Se encontraba en el jardín de su casa, estaba muy cansada, era de noche. Podía dormirse allí, pero intentaba no hacerlo. Adentro ya no podía leer el diario, le daba vueltas y vueltas a lo que había oído esa mañana. ¿Por qué era tan importante la presencia de un demonio de ese tipo? Sentía curiosidad y muchos deseos de verlo. ¿Podrían tomar una apariencia humana como Lilim? Todavía no había terminado de leer toda su información, era algo largo que necesitaba meditar.
¿Y qué le había sucedido a Lilim? De golpe se puso muy sentimental, no había entendido nada de lo que le dijo o al menos eso quería creer.
"Vos me gustabas"
Si, definitivamente había escuchado muy mal
Lo más triste es que su hermano estaba lejos, daría cualquier cosa por volver a verlo. Estuvieron años y años separados contra su voluntad y ahora voluntariamente. Estaba muy sola, creyó que al fin podría permitirse llorar un poco, pero no quería. Se resistiría a mostrar esos horribles sentimientos.
Escuchó un ruido y se levantó como rayo, provenía del bosque. ¿Nicolás intentaba llamarla para que vayan a conversar? Caminó a gatas hasta donde el pasto estaba cortado, se escondió tras la sombra de un árbol. Sintió cómo la tocaban el hombro y pegó un grito, espantada retrocedió, la sombra del maldito árbol tenía ojos, una sonrisa escalofriante y una voz de ultratumba.
—Buenas noches, Candy. —Conocía esa voz. Intentó recordarlo lo más rápido que pudo hasta llegar auna conclusión.
— ¿Mr. Death? —preguntó un tanto atemorizada, la última vez que se vieron intentó matarla, su voz no era buen augurio.
— ¿Quién más sino? —habló arrogante—. Tu guardiana me ha matado, a mi. Lo más cercano a la muerte desde que esta desapareció de nuestro plano existencial. Hacerlo tiene sus consecuencias, me veo obligado a darte la oportunidad de tomar una vida y devolver una. Ya tomaron una, la mía, pueden devolver otra.
— ¿Es en serio? —preguntó ella emocionada, todo eso era tan irreal... ¿A quién reviviría? ¿Su madre o padre? A ambos los quería demasiado. Debería hablar con Marcos y Candela para poder decidirse.
—Claro, aunque el costo es una gran cantidad de energía que dudo que poseas. Mientras el cuerpo no esté destruido podrás revivirlo, en caso de que lo esté solo atraerás su alma y la atarás a ti. Será como una especie de esclavo sin sentimientos —añadió—. Debo despedirme, estoy un poco ocupado.
—Muchas gracias —dijo emocionada. Olvidando el hecho de que intentó matarla.
—Me agradas niña, sobre todo tu hermana, es agradable —la sombra le guiñó un ojo—. Es una buena y salvaje guerrera.
La sombra se transformó en un humano, el cual le dedicó una sonrisa brillante y sacó su gorro haciendo una reverencia en forma de saludo y se esfumó.
~Y~
—Candy —la llamó su abuela silenciosamente, por alguna razón eso la sobresaltó. Abrió los ojos asustada ¿Había sido un sueño o en serio hablo con Mr. Death?—. Tenemos que irnos —la trajo de vuelta a su realidad.
Se sentó y miró a su alrededor. Ainara, Lilim, Belén y Guadalupe estaban allí, también Uriel convertido en espada en la mano de la chica gato, se veían ansiosas, aún estaba en el patio.
— ¿Qué sucede? —preguntó extrañada, sabía que su abuela y Lilim no se podían ni ver de tan mal que seguían llevándose, era raro que estén juntas.
—Nos despertamos porque sentimos algo extraño, nos encontramos con una verdadera catástrofe afuera —habló la chica gato, pero se vio interrumpida.
—Ambas son híbridos, lo que sintieron tuvo que ser su cuerpo rechazando el control mental al que están todos sometidos —argumentó Lilim algo agitada—. Aunque no tengo la menor idea de por qué Guadalupe está despierta —señaló a la nombrada.
—No entendí ni J de lo que dijiste —contestó Belén—. Lo importante es que vinimos rápidamente a tu casa, nos encontramos con tu abuelo y tu tío... comportándose extraño. Las calles estaban infestadas, de milagro Ainara no me mata, pensó que era un monstruo.
—Me despertaron y descubrimos que hay algo que hay unas cosas que están controlando a las personas y se han extendido por todos lados. Puedo despertar solo a una con esto —dijo mostrando una piedra color carmesí—. Solo tiene carga para despertar a una última persona del control mental. Necesito que la lleves vos —le ofreció la piedra.
Candy estaba por tomarlo, pero algo le decía que no lo haga, era más fuerte que su raciocinio. Miró unos segundos a Lilim y se le ocurrió algo para comprobar si en serio debía hacerlo.
— ¿Crees que sea la indicada para llevarlo? —le peguntó a Lilim— ¿no crees que es demasiado peligroso?