capitulo 11- El baile

Escucho voces al final de la puerta, una discusión diría yo, las voces resuenan por todos lados, caminó despacio hasta la puerta y me detengo a escuchar.

-no puedes entrar, ya se los dije ella está bien- es la voz de clyde que está parado en la puerta tratando de evitar que entre la otra persona

-y como sabemos que dices la verdad, desde que te conocemos lo único que has hecho es lastimarla- la voz de liam calla la de clyde- si le haces algo juro que te mato 

-.ustedes la lastimaron primero cuando pidieron su mano, ella y yo estábamos muy bien antes de que llegaran, lo único que han hecho es causarle problemas- Cruje el suelo y eso nos alerta, se callan y mejor se van. El pájaro está detrás de una ventana, mi pequeño héroe, lo dejo entrar para que no se congele afuera. vuela silenciosamente, se posa en mi hombro como si fuera su lugar seguro, supongo que nunca lo trataron bien por lo que me considera su salvadora cosa que estoy muy lejos de ser. 

le estoy sirviendo un poco de semillas que guardo en la comida cuando tocan a la puerta, dejó las semillas en un plato para que Sombra se alimente. Siguen insistiendo, abro las puertas para encontrar a 5  jóvenes, no deben de tener más de 15 años pero su mirada seria y sus ojos cansados les dan la apariencia de personas mayores. Hacen su habitual reverencia, la líder de ellas me informa que están aquí para arreglarme para el baile, una de ellas carga una gran caja, esto será tardado. 

la primera hora se dedican a ponerme una serie de cremas y cosas para que mi piel se vea radiante, una mide mi cuerpo, las otras arreglan la bañera con pétalos de flores, me piden que meta y lo hago, al principio me incomoda que me vean pero lo superó después de varios minutos de meditación, algunos procesos son relajantes otros no tanto, ya es más de medio dia y aun no he comido, cuando creo que morire de hambre una de ellas entra con una bandeja de frutas exóticas y uno que otro postre, ellas solo me ven comerlo, siento pena por ellas y les ofrezco a lo que aceptan alegres.

Ya han pasado 3 horas y aun no terminamos, entonces sacan de la caja el vestido, es negro, solo tiene una mangala otra parte es descubierta, no tes como los otros que me he puesto este es diferente, en la cintura hay un cinturon de rosas rojas, la parte de abajo es suelta con un poco de vuelo. Lo ponen con extremado cuidado, la tela es tan suave que no siente que llevo algo puesto, la parte de arriba  esta formada con encaje negro, la manga es tranaprente y ligeramente olgada. me calzan unas zapatillas altas no sin antes ponerme en cada tobillo una cadena de oro. 

El maquillaje que ponen solo conta de tres tonalidades, gris, negro un poco de blanco, ponen en mis labios un negro metalico que resalta mi tonalidad de ojos. Eligen con cuidado cuatro pares de aretes, los primeros son dos pendientes negros y los segundo son alargados, recorrren la mayor parte de mi oreja simulando unas hojas entrelazadas. Cuando termina de pintarse las uñas es cuando notan que falta algo

-su majestad hacen falta unos anillos, se supone que debería poseer 3 anillos por sus prometidos pero solo tenemos uno y es el de lord Revan, acaso hay un error o…

-no hay error- callan y continúan con lo suyo. 

La última pieza, la corona real. Solo una vez la he visto y sigue siendo imponente como siempre, con sus grandes ornamentos y sus piedras sigue imponiendo poder y gloria. Ni padre ha podido ponerla en su cabeza porque no pertenece a mi familia. 

ya es hora de salir, pero recuerdo que esta vez es diferente, se me hace un nudo en el estómago, los nervios me recorren de pies a cabeza, el aire se me hace escaso,los peores escenarios se reproducen en mi mente, las sirvientas son sustituidas por damas de compañía que siempre me siguen a donde vaya o eso aparentan. en la entrada me detengo, las damas pasan primero, no puedo dar otro paso más sin sentir que algo me consume. hasta que siento el toque de una mano, me giro y ahí está clyde elegante como siempre vestido del mismo color que yo, me tiende su mano; aunque estemos en silencio su mirada me transmite un solo mensaje “no estas sola si me tienes a mi” eso logra darme la seguridad necesaria para  hacer que abran la puerta. 

En cuanto la abren una poderosa luz me ciega por unos segundo, el gran salón está adornado por esculturas de hielo, el techo está abierto como en otros tiempos, los nobles paran de conversar y solo se fijan en mí, todas las miradas están puestas sobre como nunca antes, al final del salón sentado sobre un trono se encuentra mi padre, viste su ropa de gala con su corona de rey, la luz de la noche lo hace ver señorial, a su lado están Sean y Liam, están parados, que gran imagen como siempre padre logra imponer su autoridad aun sea en su reino y en un baile. Clyde me acompaña, al igual que yo tiene mucha ansiedad, las miradas se sienten como cuchillos enterrándose en mi piel, perforando mis huesos y quebrando mi alma. 

Camino ante  muchas miradas que esperan un error, un grieta que demuestre mi debilidad, lamento decepcionarlos pero hoy no lo haré, deje durante mucho tiempo que las palabras me definieron, terminé convenciéndome que no valía nada como unos decían, acepte la culpa cuando mi madre se fue pero ahora baja la luna observó tres gemas que brillan en los ojos de tres personas que desean algo de mi. Puede que no busquen mi amor o mi afecto pero me necesitan al igual que yo.

Al llegar al lugar donde se ubica mi padre, hay otro trono, este es rosado con negro, pero este tiene un acabado diferente, es mas para una mujer  que para un hombre, me siento en el y miles de recuerdos me invaden, recuerdos que no me pertenecen, son de reinas pasadas que se han sentado ahi, sus emociones estan grabadas aqui, recorro con la mano los brazos del trono, se sienten pequeñas marcas como si fueran rasguños, eso rasguños fueron provocados por la colera de las mismas reinas que en algun momento se encontraron en situaciones que requirieron mucha fuerza de voluntad, calladas a la sombra de un hombre pero tambien hubo pequeñas victorias que se convirtieron en grandes ganancias.