo piquetes en los brazos.
La segunda semana, dedicaba más horas a la relajación.
En la tercera semana era el cumpleaños de mi hermana, en aquel cumpleaños pasó algo re extraño que de seguro lo contaré más adelante, pero para que me entiendan, hizo tipo un sacrificio a una niña de su clase. Re turbio cuando me enteré.
En esta semana mientras practicaba los viajes, logro sentir que parte de mis piernas empiezan a salir de mi cuerpo, antes de que llegue hasta mi tórax decidí despertar, no lo podía creer, estaba emocionado, y lamentando el hecho de que no haya podido continuar y por inercia haber reaccionado.
En la cuarta semana, realizo los mismo pasos, esta vez puedo concentrarme completamente, y me levanto. Sentía mi cuerpo liviano, al lado mío, pensé que otra vez no había funcionado, sin embargo. Puedo ver mi cuerpo concentrado y yo fuera de sí. Sorprendido imagino una puerta y me dirijo hacia ella. De una escena completamente oscura por un instante puedo ver un palacio antiguo, en la puerta unos guardias. Al acercarme pareciera que me reconocieran, me hacen gestos de que pueda ingresar.
Al ingresar me encuentro con Juns, el viejo con traje.
-Matt. A esto me refería a que encontrarías el camino.
* Aquí estoy. A mi mente llegaban muchas preguntas.
- Ahora cada vez que sientas la necesidad de vernos, puedes venir a visitarnos.
Mientras hablaba puedo ver a la mujer que cantaba en la oscuridad, el día del viaje. Me quedo sorprendido y pienso que ellos siempre me vigilan.
-Cuando eras pequeño, me pediste que te acompañara a cada lugar que vayas, salvarte o no, era prioridad aquel deseo.
* No recuerdo haber pedido eso.
- Recuerdas muchas cosas, pero no todas. Como por ejemplo no recuerdas el día que mientras jugabas con tus primos, caíste y te lastimaste el labio.
* No lo recuerdo.
- Aquel día me pediste que te acompañara y te salvara de todo lo que pueda pasar.
* En ese caso, gracias por no dejarme de lado. Sonrío.
- Para nosotros siempre serás nuestro pequeño hijo.
* Me abraza y los que nos rodeaban se acercan.
- Ahora tienes que regresar, unos minutos aquí son muchas horas en la tierra. Tus padres terrenales, se darán cuenta y se preocuparan, y no queremos eso.
Dio un chasquido cerca a mi frente y regresé, reacciono, estaba en mi cuarto, emocionado por haberlo logrado me acuesto un rato.
Llega diciembre, y como se acercaban las vacaciones de verano, pues tenía que despedirme de todos.
Último día de clases, se me acerca Hanna. Su costumbre era de estar a mi lado, según ella encontraría algo que serviría para su investigación.
- Matt, vacaciones.
* Sí, es genial. Sonrío
- ¿Estarás en tu casa?
* No tengo idea, puede que mis padres viajen o tal vez no.
- En caso quieras venir a mi casa, sabes que eres bienvenido a cualquier hora.
* Gracias, el día que me escape de casa de seguro iré a la tuya, así me salvas y continúo con mi escape. Empiezo a reír.
- Jajaja no lo sé puede ser, uno nunca sabe.
* De hecho, cuídate, hay gente mala, y en estos días las cosas empeoran. A mi mente viene Hugo.
Carajo, es cierto. Ya es fin de año, puede que la loca Pam quiera sacrificarlo.
Le digo o no le digo, me creerá o no, no sé que hacer
Mientras pienso, Hanna interrumpe.
- Siempre hay malos. Espero tú no lo seas.
* Nada que ver, soy tranquilo.
- Sí, lo sé.
* Iré a hablarle a Hugo, es algo importante.
Estaba en modo inquieto, así que me dirijo hacia Hugo, pero se entromete Pam, en mi camino.
-¿Adónde se dirige Matt, tan de prisa? Dice con una sonrisa macabra.
* Al grupo, creo que están organizando una fiesta, algo así me ha mencionado Hanna.
- Sabes Matt, siempre me gustaste.
* Jajaja estás enloqueciendo, no deberías de estar diciendo eso, ya que ahora estás con Hugo, al menos por respeto.
- Pero qué puedo decirle al corazón.
* ¿Tienes corazón?, después de casi sacrificarme.
- Esos tiempos, estaba metida en una situación, en que no tenía ni la menor idea, solo que me llamaba la atención esos temas.
* Ya veo.
- Te agradezco que no hayas dicho nada a Hugo. Quizá me hubiese terminado.
* Creo que no te afectaría, al parecer eres tú quien no quiere estar con él.
- No lo sé, parece un cachorrito.
* Sí, es buena gente.
- Aunque no entiendo porque dejaron de hablar. ¿Es Hanna, verdad?
* Nada que ver, son temas que él y yo sabemos. Claro no quería mencionar que él se copiaba de mis exámenes y ahora simplemente ya no lo dejo.
- Espero lleguen a solucionar ese tema.
* Por supuesto.
Al llegar al grupo, no sabía cómo decirle a Hugo que tenga cuidado, ahora que Pam está media loca.
Estuve rondando temas hasta que
* Hugo, tengo que decirte algo.
- Dime.
* No sé, si me creas. Es un tema extraño.
- Anda, sin rodeos, nos conocemos mucho tiempo.
* Es sobre Pam.
- ¿También te enteraste que le vi con otro?
* ¿En serio?, eso no sabía. Pero ahora pienso en ¿por qué sigues junto a ella?
- No tengo la menor idea, creo que por el simple hecho de que la quise y la quiero. No puedo sentir otro sentimiento.
* Te está haciendo algún hechizo.
- Estás enloqueciendo Matt, me estás diciendo que Pam es bruja, no hay forma.
* Sé que no me creerás, pero quiero me cuentes lo que haz estado soñando estas últimas semanas.
- Verás, en cuestión de mis sueños si he visto un gran cambio, ahora todo lo que sueño son excrementos, inodoros, entre otras cosas.
* Exactamente, diste en el clavo. Ese tipo de sueños te dan la señal de que estás siendo víctima de un hechizo.
- Se lo contaré a mis padres.
* Que te lleven a los ancianos que saben más sobre el tema.