—Estoy viva, ve tú a traer la otra caja, amiga. — Dije con voz cantarina.
Crucé la puerta y avancé unos metros, hasta que sentir mi celular vibrar con fuerza.
Puede ser mi mamá, y si no le contesto se puede preocupar o molestar. Aún tiene miedo que yo conduzca.
Ahora, si yo dejo aquí la caja será un problema, porque para poder levantarla de nuevo me va a costar, pesaba demasiado la mochila. Podría caerme sino calculaba bien mis pasos.
Así que mejor voy al auto, me dispuse a cruzar el patio lo más rápido posible, casi corriendo podría decir, aunque con todo el peso que llevaba se me dificultaba el correr.
Una vez llegue al auto, coloque la caja en el suelo, con cuidado, y saque mi celular. Al visualizar la pantalla, logre confirmar mis sospechas, pues sí, efectivamente, si era mi mamá.
—Hola ma' — Salude un tanto agitada por mi pequeña maratón.
—¿Qué estás haciendo April? — Me pregunto rápido, hasta cierta molesta se le podía escuchar. Me empecé a reír.
Podría ser mi mamá, ¿una persona malpensada?
—Nada malooooo — Alargué la palabra —, solo que corrí para poder contestarte.
—Ummmm, ¿todo bien? ¿Cómo les va? — Su tono cambio a uno más tranquilo — ¿Llegaste bien? ¿Cómo estaban las carreteras? ¿Se te dificultó el manejar?
—Ay ma', todo está bien — Conteste sin importancia —. Y obvio que estamos bien, ya terminamos de empacar, ahora estamos subiendo las cosas al carro — Abrí el maletero y me senté ahí —. Vamos a salir de aquí en unos dos minutos, aproximadamente.
—De acuerdo, cariño, ¿a qué hora estarás llegando por aquí?
—No lo sé mami, quizá en dos o tres horas — Escuche un silencio —. Estaremos con Yerik, mamá. — Agregue.
—¡Oh! — Soltó con alegría — Entonces estoy tranquila, me parece bien que estés pasando tiempo con él. — No pude evitar rodar los ojos.
Lo siento mamá, Yerik no es mi tipo... Y yo no soy el suyo.
—Si mamá — Dije aburrida —. Me hace bien — Dije monótona.
—Bueno, no te quito más tiempo — Dijo entre risas —. Dile a Yerik que venga a visitarnos.
—Ajá, sí mamá... Yo le digo, nos vemos. — Colgué rápido.
Mi mamá es todo un caso, ¿acaso no entiende que a mí me gustan las personas dominantes? Yerik es una persona muy dócil, no estamos en la misma sintonía. Además, a Yerik lo veo más como un hermano, siento que estaría haciendo malo si estoy con él. Es como si estuviera cometiendo incesto, y con tan solo pensarlo. Eso ya demuestra demasiado con que no quiera algo con él.
Me gire para ver la casa, Kira no salía aún. ¿Qué le paso? ¿Por qué demora? ¿Se habrá olvidado algo?
Mire la pantalla y busque su contacto, antes de poder llamarla el nombre de Yerik apareció en la pantalla.
Genial, ahora tengo que hablar con mamá por segunda vez.
—Hola mami, ¿qué paso? — Conteste dulcemente.
—Hola hija — Me siguió la corriente—, ¿si llevaste la bufanda?
—Si mami, gracias por preocuparte — Respondí.
—¿Y tus guantes? ¿Estás bien, hijita? — Solté una carcajada. Pude escuchar la risa de Yerik.
—Ay...—Solté riéndome — Sí mamá, tú tranquila... — Continuaba riéndome.
—Si, si, si, muy graciosa niña — Dijo riéndose —. ¿Cómo van?
—Bien, estoy por subir unas cosas al carro, todo va bien.
—Genial, ¿en cuánto llegan?
— No sé, ¿diez minutos? Estoy esperando a que baje Kira.
—¿La dejaste sola? — Pregunto rápido.
—Sí, pero han pasado pocos minutos, no había nadie en casa.
—Te dejo para que vayas a buscarla, con cuidado — Advirtió —. Te llamo en cinco minutos.
—Está bien. — Yerik me colgó.
—Uy, el preocupado — Marque el número de Kira y empezó a sonar — Contesta... — Un sonido provino del auto.
Me saque la mochila y la coloque en el maletero, me pesaba demasiado. Fui a la parte de adelante, el sonido venía de la guantera y al abrirla ahí estaba su celular de Kira. Colgué y volví a cerrar la guantera. Regrese donde la caja, la alce la rápido y la coloque en la maletera, solo la empuje y cerré la maletera.
Cuando me giré para ir en busca de ella, vi la puerta cerrada.
La puerta está cerrada y Kira no está por ninguna parte.
Ella no ha salido.
Apunte el número de la policía, con celular en mano me acerque. Hace minutos, unos minutos cortos esa puerta estaba abierta.
Evite hacer ruidos al momento de llegar a la puerta, quería precaución ante cualquier circunstancia. Coloque mi mano sobre la manija y la gire, despacio, pero no abría. Tenía el seguro puesto.
Coloque mi oído en la puerta para tratar de escuchar algo, pero solo escuchaba como si alguien estuviera corriendo.
Varias personas corriendo.
—Mierda.
Me aleje un poco de la puerta y llame a la policía.
Mi corazón estaba latiendo muy rápido, más de lo que debía. ¿Qué está pasando?
—Buen día, novecientos once, ¿cuál es su emergencia?
—Ho-hola — Mi lengua se sentía pesada —. A mi amiga la tienen encerrada en su casa. —Dije rápido.
—¿Cómo? — La operadora parecía confundida — Señorita, aquí no aceptamos ningún tipo de broma y debe saber que toda llamada de broma... —Antes que continúe hablando.
—No, no, no — Suplique, trate de hablar en voz bajar—. Ella sufre de violencia física por parte de su mamá— Agregue rápido —, hoy vino a recoger sus cosas conmigo — Explique rápido —. He vuelto para saber porque demora, pero la puerta está cerrada con llave.
—¿Hace cuánto es que ella es golpeada por su madre? — Pregunto rápido.
— Pu-pues, sino me equivoco desde los ocho años. — Respondí rápido.
—¿Y cuántos años tiene ahora?
—Dieciocho.
—¿Cuál es el nombre de tu amiga?
—Kira Peaton Parker.
—¿Sabes si hay más personas?
—Escuche va-varias pisadas hace unos momentos, pe-pero no sabría de-decirle un total.
—Necesitamos la ubicación exacta de lugar, de donde se encuentra.
—Por la avenida Cartelon 6244.