Querido diario:
Ha sido mejor de lo que pensé.
Esas chicas son pura adrenalina.
Salimos a mitad de la noche, tan solo porque Morgan quería vengarse de su ex novio.
Esto me recordó tanto a Ciudades de Papel, que incluso reí, cuando Juliet le pregunto si había visto esa película o leído el libro.
La verdad, sí que fue la gran cosa lo que Morgan tenía planeado.
Su ex novio vivía en una casa de un solo piso, por lo que acceder a su habitación no fue difícil, tampoco lo fue sabiendo que Morgan estaba muy informada de las entradas y salidas.
En cierto punto de la noche, me pregunte si alguna vez había tenido que usar ella esas salidas ocultas.
También me di cuenta de algo, Melissa puede elaborar un plan en tan solo dos minutos.
En fin, lo primero que hicimos fue pintar su auto, luego de abrirlo (gracias a que Juliet sabe forzar cerraduras con una horquilla), pusimos pescado podrido en el maletero y un poco debajo de los asientos traseros.
Asqueroso.
Luego llego la parte interesante, entrar a la habitación de un chico. ¿La verdad? me sorprendió lo ordenado que era.
Todo estaba cuidadosamente acomodado, en un perfecto orden.
Entonces entendí parte del plan de Morgan.
¿Te preguntas por el chico?
Durmiendo.
¿¡Cómo diablo no se despierta!?
Ah, lo había olvidado.
En ese momento había observado la taza de café en la mesa de noche, y por milésima vez en la noche, me pregunte como diablos Morgan había logrado colocar el tranquilizante dentro.
Tardamos aproximadamente una hora desacomodando esa habitación. Podríamos haber terminado antes, pero Juliet insistió en no hacer mucho ruido.
Cabe aclarar que él estaba totalmente cubierto de cera depilatoria.
¡Necesito ese tranquilizante, ya!
Para el final, Morgan quería colgar un cartel en su venta, para ello había que subir al techo, pero no sabía dónde estaba la escalera.
Me ofrecí para subir, tan solo les dije como ponerse, iba a saltar.
Y lo hice, después de años de práctica, al fin logré hacer ese enorme salto de altura.
Las chicas quedaron alucinadas, eso me gusto.
Puede que sí me guste llamar la atención después de todo.
Colgué el cartel y nos largamos de allí.
¿Sabes?
Creo que aún tengo oportunidad de seguir mi vida, aunque duela.
Estoy haciendo amigas de verdad.
Tal vez, después de todo, incluso el monstruo más maligno de todos necesite un segundo comienzo, una huida de esa oscuridad que lo envuelve y una llegada a la luz eterna.
Siempre tuya, Lily.