El dilema de la princesa

Capitulo 15- Respuestas

despierto con una horrible jaqueca, no es tan fuerte como las otras y hasta cierto  punto es tolerable, ya no es de día sino de noche, la luz de la habitación es mínima, apenas se puede ver pero estoy segura que lo que tengo enfrente son unos ojos que me observan desde una silla. La entidad se acerca lentamente a mi,  entrecierro los ojos buscando ver más en la oscuridad pero no da resultados y solo he perdido tiempo tratando de saber quien es.

-ya despertaste- la voz suena demasiado familiar. tomo una almohada y se la lanzó, caen su cara justo donde le duele

-pero qué te sucede- dice liam tocándose la cabeza 

-perdon, pero estas en mi habitación en la oscuridad y no te presentas- bajo la mirada a mi cuerpo y noto que ya no llevo mi ropa de antes, solo llevo un camisón ligero

-que me hiciste- me tiembla la voz

-nada, las sirvientas te cambiaron por que cuando te desmayaste empezaste a sangrar demasiado de la nariz y tu ropa está demasiado manchada, espere hasta que te cambiaran y no me he movido de aquí- aclarar sentándose en la cama 

-pero que haces- le digo mientras el se acomodó plácidamente en mi cama sin importarle que le digo que se baje

-que no entiendes, bajate- lo trato de levantar con una mano cuando él toma la mía, lala mi cuerpo hacia la cama antes de que me de cuenta esta sobre mi.

-Dime algo, sinceramente piensas elegir a uno de nosotros o solo es un juego para ti

-tu dimelo, te la has estado pasando seduciendo a diversas mujeres del palacio-esto lo sorprende

-estas celosa

-de ti, claro que no- respondo pero no lo veo a los ojos- ya suéltame 

un golpe en la puerta hace que lo que me iba a decir liam se lo guarde para sí 

-así que por eso no te encontraba, maldito- clyde avanza rápidamente hasta donde estamos nosotros, asu lado esta sean que permanece callado como siempre

-y tú esperaba algo mejor de ti- un poco de culpa me invade pero es destruida por mi enojo

-cual es tu problema, estás vivo y ni siquiera agradeces- esto lo hace enojar mas

-mi problema es el que se aprovecha de las situaciones para acercarte más a ti

-tanta inseguridad tienes que debes desestimar a tu competencia solo para estar seguro del amor de eider, por favor no me hagas reír- liam lo provoca

-basta ambos- sean detiene a clyde que quiere golpear a liam

-tú también- la sonrisa de suficiencia de liam se esfuma 

-será mejor que nos vallamos-  sean arrastra a clyde  con el.

-creo que mejor me voy, gracias por su tiempo- me da un beso en la mejilla y se va triunfal de la habitación.

-debí de haberte matado- liam se detiene

-pero eso pondría muy triste a su majestad que fue la que me salvo- esto está que explota de celos y enojo.

-no quiero perder mi tiempo en ti- liam sale de la habitación mientras que son arrastra a clyde para que salga de la habitación.

-espera tengo que hablar con ella- 

-pero yo no- sombra se abalanza sobre ellos y los saca de la habitación. vuelvo a recostarme en la cama.

El colgante rojo está en la mesa de noche, lo tomo y la única piedra que tiene parece que su interior se mueve, que cosa mas extraña. tal vez sea mejor no utilizarlo nunca más. Apareció justo antes de que desapareciera aquel hombre.

-ahh ya me extrañabas- susurran desde el otro lado de la habitacion- un escalofrío me recorre el cuerpo- sabia que habia sido un buena idea darte ese collar

-que quieres-la entidad se acerca y como siempre no le pude ver su cara- y por que nunca te puede ver la cara

-Aun no quiero que me veas, se que tienes ciertas dudas pero te respondere algunas

-¿quien eres?

-Bueno si eso es lo que quieres saber, antes de que te diga te parece si hacemos un trato- que podía darle yo a este sujeto y que fuera tan valioso para ofrecer un trato

-que quieres- logró decir lentamente- no se que le pueda dar a una persona como tu

-yo solo quiero pasar tiempo contigo pero para hacerlo necesito una gota de  tu sangre y a cambio de eso te responderá una pregunta

-mi sangre ¿por que? 

-esa es una pregunta y si quieres respuesta solo debes darme una gota-  que podría significar todo esto.

He estado la mayor parte del tiempo con mentiras y verdades a medias, si esta cosa puede decirme las respuesta, dar un poco de mi sangre no es nada. Asiento con la cabeza y pese a que no lo puedo ver completamente se que irradia felicidad pura

-Contestando a tu pregunta anterior, yo soy un destino- contesta lentamente

-¿destino?

-Si, hace demasiado tiempo, la tierra en la que tu vives solo era una colonia mas de muchas otras, eran 6 en total, cada uno de los destinos es diferente, con sus propios dones y habilidades, no sabemos cómo nacimos solo sabíamos que existíamos para cuidar esas colonias, pero la tranquilidad con la que reinaremos fue acabada cuando los planetas empezaron a morir, yo el destino de la guerra y la muerte era el encargado de cuidar tu colonia y pese que al principio odiaba que me dieran un planeta un poco solo y sin nada impresionante como el de  los demás, fui descubriendo las pequeñas maravillas que existen solo aqui, cuando los demás planetas empezaron a morir, los otros destinos estaban furiosos, creyeron que si intentaban cuidar otra colonia iba ser diferente, iniciaron con una pero fallaron, luego otra y así hasta que solo les faltaba la mía, pero me negué y esto lo enfureció, inició una guerra y gracias a eso pude sacar ventaja por mis dones, al final todos murieron pero su sangre cayó a la tierra provocando que las personas tuvieran algunas de nuestras habilidades en menor potencia, mi sangre cayó en una mujer que se convertiría en la primera reina  de su nuevo reino al que ahora llaman tempert, su descendencia ha llegado hasta ti- toca mi frente algo se revuelve en mi interior




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