El Diario de una Joven Actriz

Capítulo 2. 2 de Enero de 2018

Mérida, 2 de Enero de 2018

 

     Me desperte a las 11 de la mañana, mi sobrino que es como mi hijo durmio conmigo. Lo abrace y de mis ojos desbordaron algunas lagrimas, ahora el tiempo era contado el 15 de Enero se iria del país con su mamá que es mi prima, que es como mi hermana. Si es algo raro pero en fin, él niño va siendo mi sobrino. Ah se me olvidaba con ella tambien se va mi hermano. Despues de cepillarme, bañarme y vestirme de una manera sencilla, hice mi calentamiento, aun abro los ojos y siempre se debe hacerlo cerrado. Siendo sincera, me siento incomoda e insegura, es increible lo que siento cuando cierro mis ojos.

     Comencé sin movimiento, parada en medio de mi habitación, respiraba, sentía el frio viento recorrer mi cuerpo. Encendi mi imaginativo, me imaginaba en un lugar arbolado, con rosas, margaritas, azucenas, todo tipo de flores. Empecé a mover mi rostro. Para permanecer quieta me imagine que era un tronco y solo podia mover mi nariz, seguida de mis cejas y mi rostro completo. Permaneci asi hasta que mi reloj sonó en cuestion de segundos y ahi supe que era el momento de mover mi cuello, suave sin movimientos bruscos. Circularmente de arriba a abajo, izquierda a derecha. Sin dejar de mover mi rostro en algun momento. A los 5 minutos volvio a sonar un pajarito (era el tono que le habia dado a mi alarma), y comencé con el movimiento en mis hombros. Los levantaba y dejaba caer, cada vez que sonaba la alarma movia otra parte de mi cuerpo, como los codos, las muñecas, los dedos, seguida del pecho, caderas, rodillas, piernas y tobillos. Todo en ese orden, hasta sentirme totalmente libre, dejando de ser un tronco de un arbol viejo, a una linda mariposa bailarina.

     A las 12 del mediodia termine mi calentamiento, estirada totalmente claro esta. Apenas termine de montar lo que seria el desayuno, escuche a mi pequeño bebé que es como llamo a Santiago mi sobrino, que se quejaba de algo casi como si fuera a llorar.

.-¿Que tienes?-. Le pregunte

.-Mamá, tengo hambre-. Se frotaba sus ojitos sentado en mi cama, lo tome en mis brazos y lo cargue hasta la cocina, donde lo sente en la mesa.-Gracias mamá-. Dijo una vez le servi la arepa.

     Todos se fueron levantando conforme pasaba el rato, mi mamá preparo una sopa de la que tanto nos gusta en casa, la de huevito. Si suena raro, pero me gusta y así sera siempre. Si alguien leyera esto pensaría mal seguramente. Lleve a Santiago al parque un rato en lo que la comida estaba lista. Mis primos que viven al lado (Incluyendo a la mamá de mi bebé y él por supuesto) llegaron justo cuando yo llegaba del parque. Mamá nos sirvió la sopa a todos y comenzaron a comentar de lo gracioso que habia sido el dia anterior. Veran el dia anterior en la casa de mi tia hubo una fiesta de año nuevo, como todos los años donde toda la familia se reunia y algunos de los amigos más cercanos. Aprovecho esos momentos cada vez que puedo, solo falta poco, para que tres personas súper importantes para mi se vallan, mi nene me abraza cada 8 minutos diciendome que soy su favorita, me daba besos en la mejilla y me reia con él mientras le hacia cosquillas. Esta noche se encontraba acostado a un lado mio, lo observo dormir, sus pequeños ojos cerrados con calma, sus manitas cerradas casi en un puño, su pijama azul clara y blanca con el dibujo de un tren en el medio.

     Sin poder dormi, me senté en la cama y recordé muchas cosas, entre ellas, el dia que fui por primera vez a Caep. Hector el director artistico, había pedido que fuéramos en ropa cómoda, pero yo lleve mis pantalones blancos. Que tonta me sentí verlos a todos con ropa cómoda y yo ahí con pantalones y converse para nada comodas.

     Ese primer día fue, mi primer calentamiento, valga la redundancia. Unos empezaron a estirar piernas, y yo no lo hacía completo por culpa de los pantalones. Sin olvidar que me temblaban los brazos y las piernas por la mala resistencia que tenía y que a decir verdad aún obtengo. Todos lo hacían bien y yo me sentia como una completa idiota. Aquella vez nos reuniamos en el Hotel la Pedregoza., algunos chicos del grupo iban actuar ese mismo día en la tarde con la puesta en escena "La Comedia del Arte" Una obra que no vi si no hasta algunos meses despúes.

     Recuerdo que pensaba lo extraño que era estar en un lugar donde nadie me conocia y yo era practicamente la rara. Hubo un momento de descanso, donde yo tome mi bolso y me sente en una esquina del lugar que no era muy grande, pero tampoco muy pequeño. El resto del grupo estaban sentados de seis hasta incluso de nueve personas. Tenia intenzas ganas de llorar peor no quería llamar la atencion de los demás, o bueno, no de esa manera. Sentir sus miradas en mi es algo muy incomodo, incluso el simple hecho de mirarlos a los ojos es algo que para mi es aterrador.

     Cuando llegue ese día de la sesión a mi casa. Empecé a llorar en mi cuarto, con mis rodillas al pecho acostada en mi cama. Queria un abrazo de mi mamá René (Nonna-Abuela), pero ella lamentablemente murio hace algunos años. tambien queria uno de mi papá Luis (Abuelo), pero él esta en Maracaibo. Sobre todo la de mi mami (Madre Biologíca), pero ella estaba en el vigia recien operada. Me sentía sola, sin nadie, nada más que mi hermano, Alexander, a quien llamamos por cariño Alex. Él no da abrazos constantemente, los odia se podria decir practicamente. Pero esta vez fue la esepción, y se lo agradecí en el momento que me abrazo.



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En el texto hay: novelajuvenil, musica, teatro

Editado: 29.10.2018

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