El diario de mi mejor amigo

Capítulo 19

Vi a mamá acercarse rápido hacia él, se colocó delante de él en busca de que alzara la cabeza. Pues al parecer el sujeto en cuestión atravesaba una crisis mental, como si sufriera, como si su mundo se desplomara.

¡Qué gracioso! Por favor, un Oscar para el actor del año.

Mi mamá lo logro su propósito, el hombre alzo la cabeza y parecía que se le quería caer la boca. ¿Sorpresa?

Pégale mami.

—¿No piensas hacer ir con ella? —Yerik pregunto.

No, ¿para qué? Mi mamá sola puede.

Mire hacia su dirección y él se encontraba recostado sobre el asiento, los brazos sobre su pecho y con los ojos apagados. Yo conocía ese mirar, lo había visto hace tiempo. Él estaba molesto y asustado, en el fondo estaba luchando contra él para no ir a gritar o buscar desesperadamente alguna información.

—No lo sé... — Susurre.

—Pues la madre de Kendall se te adelanto. — Señalo con la mirada.

Al girarme vi a la madre de Kendall llegar al costado de mi madre.

Mi madre hablaba y hablaba, el hombre giro para vernos unos segundos y luego volver su atención hacia mi mamá. Hubo una pausa y la madre de Kendall hablo, se podía ver la tensión en ese ambiente.

—Tengo que ir. — Antes de poder dar un paso, Yerik me tomo de la muñeca.

—Vamos — Dijo y se puso de pie.

—¿En serio quieres ir? — Pregunte insegura. No quería que las cosas se nos escaparan de las manos.

—Tengo que velar porque estés tranquila, puesto que aún sigues asustada y ansiosa — Explico con calma —. La que sabe todo, eres tú... y claro, Kendall, pero él no está aquí.

Ay, Kendall...

Ya ha llamado como diez veces y ha mandado varios mensajes al celular de Kira. No quiero contestarle la llamada, no podré hablar ni tampoco calmarlo. Decirle que ella está en un hospital porque incendiaron la casa, no podré contestarle las mil preguntas que me hará acerca de cómo esta ella ahora. Porque eso, ni yo lo sé.

—April — Yerik me llamo—, esto solo es una sugerencia, pero creo que lo mejor sería que la señora Miranda hablara con Kendall. — Asentí.

Sí — Musite.

—Vamos, al parecer dos mujeres están por agredir a cierta persona.

—¿Y hay algo de malo en eso? — Yerik soltó suspiro y miro con total seriedad.

Al girarme vi a la señora Miranda y mi mamá hablando de forma furiosa, pero controlándose. El hombre trataba de calmarlas, o quizá de defenderse, y todo era en vano. Las mujeres seguían hablando, sin titubear.

—Vamos — Yerik me llevo del brazo hacia las personas, caminamos rápido.

—... ¿Es que no tenía alguna idea de lo que pasaba en tu casa? ¿Cómo no te diste cuenta todos estos años?

—De verdad, yo no...

—Claro que no se iba a dar cuenta, el borro de su vida a su hija — Rugió Miranda.

—No es cierto eso, en serio que no conocen...

—¿Qué no conocemos qué? ¿La verdad o tú verdad? Porque yo creo en lo que mi hija me ha contado. — Dijo mi madre segura.

—Yo no estoy diciendo que sea inocente...

—¡Entonces deja de justificar tu falta! —Vocifero la madre de Kendall — Deja de tratar de buscar una justificación a tu ausencia y remedia todo el daño, ¿dime que hiciste hasta ahora? — Pregunto molesta.

El hombre soltó un suspiro y bajo la cabeza.

—Al menos, ¿llamo a la policía? — Pregunte en medio del silencio — Ese día que Kira le dijo que había estado pasando todos estos años, ¿pensó al menos en denunciar a Mónica?

—Kira no quería nada de eso... — Hablo el hombre.

—¿En serio? — Pregunto mi madre con ironía — ¿En ese momento si tomo su opinión? ¿No denunciar el abuso que sufrió, no me merecía una demanda? ¿Le pareció lógico? — Silencio — Usted no tiene la talla para ser un verdadero padre, es un asco.

—Miranda — El hombre se puso de pie—, creo que lo mejor ahora será que se retiren porque no quiero...

—¿Qué no quiere qué? —Pregunto Yerik irónico— ¿Problemas? —Pregunto burlón — De todos los que estamos aquí presentes, el único que no debería estar aquí... Es usted.

—Yo soy su padre. — Dijo rápido.

—Usted, simplemente tiene un honorifico — Yerik dio un paso hacia él —; pero tiene que recordar esto, y es que, ante ella, usted no es nadie en su vida.

Al hombre parecía que le dieron una cachetada.

—Todos los presentes la cuidamos, la protegimos y estábamos sanando heridas — Continúo hablando —, heridas que ustedes le ocasionaron. Nosotros no nos iremos, tendrá que venir la policía a sacarnos... Pero recuerde que esto sí requiere una demanda, y la necesita a ella — Me señalo—, claro si que pone la demanda porque puede que no lo haga para evitarse cargos.

El hombre nos miró a todos y soltó un suspiro. Se dio cuenta que perdió y no porque éramos varios, sino porque era verdad lo que dijo Yerik.

—No pienso llamar a la policía, perdón por haber dicho que se retire — Dijo el padre abnegado —, puede que piensen mil cosas negativas acerca de mí y tienen derecho — Me miró fijamente —. Pero a la única persona que pediré perdón hasta que la vida se me acabe, es a mi hija.

—Entonces espero que le alcance esta vida para poder hacerlo.

Dicho esto, di media vuelta y me dirigí al asiento donde nos encontrábamos en un primer momento, tomé asiento y solté un suspiro.

Estaba cansada, muy cansada de toda esa mierda de su padre. ¿Por qué busca el perdón cuando ella casi muere? ¿Por qué busco llegar a este límite?

—¿Estas bien? —Yerik se sentó a mi costado y tomo mi mano.

—Estoy cansada... — Balbucee —, pero cuando recuerdo lo que paso hace unas horas... Simplemente mi cabeza vuelve a trabajar y maquinar, que, si no habría reaccionado a tiempo, ahora no estaríamos en un hospital.

—April — Mi madre llamo —, no pienses eso... Ella estará bien, sé que será así. — Se puso de cunclillas y me miro con cariño —, volverán los días donde ella vendrá a casa y saldrán a pasear como siempre.

—¿Por qué demoran mamá? — Pregunte sollozando— Si ella estuviera bien, habrían salido a decirnos algo ya...




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