La noche de ayer fue la más larga que he podido tener hasta el momento, pero Eliane me ha dicho que las noches de los sábados son peores. Así que debo ir preparando mi cuerpo para hoy, no sé cómo acabaré mañana.
Quiero juntar lo suficiente como para buscar un empleo más relajado, como este. Pero por el dinero tuve que buscar algo más cargado, con mis ahorros puedo sobrevivir unos diez meses. Sin embargo, mi punto es juntar lo suficiente como para sobrevivir dos años... O hasta que encuentre algo relacionado a mi campo de estudio.
Por motivos, el día de hoy no había mucho movimiento en la calle. Quizá hoy en la noche haya más movimiento, no, es un hecho que hoy en la noche va haber más personas.
Mi celular comenzó a vibrar y vi el nombre de Kendall.
—Hey, ¿cómo se encuentra mi universitario favorito? — Pregunté animada.
—Déjeme decirle que yo me encuentro muy bien, ¿cómo te va a ti? — Menciono entusiasmado.
—Me encuentro en la tienda pero no hay movimiento, así que me estaba aburriendo.
—Entonces he llamado en un buen momento. — Afirmó riéndose.
—Pues déjame decirte que sí.
—Ayer no me terminaste de contar, ¿ya sacaste todas tus cosas?
—Solo han quedado pocas, pero las esenciales ya están conmigo. — Dije tranquila.
—Sabes que en mi casa hay un cuarto...— Habló despacio.
—Lo sé, y sabes que siempre agradecí esa invitación — Lo escuché suspirar —. Pero sabes muy bien que me preguntarían porque me estoy mudando, y no creo que podría tapar el sol con un dedo.
—Mis padres entenderían todo Kira, sabes que te ven como una hija más. — Comentó casi susurrando.
—Tú sabes que siempre estaré agradecida con ellos, pero no quiero que las cosas se compliquen para mí... Nos dirían porque callamos tanto tiempo, sobre todo a ti por aquellas veces que pudiste estar en peligro.
—Pero si sabes que en algún punto tendremos que decirle, ¿no?
Por la tonalidad de su voz, podría decir que estaba asustado de comentarles la verdad a sus padres.
—Lo haré, se lo diré a tus padres pero no siento que sea el momento, o bueno, no sé cuándo es el momento. — Jugueteo con mi cabello.
—Kira, no quiero que te preocupes mucho por eso ahora, te apoyo en querer irte de ahí... Sabes que hemos soñado con este momento por años, y no soy ningún exagerando. — Dijo enfatizando la última parte.
—Lo sé — Comente burlona—, tú no eres ningún exagerado. — Finalice sarcástica.
—Sabes que no es cierto, yo nunca he exagerado...— Antes de que termine lo corte.
— ¿Quieres que saque mi lista? — Reté.
—Pf... ¿Qué lista? — Dijo riéndose.
—Ah... Así que con esas estamos, eh — Solté burlona —. Entonces prepara tu querido oído para tres horas de acciones.
—Sabes, creo que tres horas es...
— ¿Poco tiempo? Sí tienes razón no me alcanzaría las horas, para hablarte de tus fechorías. — Comenté riéndome.
— ¿En serio tienes una lista? — Pregunto asustado.
—No, pero creme que recordar tus exageraciones...— Mencione arrugando la nariz sin querer — Bueno, tú sabes. — Agregue rápidamente.
— ¿Qué? — Preguntó confundido — Estas mal, la exagerada era April. — Acusó.
— ¿Así? — Pregunte fingiendo estas sorprendida — Ahora dime una de vaqueros.
—No, no, no... Yo no soy ningún exagerado, no hay fundamento... — Dijo como un niño pequeño con un berrinche.
—Ya te he dicho, si quieres yo puedo comenzar a hablar... — Antes de acabar me corto.
—Sabes, mejor hablemos sobre tu cuarto. ¿Es grande?
Rodé los ojos ante el cambio radical de tema.
—Sí, la habitación es grande y tiene un baño pequeño, pero propio. — Señale.
—Guau, ya quiero verlo. — Escuche emoción en su voz.
—Claro que sí, podrás venir a verme todas las veces que quieras... ¡Y ya no tendrás que trepar un árbol! — Dije riendo.
Escuche una carcajada de fondo.
—Trepar ese árbol me llenaba de adrenalina, me sentía como todo ladrón. — Menciono como si fuera la cosa más cool que le hubiera sucedido.
—Pues se acabaron los días de adrenalina, solo quedan días para relajarnos... Y eso, porque con la universidad empezaré a desconocer el significado de eso. — Bufé.
—Pero estarás haciendo lo que te gusta. — Dijo alegre.
—Sí, estaré haciendo lo que me gusta.
***
Yerik había ido a la universidad por motivos de trabajos grupales, sin embargo me dejo una olla con ravioles. Me había dejado una nota escrito y la anclo en la refrigeradora.
¡Qué buen detalle!
Solo espero que esto de estar cocinando para las dos no se le haga una costumbre, me voy a sentir como un parasito. Aunque podría hacer compras semanales, así podría estar a mano con todo. Podríamos turnarnos en hacer los deberes de la cocina, así me sentiría más cómoda.
Haré una lista antes de irme y compraré algunas cosas que falten.
Busque un plato y me serví los ravioles, que tienen una contextura de estar deliciosos. La boca se me hace agua de tan solo verlo, y el olor hace que mi estómago quiera devorarlo ya. Deje el plato sobre la mesa y fui en busca del diario de Kendall. No puedo seguir perdiéndome detalles de su búsqueda difícil, porque imposible no fue.
Saque el diario de la carpeta del escritorio y fue al comedor. Tome asiento y comencé con mi dichosa lectura.
21/07
Ya paso un mes y hasta ahora solo he podido ver a Kira, no he podido hablarle. ¡Estoy cansado! En la siguiente vez gritaré tan fuerte que me escucharan en Marte. No me va importar la vergüenza que sienta en el momento.
Peores cosas quizás haga.
¡Já! Pues sí, cosas peores sí logró hacer.
24/07
Hace dos día mamá me dijo le gustaría leer mi diario, yo le he dicho que cuando lo acabe... No pienso dárselo nunca, es más cuando acabe de escribir lo quemaré. No puedo imaginarme a alguien leyéndolo, pensará que estaba demente por andar buscando a una niña que solo sé su nombre.