Septiembre 7 Domingo 1994 Parte II | La Camara de los Secretos

Maxine, con su habitual espíritu aventurero, respondió al niño de primero con una actitud juguetona, sacando una lupa grande de su bolso como si fuera parte de su equipo de exploración de broma. —No quieres explorar? Soy Maxine. Apuesto a que sería divertido —comentó entre risas, invitándolo a unirse a su pequeña travesía por el cuarto lleno de estatuas.

Dennis, de Gryffindor, se presentó de manera seria, aunque algo resignado, indicando que tenía otras responsabilidades que atender. —Mmm, no, tengo que hacer otras cosas... Me llamo Dennis, Dennis Creevey —declaró con determinación, evidenciando su deber de estudio. Mientras él hablaba, Maxine continuó curioseando por el cuarto, se dio cuenta de la conexión entre Dennis y su hermano Colin Creevey por el apellido, se parecían, pero ella distraída no se percató de esto de inmediato.

—Oh, bueno, otro día será. Yo soy de Slytherin —respondió Maxine con tranquilidad, manteniendo su actitud relajada mientras continuaba explorando el misterioso cuarto lleno de estatuas que observaban en silencio.

Dennis, aunque inicialmente se sorprendió al descubrir que Maxine era de Slytherin, pronto mostró una sonrisa amigable y se despidió. Su curiosidad por el cuarto secreto quedó patente en su mirada mientras se alejaba, consciente de que debía dirigirse a otro lugar. Maxine observó su partida con cierta melancolía, pensando en su conexión con Colin y cómo podría ayudarlo en el futuro. Sostenía su lupa de broma mientras se apoyaba en la pared y suspiraba, perdida en sus pensamientos.

Decidió reanudar su búsqueda de aventuras y emociones, poniendo música en sus auriculares y recordándose a sí misma que aún tenía tiempo para un plan y para explorar cada rincón del castillo.

Posteriormente, en una tarde de exploración, Maxine se cruzó con Pansy, quien, con expresión seria, le preguntó qué estaba haciendo. Ella, con una sonrisa juguetona, sacó su lupa en tono de broma.

—¿Eso no es algo infantil? —comentó Pansy con un tono de duda.

—Mmm, me parece que... ¡OBVIO QUE NO! Tenemos 14 —respondió Maxine entre risas, encontrando divertida la perspectiva de Pansy y pensando que todos a su alrededor eran un tanto serios innecesariamente.

—15, Maxine —dijo Pansy, rodando los ojos y luego riendo. Se ofreció a acompañar a Maxine. Mientras caminaban hacia el patio del puente de piedra, Maxine sugirió que podría enseñarle a bailar. Sacando su celular y poniendo música, comenzó a mostrarle a Pansy las coreografías de grupos coreanos. Aunque Pansy no conocía las canciones, parecía disfrutar del baile. Se divirtieron practicando mientras el sol de la tarde pintaba el cielo con tonos cálidos y suaves.

En la escena, Theodore Nott, apoyado en una pared a cierta distancia, observaba entretenido. El lugar estaba impregnado de la magia de Hogwarts, con el suave murmullo del viento y el sonido distante del agua del lago.

El atardecer teñía el cielo con tonalidades cálidas mientras Maxine intentaba enseñarle a bailar a Pansy. Con un celular que parecía mágico por su capacidad para reproducir música del futuro, Maxine hizo una demostración al ritmo de una canción de Britney Spears, algo que Pansy no conocía. El patio se convirtió en un improvisado escenario.

Mientras realizaban la demostración, varios estudiantes, entre ellos Harry, Ron, Seamus Finnigan y Thomas Dean, se acercaron y se sentaron para observar a “lo pendejo” para molestar, como Maxine se refería. Ella y Pansy los ignoraron por completo. Luna Lovegood, siempre peculiar, pasó por ahí leyendo un libro y se quedó cerca sonriendo. Una chica de Gryffindor también se sumó al público, emocionada por lo que veía.

Maxine continuó enseñándole a Pansy, ahora con la coreografía de “What is Love” de Twice, una que conocía de memoria. Aunque los chicos de Gryffindor murmuraban y sonreían, Maxine no les prestó atención y siguió divirtiéndose con las tonterías que estaba haciendo con su amiga.

Después de un rato, una chica de Gryffindor se acercó y se presentó como Lavender Brown. Expresó su interés en practicar con Maxine y le preguntó de qué casa era, ya que no la había visto antes. Al mencionar que era de Slytherin y dar su nombre, la actitud de Lavender se volvió un tanto hostil, aunque mantuvo las formas y se despidió. Maxine y Pansy, que estaban un poco distantes, se miraron y encogieron los hombros, sin comprender del todo la reacción de la chica Gryffindor.

—¿Siempre son así las chicas de Gryffindor, Luna? —preguntó Maxine a Luna, quien estaba sentada en una banca leyendo y al tanto de la situación.

—No lo sé, tal vez estaba de mal humor —respondió Luna con una voz dulce y tranquila, sumida en sus pensamientos al mismo tiempo.

Maxine, agotada, rió ante eso, mientras Pansy se acercaba diciendo que Gryffindor y Slytherin siempre se llevaban así y que lo dejara estar. Maxine le sonrió y, al notar que el sol se estaba ocultando, se sentó junto a Luna y Pansy para descansar y disfrutar del viento. Estaban en un rincón tranquilo del patio del puente de piedra, donde la atmósfera se mezclaba con la serenidad del anochecer. Luna, con su aire soñador, seguía leyendo, mientras Pansy y Maxine compartían risas y comentarios relajados.

Al entrar al castillo con Pansy, esta le comentó a Maxine que se había enterado sin querer de unos rumores que Ginny Weasley estaba esparciendo sobre ella.

—Ahh, con razón... ¿no crees que por eso las chicas de Gryffindor me tratan así? —preguntó Maxine a Pansy, mostrando cierta despreocupación, pero también interés por saber qué tipo de cosas extrañas se estaban diciendo sobre ella. Aun así, Maxine no conocía ni de cara a la hermana de los gemelos Weasleys.

Mientras bajaban las escaleras, unos chicos apurados de séptimo año les pidieron de mala manera que se apartaran. Uno de ellos resultó ser Derrick Peregrine. Maxine los miró con mala cara mientras casi la atropellan, y eso la hizo recordar algo. Estaban en uno de los pasillos más concurridos del castillo, pero en ese día casi no había nadie, los retratos que observaban la escena.