Ayer en la noche luego de salir de aquella camioneta, volví a entrar al restaurant con la excusa de que olvide algo. Eliane se dio inmediatamente de que había acabado aquella charla con el señor. Solo le dije que me había preguntado acerca de su esposa, si ese día había estado en el restaurant. No quise mentirle, pero hablarle sobre la verdadera conversación implicaría abrirle un gran espacio a mi vida.
Al llegar vi a Yerik dormido en el sofá, con mucha discreción le eche el seguro a la puerta y fui a mi cuarto. Me bañe, me cambie y a pesar del cansancio no podía dormir. Solo quería saber porque él tiene tanta intriga en una vida ajena. Mi cabeza empezó a hacer suposiciones estúpidas, cada una más descabellada que la otra.
Él dice que Peter no es mi padre, que si estoy segura de mi respuesta y... ¡Y luego que él tiene la verdadera respuesta!
Luego empecé a cuestionarme del porque Mónica miente acerca de mí, pero lo que quería saber es por le hablaba a ese señor de mí. Ella me detesta, me odia, no soporta ni verme... ¿Por qué ese señor quiere información de mí? ¿O es que estoy siendo paranoica?
Y es que tengo muchísimas preguntas que quiero hacer ahora, pero no tengo quien me las conteste. Y llamar al señor Myers es algo que haría en última instancia.
¿Qué se supone que deba hacer? Dalton quizá ya sabe que su madre tenía razón, y quizá busque a esa mujer. ¿Debería decirle yo que esa mujer es mi progenitora? Al fin y al cabo no es mi culpa que ellos estén juntos, porque yo ni pinto en esa historia.
¡Ah! ¿Qué hago?
Revolví mi cabello y comencé a caminar por mi cuarto como una loca.
Piensa... Esto es algo que ya habías pensado con anterioridad, ¿cierto? ¿Cuál es la mejor idea que podamos tener? Conozco a Dalton y, a excepción de ese capítulo en nuestras vidas, nunca hemos tenido ningún tipo de problema. Y creo que sería mejor solo decirle la verdad, y si pregunta algo más... Solo diré que eso es todo lo que sé.
¿Y ahora cómo consigo su número?
¿Quién? ¿Quién? ¿Quién?
—Claro... — Susurré.
¡April! De ahí preguntarle el número a otra persona, ni idea a quien preguntar.
Marqué el número de April tan rápido como pude y espere a que me conteste. Mis nervios eran tan grandes que no me di cuenta que me estaba comiendo una uña.
¡No! Yo ya me estaba quitando ese hábito.
— ¿Sí? —Preguntó somnolienta.
—April, perdón... Al parecer te acabo de despertar. — Susurré.
—Nah — Dijo despreocupada —. Desperté hace unos minutos, pero no quería salir de cama... Bueno, sigo en cama. Cuéntame, ¿en qué soy buena?
— ¿Cómo sabes que te pediré algo? — Pregunté confundida.
—Pues fácil, siempre quieres solucionar los problemas rápido y tú solo llamas en las tardes cuando te encuentras relajada. — Respondió sincera.
¿En serio?
— ¿En serio?
—Así es, ahora cuéntame que está pasando... — Dijo animosa.
Paso de como arruinar las mañanas de tu amiga en... Tres, dos, uno...
—Necesito el número telefónico de Dalton — Silencio al otro lado de la línea — ¿Sigues ahí? — Susurré asustada.
—Perdón, creo que escuche ma — Dijo riéndose —, debo lavarme los oídos más seguidos.
—No escuchaste mal, yo quiero saber el número de Dalton. — Dije segura.
—Guau. ¿Pasó algo que yo no sepa?
—Pues sí, pero no es algo malo... Bueno, sí es malo — Dije asustada —. Pero no es algo que me involucre, aunque siendo sincera sí tengo que ver algo con el asunto. — Me calle al escucharme decir tantas incoherencias.
—Será mejor que me expliques ahora mismo todo, porque estoy suponiendo que me he perdido un pasaje de tu vida. — Comento seria.
—Déjame te digo... ¿Te acuerdas que te dije que el padre de Dalton es el amante de Mónica?
— Um... Sí
—Bueno, he decidido decirle a Dalton lo que sé, pero no tengo como contactarlo.
— ¡Ah! Bueno, tengo el número pero no si siga siendo el mismo... ¿Tienes lápiz y papel?
—Déjame buscar, por favor...— Fui al escritorio, tome un lápiz y abrí un cuaderno al azar — Ahora sí, dímelo.
April me dio el número y me dijo que dejará de atormentarme con eso, que lo deje ir... ¿Le debo decir que también hable con el padre de Dalton? Que me hablaba de una manera muy rara, que me cuestionaba sobre mi identidad.
Por esta ocasión creo que lo mejor sería quedarme callada, he estado llenando la cabeza de April con muchas cosas. Debo hacerme cargo de mis problemas, aprender a sobrellevarlos sin que me agobien demasiado.
Marque el número de Dalton, rogando que estuviera despierto.
Esta es la primera vez que yo busco a Dalton, no puedo evitar sentirme tan nerviosa. Las manos están que me sudan muy rápido y la necesidad de comer algo viene a mí. Me tomé de la cintura y, comencé a inhalar y exhalar pausadamente.
—Buen día. — Habló.
Al parecer ya se encontraba despierto, su voz no estaba ronca.
—Buen día, Dalton... Soy Kira. — Sin querer contraje los labios con tanta fuerza que me empezaron a doler..
—Ah... Hola — Susurro sorprendido.
—Bueno, quizá te estés cuestionando el motivo de mi llamada, ¿no? — Pase una mano mi cara.
—Por supuesto que estoy sorprendido Kira. — Admitió.
—Yo... — Tragué saliva — Yo te estoy llamando por ese... Ya sabes, ese asunto — Musité avergonzada.
—Oh — Soltó sorprendido —. Bueno, yo creí que ese asunto... — Escuche que tomó aire — Creí que ese asunto ya había quedado como olvidado, pero veo que estoy suponiendo mal.
— ¿Cómo crees puede quedar olvidado? — Pregunté indignada.
¡Ni siquiera sé porque me estoy indignando!
—Oh, discúlpame — Dijo avergonzado — ¿Pero estas segura de estar lista para hablar del tema? — Pregunto preocupado.
— ¿De qué hablas? La verdadera pregunta sería si tú estás listo. — Contraataque.
—Kira — Escuche un risita—, yo siempre he estado listo para hablar sobre el tema.
¿En serio? Yo creí que le iba a afectar algo, pero bueno...