El dilema de la princesa

Capitulo 37- El frio de tus ojos

tras media hora asegurando la eficacia de nuestras flores y el medio por la cual se iban a negociar las sirvientas, pudieron arreglar todo de manera sencilla como lo pedí, así solo me pusieron un vestido morado simple con un toque ligero. Así de esta forma no me oculto bajo una capa de maquillaje y un vestido suntuoso, tal vez a Liam le sorprenda pero si sus palabras son ciertas no le molesta verme así. Algo nuevo que he descubierto es que los tatuajes del escudo imperial han casi desaparecido lo cual  debria ser imposible dado que fueron hehos por fuego negro, el cual es imposible de sanar pero miro mi piel y me doy cuenta de que no hay imposibles. Como no tardaron tanto en alistarme debo de tener al menos una hora solo para mi, apenas oscurece, el clima es fresco pero no lo suficiente para hacerme temblar, salgo a los balcones de los que se puede apreciar el crepúsculo, recargada sobre el barandal dejo que la fría brisa toque mi piel, un ligero escalofrío se hace presente pero lo ignoro. La discusión entre minerva y yo provocó que diera información confidencial, en estos momentos espero que la fama que me precede obligue a minerva a no hablar de lo contrario esto podría ponerse feo.

 

La sombras de la noche opacan la escasa luz que hay, ya es la hora de entrar, camino por el suelo negro que ha sido recorrido por las perosnas que cuidan este lugar, esta limpio y un aroma a lavanda da a entender de que ha sido limpiado recientemente, el sonido de un relog es lo unico que se escucha, las manecillas han marcado las 8:00 en punto, no he tardado tanto en llegar pero para ser una cena importante creo que estoy retrasada notoriamente. Para mi alivio se que la persona con la cual compartiré mi cena y mi tiempo no le importa mucho si llego yo antes que él, no debo ni tengo que demostrar nada, si es así como debe de ser una relación sana entonces voy por un buen camino con él salvo por el hecho que a los dos nos une el abismo de la soledad, dos personas rotas tratando de completarse mutuamente, que irónico nunca pensé en eso, tal vez por eso me eligió, sabe que soy consciente del amor que puede ofrecer y el que yo le puedo dar. 

 

entro al pasillo que da al salón en donde se llevará a cabo la cena, los encargados de abrir y cerrar las puertas inclinan la cabeza antes de dejarme entrar, musitó un gracias, es mas de lo que un noble les da asi que lo toman bien, al entrar mis ojos se posaron primero en los grandes rosales que adornan todo el salón, en el techo se han colocado dos grandes lámparas de araña que parecen dejar caer pequeños cristales  han sido encendidos, cerca de las ventanas de cristal están unos músicos tocando suavemente una bella melodía y en el centro una mesa alumbrada por un candelabro está sentado liam con un traje rojo que parece arder como el infierno mismo, se ha dejado peinar y creo que ha cortado un poco su cabellera, dejándome ver esos hermoso ojos casi rojos, me siento un poco minuscula a comparacion de el pero su sonrisa me hace creer que no le importa. En cuanto estoy por llegar a la mesa un ligero viento me hace mirar arriba, ahí en los barandales del segundo piso estan Zac, Liam y Zyan  recargados de espalda con lo que parecen copas de vino, deben de ser los únicos con autorización para presenciar la cena, aunque no parecen muy interesados, no me pongo ha pensar en eso por que ya tengo toda la tensión del hombre enfrente de mi, me ayuda a sentarme y una vez sentados nos sirven los primeros platillos, el silencio que nos rodea es agradable, esto debe ser bueno si estas cómodo con una persona en silencio quiere decir que hay la suficiente confianza.

 

-Sabe, cuando llegue a Tempert usted me ofreció una cena lo recuerda- Claro que lo recuerdo, en ese momento yo estaba tirada en el suelo desangrándose- si omitimos el baño de sangre, fue una de las mejores cenas que he tenido

 

-ha tenido otras  mejores a esta- mira su dedos antes de responderme 

 

-Todas han sido con usted pero esta es la mejor de todas, en las anteriores tuve que compartir su presencia pero hoy solo somos tu y yo- saca algo de su saco, es parecido a una caja pequeña pero parece un diamante

 

-Qué es eso?- se acerca a mi y se queda enfrente mío antes de darme la caja-pero Liam esto es 

 

-Un anillo de compromiso, se que ya soy tu prometido pero quiero que en este momento quede grabado,te prometo cuidarte de la soledad, conmigo al menos haré hasta lo imposible para evitar que sufras, sostendré tu mano cuando tu caigas, limpiar tus lagrimas si has llorado, dejame entrar en tu vida- sus palabras me quitan el aliento, el corazón me late muy fuerte

 

-Pero liam tu ya eres parte de mi vida- no se si fue el efecto de sus palabras o si inconscientemente esto debería pasar pero el suave beso que me dio hizo que sintiera que mi corazón reventaria 

 

-Y espero que siempre sea así- la sonrisa que me dio fue más brillante que una estrella pero interiormente una sola frase no dejaba de reproducirse sin cesar “ nada es para siempre mucho menos cuando se trata de mi”, basta, hoy no me dedicare a autosabotearse- me encargare de eso

 

-Tiene un poco elevado su ego- le respondo cuando ya estamos lo suficientemente calmados para hablar con más seriedad.

 

-Me lo han dicho- toma asiento de nuevo y yo lo hago también, admiro la brillante joya roja que mi dedo porta, al lado de una zul, sin pensarlo unos ojos grises atraviesan mis pensamientos- en qué piensa

 

-En muchas cosas, el trabajo nunca cesa y parece que cada dia incrementa mas, aveces quisiera que alguien más se hiciera cargo pero no me gustaría dejar mis responsabilidades solo por que no quiera hacerlo




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