El diario de Mirella

Día 11 (jueves)

Magaly al día siguiente era la de siempre, como si nunca hubiera ocurrido la proximidad sexual. En cambio yo no había podido dormir, recordaba su piel en mis manos y muchas veces imaginé que era Rosa y no Magaly quién me invitaba a tocarla.

Mi distracción me siguió todo el día. Rosa y Marco sabían que algo me pasaba, él me preguntó en el receso y terminé contándole lo ocurrido, sentía que me explotaría la cabeza sino me desahogada con alguien.

—¡Tienes qué contarme cómo hacer para ligarme a Magaly! —dijo— Es cierto, que Rosa es linda y tiene bonito cuerpo, pero Magaly tiene a todos los chicos locos, si alguno supiera que tuviste la oportunidad de tocarla; serias la envidia.

Lo miré suplicante, no quería tener a un montón de babosos hormonales haciendo preguntas sobre los pechos de Magaly, ni que Rosa se entere del incidente.

—No le diré nada a nadie, pero esta vez sí tienes que contarme cómo haces para tener a dos lindas chicas locas por ti.

No sabía qué decirle, tal vez la verdad o ser buena chica y decirle una mentira piadosa.

 




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