Querido diario:
Hubo una fiesta después del partido.
Todos estábamos allí. Era la casa de Jacob, uno de los chicos del equipo de Lacrosse.
La música sonaba muy fuerte, la gente bailaba, había luces de colores de esas que te marean.
Y alcohol, mucho alcohol.
Melissa insistió en que bebiera. Le dije que no.
No otra vez.
Todo en aquella fiesta me recordó a esa noche.
Un detalle en especial...
Cuando entré a la fiesta vi un precioso Ferrari azul.
Creí que era tan solo mi imaginación.
Salí a tomar aire.
El Ferrari seguía ahí. Riéndose de mí.
Patético, lo sé.
¿Sabes lo peor?
Lion me vio observar su auto, se acercó a mí. Estaba borracho... demasiado.
Me pregunto si quería dar una vuelta, le dije que no.
Se fue adentro. Y esta vez, no lo detuve.
Y me largue de ese lugar.
Joder.
Siempre tuya, Lily