Capítulo 40- Nadie es lo que aparenta

Una vez que ya estoy lejos de ese pasillo corro en dirección de mi habitación donde entro y cierro con seguro, Zac y sus compañeros me miran raro, no tengo miedo de atacar a liam se que soy muy superior a él pero el hecho de conocerlo y saber que aun con lo que se de el aun tengo sentimientos me hace dudar si en verdad sufriría después de matarlos, imaginar eso calma a los demonios que atormentan mi cabeza . No hay alternativa, debo dejar que esta vez otras personas me protejan, cuanto necesito de ti Clyde y ahora nos separan miles de kilómetros de distancia, entonces si tu no estas  utilizare a tus reemplazos.

-Los que no sean de la orden de la rosa salgan de la habitación- alzo la voz y todos obedecen- ¿bien ya estamos solos?

-eso creo majestad-  dice elio mientras examina la habitación para asegurarse de que ya no  haya nadie más que nosotros 

-Majestad qué sucede- pregunta zyan mientras él y sus compañeros se acercan a mi- princesa

-Apartir de ahora tendrán mucho más cuidado con quien entra y quién sale de esta habitación, si liam trata de pasar impidanselo a menos que yo diga lo contrario, si estoy en una habitación con él quiero que esté siempre vigilado  y eviten que se acerque a mi pueden decirle que es por protocolo y no crean sus amenazas- les digo mientras guardo los papeles de la información de liam en su sobre

-¿Ha sucedido algo malo con el príncipe liam?- pregunta Zac paro de hacer lo que estoy haciendo para hablarles

-Solo diré que he descubierto cosas y necesito tiempo para analizarlo y decidir a futuro - paso a su lado y encender fuego en un bote de basura donde meto los papeles- no puedo decirles mas por el momento pero confien en mi cuando les digo que liam no es lo que aparenta y sus intenciones no pueden ser las mejores 

-majestad tenga confianza en nosotros cumpliremos sus órdenes- el papel cruje a medida que el fuego lo cubre todo

-Confio en ustedes tres, Ezra y leo no deben saber de esto al menos no hasta que los volvamos a ver- asienten, no los puedo obligar a guardar secretos entre ellos después de todo la orden se basa en la confianza y la amistad que tienen si eso se afecta no sería muy conveniente para mi- Ahora tengo que hablar con Clyde, si me disculpan

-Adelante majestad- me dejan pasar antes de verme desaparecer por una puerta

Clyde escuchó atento cada palabra que le dije, de alguna forma logró consolarme mientras le narraba todos mis descubrimientos, me sugirió que no confronte otra vez a liam que ya era una suerte que no me haya hecho nada la ultima vez, estaba enojado pero también frustrado de no estar conmigo pero lo convencí de no venir, el es mi conexión con el distrito rojo, el debe mantener todo en orden hasta mi regreso, al menos el tiempo con liam está llegando a su fin solo debo asistir a unos cuantos eventos y fingir amor, eso no hace que sea menos desagradable pero al menos no estaré sola. Sean ha sido relegado a una parte de mi corazón, no es que no me agrade pero creo que no es amor lo que nos une tal vez una amistad o una cercanía pero no se si pueda haber algo más allá de eso, si algo me ha enseñado la vida es no sacar conclusiones antes de tiempo, Sean tendrá la misma oportunidad que Clyde y liam, veamos cuanto podra lograr.

Los días aquí fueron como supuse, fríos y sin algún sentimiento al menos de mi parte, cada vez que nos reunimos con algún noble o una figura pública liam y yo éramos elogiados por la pareja adorable que aparentamos ser pero en cuanto esas personas se alejaban dejabamos  de fingir, no hubo una vez en la que liam no intentara acercarse a mi pero lo alejaba o más bien Zac se encargaba de eso lo cual provocó un conflicto personal entre liam y Zac que aunque no lo demostraban era muy claro que se odiaban, el ultimo dia por seguir las leyes tuve que cenar una vez más con el, liam sabía que esta vez no debía de haber nadie y se aseguro de que eso sucediera , Zac , zyan y elio reticientes aceptaron esto solo por que yo se los pedí, como las personas no saben del reciente distanciamiento a liam esto le sirvió para convencer a mis damas de compañía que quería que me vistiera de un rojo carmesí, ellas solo siguieron sus órdenes debido a lo manipulador que puede ser. Una vez hecho su trabajo solo tuve que esperar a que llegara a la cena en donde sus ojos se agrandaron en cuanto me vieron.La forma en que sus ojos recorren mi piel me hicieron sentir expuesta, sin embargo debo de ser fuerte y soportarlo un día más, su mirada sigue cualquier movimiento que haga podrá seguirme si le doy un golpe en la cabeza una teoría que me encantaría comprobar pero en otro momento.

-Esperaba cenar solo después de nuestra última conversación- el entusiasmo en su voz me hace querer vomitar

-Yo también esperaba no cenar contigo pero son reglas que me trascienden por el momento- alza la mirada de mi boca para ver mis ojos- no se confunda si llegado el momento me convierto en la monarca de este territorio no tendría ninguna obligación para cenar con usted

-así que si se convierte en emperatriz usted me olvidará, en ese caso espero que la salud de  su padre mejore- Sabía que el rumor se esparció pero no esperaba que tuviera que hablar de eso con él- aunque no me malinterprete tambien quiero que sea emperatriz

-usted es muy extraño y eso ya me esta empezando a causar molestias, además la salud de mi padre está muy bien por si no lo sabia- ríe de mis palabras lo cual es un insulto para mi