Regreso a mi habitación en donde pese a las altas horas de la noche le marcó a clyde que contesta en seguida.
-Eide..r- dice un poco somnoliento pero no lo dejó terminar
- Se en donde esta- le murmullo aun no me entra en la cabeza que esa información es real
-¿de qué hablas?-me contesta hastiado, debe de estar muy cansado
-mi madre, se donde está- le digo en voz clara, me acuesto en mi cama y miro el techo-Clyde la encontré
-Enserio, no puede ser como- lo detengo antes de que se ilusione más, él aún espera que si ella regresa todo volverá a ser como antes, pero ya nada es igual incluso si ella regresa nada cambiara
-ella escapó debió a que tenía mucho miedo de mi, Clyde ella me odiaba no sabes cuánto detestaba que respirara - me tiembla la voz, siento impotencia de no poder haberme dado cuenta antes y haber mantenido una fe inservible
-¿por qué lo dices?- me pregunta angustiado, escucho por la linea que camina hasta que se detiene, tal vez para pensar
-lo leí en su diario, Clyde, ella quería matarme en más de una ocasión - las lágrimas queman mi piel pero las dejo hacerlo, quiero sentir aunque sea dolor-¿no es gracioso?o, ella me odiaba mientras me decía te quiero-reí frenéticamente mientras imaginaba lo que sentía larisa
-eider..- dice mi nombre con pena, lo cual provoca que ria más- eider quieres que valla
-no, te necesito ahí, quiero que con la ayuda de leo y ezra encuentres a la mujer, está en las montañas de Nuren, si es asi ella debió asentarse cerca del río que recorre esas montañas y no debió de haber subido, no tiene poder lo perdió todo, debe de estar en las faldas de las montañas más pequeñas- me siento y escribo todo lo que se me ocurre y encuentro en la montaña en la que pude estar- esta en la montaña del olvido, en esa debe de estar
-mañana avisare a la corte-lo detengo
-no, esto debe de mantenerse en secreto, si la encuentras encierrala en la parte vieja del palacio y retenla ahí hasta mi regreso, confio en ti clyde no me falles- lo escucho decir que no va fallar- gracias, en verdad gracias
-Te quiero- sus palabras no tienen el mismo efecto, ahora lo único que tiene mi atención es saber que larissa pronto regresará a Tempert
-y yo a ti- cuelgo y saco de mi escritorio un hoja con los grabados de mi familia,la familia que ella traicionó, las palabras que escriba en la hoja serán de gran importancia
-madre pronto rendirás cuentas y yo me encargare de cobrarlas una por una- mi mano arde por la presión que ejerce en la pluma- listo
Encuentro satisfacción en la carta que está sellada por un emblema grabado en cera, la idea de que estén plasmado todas las cosas que me he guardado por ella y el odio que sentí con un fuerte desahogo, la carta será entregada a larissa en cuanto la encuentren, Clyde sabe lo que es guardar resentimiento en su caso con su padre , no se atrevería a hacerle daño a la ex-reina y actualmente desertora del reino o imperio, aun no me acostumbro a llamarlo imperio, debo pensar en lo que haré cuando la encuentren, sentiré alegría o ira, no lo se dudo mucho sentir siquiera sorpresa, la eider que hubiera sentido no existe mas, el tiempo se encargó de borrarla, en cuanto a Leo y Ezra deberán entender lo que sea que les diga Clyde, ellos podrían ser un problema pero confío en la habilidad de mi Clyde para hacerlos trabajar con su ayuda, pero hay algo que se me olvida, Liam regresara a su lado, siempre siendo un dolor de cabeza.
aún no es muy tarde o muy temprano me digo cuando me armo de valor para tocar la puerta de su habitación, después del tercer golpe sin respuesta a su puerta comprendo de que debe seguir dormido, si hago que se caiga de la cama podría levantarse, con un movimiento hago que la tierra debajo de su cama se desplaza y provoque suficientes vibraciones para hacerlo caer, escucho un golpe seco antes de escuchar como alguien corre en dirección de la puerta, me aparto y escucho como liam se abre paso por la puerta antes de salir disparado hasta el patio de la construcción, lo sigo hasta ahí, él mira hacia todos lados tratando de encontrar mas personas pero solo estoy yo
-lo sentiste-me pregunta mientras trata de controlar su respiración yo solo subo los hombros- no sentiste el sismo, acaso te sedas o…
-ya veo, solo yo lo sentí- comprende que solo fui yo antes de regresar a su habitual arrogancia - porque hiciste eso te arrepentiste de nuestro pacto y vienes a pedir disculpas
-el pacto sigue en pie, y no te desperte por eso- ahora si llame su atención- tengo que pedirte un favor
-no me digas que quieres algo más - se acerca a mi de manera poco habitual y se queda unos escasos centímetros míos- crei que estaba prohibido hacer eso
-no idiota eso no quiero pedirte- le meto dos dedos en los ojos lo cual lo hace retrocer- necesito que guarde silencio y que tu ente pervertida escuche por una vez
-intentaré escuchar aunque el dolor de mis ojos me lo haga imposible- dice tallándose sus dos ojos- te escucho