Querido diario:
Otra de las cosas que no te he escrito, y que obviamente omití, fueron varias cosas que sucedieron en la secundaria.
Como el día que a Melissa y a mí nos enviaron a castigo por hacerle una broma al profesor.
O la vez que hicimos carteles por el cumpleaños del director y lo pegamos en todos lados, incluso a las afueras del instituto.
Tampoco te conté que el día que Lion dijo mi nombre, yo no solo salí de allí, sino que, termine en el cementerio, y me quede dormida junto a la tumba de Laila.
Siempre tuya, Lily.