El dilema de la princesa

Capítulo 46- Monstruo

Escuche gritos y forcejeo de lucha, al parecer eran demasiados iliusios infiltrados, Leo apenas puede con dos y ezra parece costarle defenderse de varios a la vez, Zyan los repele con ayuda de otros soldados pero los enemigo tienen ayuda de varios amplificadores que aumentan la fuerza y las habilidades de las personas, mis mano han sido atadas y me pusieron al lado de sean quien está desmayado, dos desertores nos miran con mala cara,como si fuéramos criaturas repugnantes, no los culpo nuestro territorio devastó al suyo,  observó como le tuercen el cuello a un soldado aliado y momentos después a otro, a este paso quedaremos en desventaja, miro a la amplificadora que es una mujer que está sentada bebiendo una taza de te, mira con gran entusiasmo la escena como si los gritos no le afectarán, una creciente emoción se adueña de mi interior, siento que algo quema mi piel que desgarra la cuerda con la cual me tenían atada,la cuerda cayó hecha cenizas, los guardias que nos tenían vigilados a mi y  a Sean se quedaron petrificados,  la misma energía oscura me hizo arrancarles la cabeza a las personas que tenía enfrente, no tuvieron tiempo de defenderse, tampoco lo tuvieron los demás que intentaron atacarme, la furia se descargaba en sus cuerpos que se retorcía del dolor, los demás soldados se empezaron a concentrar en mí, a unos los hago sufrir con sus propios tormentos y a otros dejó que los demonios los devoren, la sangre mancha cada espacio de este lugar, puedo sentir el espesor de la sangre caliente de mis víctimas resbalar por mi cara, los soldados heridos son atendidos por sus compañeros mientras yo me concentro en un sola cosa, en los gritos provenientes de mi cabeza cuyos reclamos son “matalos” “matalos eider” y yo sin querer evitarlo lo hago, una parte de mi disfruta esto incluso si esta mal, la amplificadora está por escapar al ver como su pequeña rebelión se ha vuelto una masacre, no la mate antes por que queria ver como su pequeña sonrisa era destruida por mi.

 

deje de concentrarse en las demás personas que me atacaban deje que me clavaran todas sus armas, cada una de esas heridas valían poco, mi único objetivo era la mujer de cabellera café que estaba tratando de huir, llevaba en su cabello un pañuelo azul, como el color oficial de Sorten,  lentamente me acercaba ella, si me concentraba lo suficiente podía escuchar su corazón latir con fuerza en su inmundo cuerpo, uno de sus amigos trató inútilmente de detenerme utilizando fuerza psíquica lo que bastó para que su sangre se congelara y lo hiciera trizas en segundos, su cuerpo igual que un cristal si hizo pedazos en el suelo, eso bastó para que ella regresara su vista a lo que estaba por abandonar, en ese momento  sus ojos se toparon con los míos, te tengo, leyó mis labios y trató con más esmero salir de este habitación, para hacerla sufrir me metí en su cabeza y puse la imagen de ella saliendo de este luga, sana y salva pero solo es una ilusión que me dio el tiempo suficiente para estar a solo unos cuantos pasos de su vida.

 

nunca  la iba a dejar ir, un chasquido basto para que todos los enemigo cayeran echos trizas, senti algo resbalando por mis ojos, en el suelo era negro, pero parecia que nada importaba, ya nada me parecía importante, solo me concentré en mi presa que retrocedía inútilmente hasta la puerta que se cerró apenas lo pensé, las personas que quedaban se apartaban de mí.

 

 Cuando la tuve frente a mi la tome del cuello y la levante  para estamparse contra la puerta que solo hizo un ruido hueco esta se quejo del dolor y apreté más su cuello, se retorcía entre mis manos, donde quedó la sonrisa, sus ojos parecían evitar mi rostro así que la obligue a mirarme.

 

-Creo que tu eres la responsable de esto- con gran valentía se digna a mirarme- pero también eres la causa de que ellos estén muertos

 

-Usted los mato primero cuando hizo que Sorten se convirtiera en un baño de sangre- habla con la voz entrecortada- ellos solo tratan de compensar la muerte de los suyos

 

-No se si considerarme valiente o estúpida, Sorteo se convirti en un baño de sangre como tu lo llamas porque era algo inevitable, un reino como ese no es nada comparado con Tempert- le gritó, sus músculos se tensan más, el miedo sigue estando ahí aun cuando lo trate de esconder- que atrevimiento tuviste para incitar a estas personas a rebelarse aún sabiendo lo imposible que llegara a ser, tuviste el valor de golpearme en mi propia casa y de ensuciar con tus sucios pies mi hogar dejame decirte algo las repercusiones no recaerá en ti , si no en las personas que aún quedan de tu reino caído

 

-Maldita bruja, si quiere venganza aquí esto yo, ellos no tienen la  culpa- trata de quitarme mi mano de su cuello pero no puede- Te divierte esto, ver sufrir a otros

-no tienes idea- le sonrió, sus ojos se llenan de lágrimas, pueden ser por la muerte de sus amigos o por que se está asfixiando- y tu, solo tu eres la razon de mi entretenimiento

 

-yo no pensé en esto- he logrado sembrar el caos en su pequeña mente- por que pense que esto saldría bien

 

-es muy simple,creíste que era igual que todos  y ese fue tu error- clavo mis uñas en su cuello y siento como su sangre resbala por mis brazos- sientes la agonía, te estas desangrando y aun asi me miras de esa forma

 

-tu serás tu propia destrucción-dice antes de ahogarse con su propia sangre, esta me gotea la cara, aun no quiero que muera, en lugar de matarla le curó sus heridas y la suelto-¿por qué hiciste eso?




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