Día 864.

Lo vi. Por fin lo tuve entre mis brazos una vez más. Aun con el sudor corriendo por su rostro y por todo su cuerpo, lo abracé. Quería sentirlo cerca de mí.

Dwight me pidió que no dijera una palabra al respecto. No quería tener problemas. No entiendo por qué lo hizo, él no gana nada, al contrario pierde, pero no importa. Pude estar con él unos minutos. Los mejores minutos de toda mi vida.

...

- Daryl -susurré cuando lo abracé.

- Sarah -dijo con voz ronca mientras olía mi pelo, luego nos separamos y acunó mi rostro entre sus manos-. ¿Estás bien? No te hizo nada?

- Estoy bien -le aseguré.

- ¿No te hizo nada? -repitió.

- No, ya te he dicho que estoy bien -no pude evitar que cayeran algunas lágrimas y él las limpió con sus dedos pulgares.

- Pero, ¿cómo...?

- Tengo mis contactos -presumí.

- Sí, pero ¿cómo llegaste aquí?

- Estoy aquí para verte -traté de evadir sus preguntas, pero él insistió-. Por favor, no preguntes y sólo bésame.

...

Y cumplió con mis deseos más íntimos por tan sólo unos mágicos y eternos y gloriosos y perfectos minutos.

Sus labios, su calor, su piel, él.

Lo extrañaba. Me hizo tanta falta durante este tiempo que estuvimos lejos. Y nunca dejé de pensar en él ni de amarlo. Ni por un segundo. Nunca dudé de mi amor ni mucho menos lo olvidaré. Porque yo lo amo, con todas las fuerzas de mi corazón. Lo amo. Y aunque Negan tenga tanto poder, jamás podrá controlar mis sentimientos. Jamás.

Lo que me mantenía con vida por tanto tiempo y a sobrevivir a este maldito infierno era la esperanza, el sueño, de que algún día estaría así con él.

Pero el sueño acabó.

Y mientras duró fue hermoso.

Desperté en mi cama con el corazón hecho un nudo. Por un segundo pensé que ese momento era real. ¿Por qué Dwight me ayudaría? Él tiene su propio pellejo que salvar.
 

...
 

La puerta sonaba. Sarah fue interrumpida mientras escribía y fue a ver quién tocaba la puerta.

- Dwight -dijo ella sorprendida.

- ¿Quieres ir a verlo?

- ¿Qué?

- No tenemos mucho tiempo, sólo responde

- Sí -dijo ella con recelo.

- Esta bien, vendré a buscarte en unos días.

- ¿No puedes llevarme ahora?

- No. Es muy arriesgado. Incluso esto es arriesgado para mí -dice mirando hacia el pasillo para ver si no había alguien espiando.

- De acuerdo, en unos días.

- Perfecto. Ahora debo irme.

¿Por qué Dwight quiere ayudarme? -se preguntó-. Fue algo parecido a lo que pasó en mi sueño.

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