2 de octubre/2025
Ayer herví un huevo para el desayuno. Cuando lo descascare, vi que votaba un líquido amarillo porque la yema, de alguna forma, había estado expuesta dentro del mismo cascarón; lo olí y no hedia; lo mire y me dije: bueno si en el televisor se lo comen empollado, este tiene que estar bueno, me equivoqué: no me había comido ni la mitad cuando empezaron las náuseas.
Corrí a la nevera y tomé un pedazo de limón que me había empezado a comer dos semanas atrás, le eché un poco de sal y me lo comí a toda prisa. Las náuseas se fueron al instante, pero también mi apetito. En ese momento apenas eran las diez de la mañana así que no le di mucha importancia. Pero si debí hacerlo porque cuando termine de preparar el almuerzo tampoco quise comer y ya para la cuatro y media de la tarde había acumulado tanto gases que sentía que con cada movimiento que yo hacía uno de esos gases me tiraba de un nervio como si fuera un hilo que ya metido entre la piel alguien levanta y empieza a tirarlo y tirarlo, pero que al final no sale. También tenía mucha sed, pero tampoco quería llenarme el estómago de agua así que fui por un poco de hierbabuena e hice un té. Me tomé dos vasos y casi al instante empecé a eructar como si lanzara truenos. Ese revoltillo en mi estómago e intestinos de agua y viento también me hizo que me mariara. Por lo que durante un par de horas anduve sin ánimo y lanzando gases por arriba y por abajo. Termine de desinflarme ya entrada
las ocho. Me senté a escribir unos randoms. Quería publicar unos diferentes a los que publique. Pero pensé que si lo hacía terminaría espantando al único lector o lectora que cruza por aquí. ( No se quien eres. Pero gracias).
Fui a preparar la cena, la terminé y aún no tenía hambre. Así que me puse a lavar los platos tanto los de la cena como los del almuerzo que aún no había lavado por el malestar. Lo hice a paso de tortuga porque aún no tenía mucho ánimo así que terminé a las once y media de la noche. Sabía que no podía acostarme sin cenar así que freí un poco de cebolla: era eso o un huevo y de solo pensar en el huevo sentía náuseas así que solo me comí un pedazo de plátano con cebolla.
Después de todo no fue un día para nada malo. Pero hoy 2 de octubre me siento como una mierda depositada y después aplastada. Ya escribiré el porqué.