Hace unas noches dormí con Negan. No como siempre ha sido. Esta vez intimamos. Debo admitir que me gustó, mientras duró. No puedo ser tan dura con él, incluso aún puedo sentir sus besos sobre mi piel. Pero, me siento tan culpable por Daryl. Lo he traicionado. Ahora nunca más podré verlo de frente. Él está enfadado conmigo y no lo culpo. No tengo excusa, pero por más que le dé mis razones él no entendería. Le prometí que le sería fiel y no pude cumplir con mi palabra. Hasta yo misma me odiaría.
Como si no lo hiciera ya.
Sin embargo, las cosas no quedaron allí.
Hace unos dos días estaba hablando con Sherry mientras ella fumaba un cigarro. Estábamos en el salón donde siempre estábamos las "esposas" de Negan. Sherry se quejaba de su vida y me repetía una y otra vez que estaba cansada de este lugar.
Sherry y yo nos hicimos buenas amigas desde que llegué aquí, aunque a veces me preocupa cuánto sabe ella realmente.
Al menos con ella me he podido desahogar. Le conté mi historia con Daryl y me dijo que me entendía. Las demás, tomaban un poco de whisky.
Después de unos minutos a solas, entró por la puerta Negan tan campante como siempre abriéndose paso y presumiendo de tener muchas mujeres porque él podía. Yo puse mis ojos en blanco. Negan llamó a Sherry y ella le llevó un vaso con whisky.
En ese momento, al escuchar su nombre no lo pude creer. Mi cuerpo se paralizó y juro que por un segundo sentí que mi corazón se paraba como un reloj sin batería.
Por causas de fuerza sobrehumana que saqué, no sé de dónde, me volteé y lo miré fijamente y él me miró a mí de vuelta.
...
- ¿Sarah? -estaba igual que yo de sorprendido.
- Así que ese es tú verdadero nombre -dijo Negan sorprendido y los vellos de la piel se me erizaron.
- Carl, ¿qué haces aquí? -mis ojos viajaron desde Carl hasta Negan y nuevamente a Carl.
- Eso debería de preguntarlo yo -replicó él.
...
No sé podía poner peor. Carl estaba aquí quien sabe por qué y ahora Negan sabía mi verdadero nombre, lo que no quería.
Ah, pero claro, el universo no podía dejar las cosas así, tenía que ponerlas más difíciles para estar satisfecho haciéndome sentir más desgraciada que nunca.
Alguien tocó la puerta de la habitación y Negan abrió. Dio espacio para que Daryl, quien vestía con un traje de "esclavo" con la letra A pintada con naranja sobre su camisa, entrara a la habitación.
Si antes sentí que me había dado un paro cardíaco, bueno en ese momento juró que explotó como una bomba nuclear asesinando a media población mundial. Y puedo estar segura que el de él también. Hasta dejó caer la bandeja con fruta que cargaba entre sus manos. Quería correr hacia él, abrazarlo, besarlo, tocarlo, sentirlo bajo mi piel, sobre mis labios... Había imaginado tantas veces cómo sería ese momento y ese no se le parecía en lo absoluto.
...
- ¡Carajo! Esta sí es una fiesta.
"¡Cállate, idiota!" -pensé.
- Vamos a un lugar más cómodo.
...
Negan nos llevó a su habitación personal. Nos sentamos tres en el sofá. Carl estaba frente a nosotros y Daryl estaba de pie detrás de Carl, y Negan estaba a mi lado. Estábamos en silencio. Estábamos incómodos.
Carl tenía la cabeza gacha tratando de ocultar el enorme hueco en su rostro con su cabello, dado que Negan no dejaba de molestarlo olvidando que es solamente un niño. Lo hizo como castigo por matar a dos de sus hombres. En cambio Daryl me miraba con tanta intensidad y yo a él con vergüenza. Negan podía notar la tensión que nuestras miradas cruzadas provocaban.
Daryl tenía muchas preguntas y yo muchas respuestas, pero la intromisión de Negan impedía que las formuláramos en voz alta.
...
- ¡Carajo! -su voz hizo que me estremeciera-. Ustedes sí que saben cómo hacer sentir al alguien jodidamente incómodo.
Y ninguno dijo nada.
- ¿Qué hace Carl aquí? -dijo finalmente Daryl.
- Es curioso que preguntes -respondió Negan con una falsa emoción-. Nuestro querido Carl, aquí presente, tuvo los cojones bien puestos para esconderse en uno de mis camiones y le disparó a dos de mis hombres.
- Carl -dije por fin sorprendida por lo que acababa de oír.
- ¿Y tú? ¿También te escondiste en el camión? -esa vez la pregunta iba dirigida para mí. Lo miré sin saber qué decir.
- No -respondió Negan por mí-. Pero es una historia fascinante -dijo divertido.
No dije nada y traté de esconder mi rostro con mi pelo.
- ¿Sabes? Ahora entiendo todo.
- ¿Qué cosa? -preguntó Daryl. Yo levanté mi cabeza de golpe.
- El por qué la queremos.
- ¿Por qué?
- Porque es inolvidable -dijo mirándome.
- Negan -lo detuve-. No, por favor -supliqué.
- Lo que tú digas, preciosa -dijo con burla y me besó en los labios tomándome por sorpresa, enfrente de Daryl y de Carl, con la evidente intención de hacerlos enfadar. Quería hacerles entender que yo ya no era parte de su grupo.
...
Me separé de él inmediatamente empujándolo con fuerza.
Él me miró y notó mis ojos suplicantes. Daryl no entendía nada. Negan accedió a mis deseos y no dijo ni una palabra más al respecto.
Finalmente, dijo que tenía que ir a dejar a Carl a su casa. Yo le pedí que me llevara con él, pero se negó.