El diario de un papá

La primera vez que te cambio y tratando de llamar tu atención

Estando en este momento descansando en casa, ya que es fin de semana y luego de un gran trabajo finalizado, al fin me han dado unos días de descanso. Esta semana ha sido demasiado agotador en comparación de otras veces. Durante el trabajo nos encontrábamos en un proyecto del cual me mantuvo demasiado ocupado y, casi sin descanso, todos los trabajadores dimos lo mejor de sí con la esperanza de no llegar a quedar mal con nuestro trabajo. Sabes, esto hubiera sido mucho más fácil y rápido si los jefes nos brindaran más mano de obra. Bueno, no es que sea algo malo, para ser sincero, esto se debió a que el trabajo era para un distinguido cliente por lo cual no deseaban que quedara a medias el trabajo y, al igual que la calidad, solamente lo podíamos lograr una pequeña cantidad de trabajadores.

Fue como si me hubieran explotado durante un mes, que fue el tiempo aproximado que duro este trabajo. Sin más que decir, había insistido en que podré llevarte algo para ti cuando nos pagaran por haber hecho este trabajo. Y, al llegar el día de paga, la verdad me quito todo de encima al ver que obtuvimos una buena paga por el trabajo que se realizó. Me gustaría también que nos dieran una felicitación puesto que el trabajo que se realizo fue muy laborioso y complicado.

Dejando eso de lado, mientras me encontraba caminando en la calle, logre ver que en una tienda estaban vendiendo un peluche de un caballo negro con blanco, la verdad me parecía que te gustaría recibir este peluche para jugar. No es que sepa en realidad que te pueda gustar, sin embargo, no me puedo dar el lujo de llevártelo y tener esa sensación de que este te ha de gustar.

Voy caminando de regreso a casa y, durante el camino, estuve viendo como algunos padres llevaban a sus hijos en las manos y caminaban. Entre estas familias que logre observar, se podía notar que ellos estaban usando unos gorros por ser ya la temporada de invierno.

Entre la multitud de personas que pasan a mi lado, ya que preferí caminar de regreso a casa en lugar de subir en el autobús, quise llevarte algo de ropa. Si tan solamente me hubiera imaginado lo que pasaría en esa ocasión, tal vez me prepararía con anticipación.

Vi una tiendo con ropa para bebes y decidí entrar en busca de algo para ti. Mientras miraba los diferentes diseños que ellos ofrecían con sus variados precios, una de las vendedoras se acerco a mí y me pregunto – Buena noche señor, me podría decir lo que busca – yo, un poco fuera de lugar al ser que la mayoría de personas que estaban en lugar eran señoras, respondí – bueno... veras... me encuentro buscando un suéter y un gorro para mi bebe – la empleada me pregunto, mientras me indicaba con la mano que la siguiera hacia la derecha – dígame señor si es para una niña o un niño que está buscando – yo – es una niña – la recepcionista – cuantos meses tiene – yo bueno, en este momento cuenta ya con ocho meses aproximadamente – al decir esto se me paso por la mente que ya ha transcurrido un buen tiempo desde que naciste y llegaste a nuestra vida. Todavía hay veces que nos despiertas en la noche, pero ya me acostumbré un poco, además ya no lo haces con tanta frecuencia como era al principio. No puedo creer lo grande que te estas poniendo cada vez más y más conforme el tiempo se va volando sin decir nada. La trabajadora del lugar se encontraba revisando unos diseños que tenía colgado mientras yo no podía estar seguro si lo que estaba haciendo estaba bien. Bueno, seamos sinceros, tu ropa no lo había comprado yo, tu mamá fue quien termino comprándote ropa al igual que tus abuelas. Entonces, esta que es mi primera vez que lo estoy haciendo por mi cuenta, no sé ni que pensar cuando la trabajadora me pone en el mostrador una variedad de estilos. Se podía apreciar de diferentes colores, telas, algunos tenían alguna estampa o estaban cosidos a mano, digo yo, los dibujos. Algunos eran juego completo, otros eran un poco más caliente, según lo que ella me decía, pero yo me encontraba volando en las nubes al no saber ni cual llevarte.

Estaba, en ese momento pensando como te verías usando alguno de esos estilos de ropa. Pero, lo que si era gracioso y lo recordaré por siempre era el tener que escoger uno y luego escuchar como algunos decían por atrás "de verdad, piensa llevarse eso para su bebe" "ese estilo no es para nada lindo" "Ese color puede que no sea adecuado para la piel de un bebe" entre otras cosas.

Al escuchar cada una de las diferentes opiniones que daban las personas que estaban dentro de la tienda, dentro de mi lloraba mientras me decía – ¿cómo puede ser tan difícil tener que comprar un poco de ropa para Kimora? Y si las cosas son como dicen las personas ¿estará mal si no escojo bien lo que te he de llevar? – como lo podrás haber notado, en algunas ocasiones me dejo dominar por la duda y así es como puedo terminar influenciado por las personas sin darme cuenta.

Por suerte, tu mamá me había contado un poco como es que escogían tu ropa. Si lo hubiera recordado antes, me hubiera ahorrado el tener que estar pensando demasiado sin tener en cuenta nada más que las opiniones de las personas. Es por ello que, diciéndole a la trabajadora lo que necesitaba que tuviera la ropa, por fin pude comprar e irme a casa.

Al llegar por fin a casa, tu estabas durmiendo y tu mamá ya me estaba esperando con un vaso de café. Yo, dándote un beso en la frente, me senté y le enseñé a tu mamá lo que había comprado. A pesar que ella decía que ese atuendo quizás no te llegara a quedar bien, no sé el motivo, pero yo te mire como la te veías tan hermosa cuando te lo pusiste.

A la mañana siguiente, mientras tu mamá salió por un instante y me quede contigo. Estabas durmiendo muy tranquilamente, en mi caso, estaba sentado en la silla mientras leía un libro. No es que sea de las personas que leen bastante ni nada por el estilo, sino que en ocasiones puede ser muy tranquilo el estar así sumergido en la lectura dejando la imaginación volar. Bueno, también se debía a que si ponía la televisión te podías despertar. Lo que tenía puesto en este momento era la radio. La emisora que tenía sintonizada, en este instante se encuentra pasando un poco de música relajada y suave.



#11152 en Fantasía

En el texto hay: historias

Editado: 29.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.