El diario de mi mejor amigo

Capítulo 1

En 10 minutos serán las siete de la mañana. Tenía que salir de casa a las siete y media de la mañana si quería alcanzar a despedirme de Kendall. ¿Tendría las agallas de decirle adiós? Solo espero que pueda desearle lo mejor sin llorar, sin suplicarle que vuelva rápido. Cuando me dijo que se iría a Alemania, que había logrado entrar a la universidad. No sabía si saltar de alegría o abrazarlo, pero cuando me dijo que se tenía que ir al día siguiente… Opte por llorar, sin exagerar mucho…

Flashback:

—Hey, Kira. —Kendall vino para abrazarme muy fuerte. — Felicidades, jamás dude que te graduarías con honores. — Me soltó y pude ver una sonrisa llena de orgullo.

—Gracias. Felicidades para ti también. — Sonreí. — Sabes, si esa universidad alemana no te acepta, se está perdiendo un gran cerebro. — Dije totalmente seria.

— ¡Oh! Hablando sobre eso, ayer me llego la respuesta. —Suspiro y su semblante se puso oscuro.

—No creo que…— Musite. Pero me corto antes de poder terminar mi oración.

— ¡Me aceptaron! — Me sobresalte un poco. Pero aquellos ojos brillosos no me permitieron molestarme con él.

Estaba sin habla. Francamente parecía que había entrado en shock, en mi cabeza siempre había recalcado que era el mejor. Estoy sumamente feliz, no sé qué decirle.

—No te quede callada y abrázame. — Sonreí y fui a abrazarlo.

—Hubiera sido algo tonto que no te acepten, felicidades. — Sentí su corazón latir muy rápido, sentí como pasaba saliva muy duro. Me separe de él. — ¿Pasa algo? — Su mirada me expresaba algo muy malo.

—Tengo que partir mañana para Alemania. — Susurro.

¿Mañana? ¿Se iría mañana? ¿Eso no es muy pronto? ¿Por qué? Sé que tiene que acostumbrarse a ese lugar, sé que tiene que hacer amigos. Pero eso es muy pronto. Me duele el pecho, es como si me hubieran tirado un golpe fuerte. Es tan fuerte que duele al punto que quiero llorar. Debo estar feliz, ¿por qué lloro?

—Necesito hacer unos papeleos, iremos mi padre y yo. Nos queremos ahí unas semanas. — Explicó.

Tal vez dolía porque era la primera vez que se iría tan lejos. Solo dolía porque era la primera vez que se iría.

—Está bien, te entiendo. — Trate de sonreír.

— ¿Estas bien? —Susurro preocupado.

—Sí, creo que sí. — Las lágrimas se acumularon en mis ojos, hablar me dolía.

—No es cierto, tú no estás bien. — Volvió abrazarme.

Empecé a llorar, mi dolor no parecía menguar. Parecía que nada se podía hacer para lograr calmarlo. No sabía cómo sanar este dolor.

Fin del flashback.

No dormí mucho. Cada vez que parecía que al fin podía conciliar sueño, aparecía alguien lastimándome. Siempre aparecía Kendall o April, esta vez por más que gritara su nombre no aparecía. Por más lágrimas que caían por mis mejillas, nadie parecía salvarme. Seguía sola.

Yo no quería quedarme sola. Solo tengo a dos personas en mi corazón, solo a tres personas les confié mis secretos… Pero alguien ya se había ido.

Mi mundo estaba bien con ellos a mi lado. Todo parecía ir bien si ellos estaban ahí, pero no puedo retenerlos toda su vida. Habrá algún día donde tendrá que ser yo contra el mundo. Poco a poco tendría que aprender a defenderme. No sé si podría aprender.

Kendall me protegió desde que decidió cambiarse al mismo colegio que yo. Toda la secundaria estuvo ahí para mí, jamás podré pagárselo.

A regañentes me puse de pie y busque algo cómodo para ponerme.

Saqué unos pantalones floreados sueltos y un polo que era más grande que yo. La polera de Kendall que me regalo hace cinco meses, unas zapatillas viejas.

¿Podré hacerlo?

Al terminar de cambiarme tome las llaves y mi cartera. Guarde todo en la polera y salí en silencio.

Caminar se me hacía una completa tortura.

No quiero que esto sea difícil para nadie. No quiero que sea difícil para él, pero algunas veces actuar y mentir se me daban fatal.

Logré visualizar un taxi a lo lejos. Alcé mi brazo y paro. Subí rápidamente.

—Buenos días, al aeropuerto de la cuidad por favor. — El señor me sonrió y arranco.

Iba a llorar otra vez, verlo subir a ese avión es lo último que yo deseo, sentir este dolor en el pecho es lo último que quiero. No puedo con todo, tengo mucho miedo. No quiero que se vaya, quiero que este conmigo.

***

 




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