-Ya está aquí- dice Clyde a mi odio, alguna vez han esperado algo tan desesperadamente y que llegado el momento no sabes que hacer, pues bien eso me pasaba en este momento- Eider, aun quieres continuar con esto
-Esta donde te pedí- murmullo pero se que me puede escuchar, asiente, respira la que no debe de hacerlo es ella no tu- ire en un momento
-de acuerdo- me da un beso en la frente antes de irse, hoy hace mucho frío en el distrito rojo, después del ataque recibimos órdenes de regresar aquí por lo que la gira tuvo que concluir abruptamente
Sean no ha querido hablar con nadie, no lo culpo yo también me cerraria, liam sigue siendo el mismo liam de siempre y Clyde parece muy preocupado por mi, está demasiado atento como si fuera una muñeca de porcelana que sin el debido cuidado se rompería,no le debe importar que me rompa y me haga pedazos por que ese no es el problema si no lo que se liberaría si llegara a pasar.
El frío incrementa es como si también estuviera ansioso, ya debería entrar tal vez no me afecte a mi pero si a mis guardianes que solo tratan de controlar los escalofríos, respirar se vuelve una tarea difícil conforme me aproximo a ellos.
-Vamos- basta con que diga esto para que me sigan, ya me he acostumbrado a esto, se han vuelto parte de mi como si fueran unas sombras, unas sombras muy letales y con personalidades únicas
-Larissa ha sido puesta en la parte más vieja del palacio, debajo de él hay ciertos túneles que llevan a una recámara donde ella ha sido puesta, no la subestimen no sabemos de que es capaz- empezamos a llegar a la parte más vieja, aquí los sirvientes disminuyen y no hay cámaras de seguridad
Busco la entrada con la mirada y al no encontrarla recurro a las sombras que se desplazan por todo el lugar hasta emitir un chillido, han encontrado la entrada, solo trago saliva pero ni asi puedo evitar que se me seque la boca, caminó hasta el lugar donde el sombra se detuvo, hay una alfombra de una luna que parece haber sido removida recientemente, la apartó un poco, el polvo sale en grandes cantidades, Zyan y Leo me ayudan a quitarla y Zac levanta la puerta, primero baja Zac, seguido de su hermano, a mi lado va Zyan y detrás de mí se encuentra leo y ezra, siguen molestos pero han dejado de pelear al menos cuando están a conmigo que es la mayoría del tiempo, noto que cada cierto tiempo Zyan me mira de reojo, es una forma de verificar mi expresión, cuando cree que lo ignoro lo vuelve a hacer y lo miró a sus ojos , sonrió para que no se preocupe y él lo hace igual
-Majestad- Zac de detiene abruptamente, todos lo hacen, nos encontramos frente a una puerta negra - aquí inician los túneles
-Si, zyan puedes abrir por favor- mi voz suena extraña, en cuanto Zyan se separa elio lo releva, zac aparta la mirada en cuando su compañero pasa enfrente de él, su actitud es un problema menos en mi mente
-Estaremos incomunicados con el palacio, los guardias desconocen de esta operacion asi que no tendremos ayuda, así que los que quieran retirarse pueden hacerlo- espero respuestas pero se quedan callados, continuarán conmigo al menos un tiempo más - de acuerdo, debemos ir por la derecha
Me adelanto a ellos, camino más rápido de lo normal, inconscientemente me dirijo con desesperación al ser que más daño me hizo, cada vez nos adentramos mas y mas en la penumbra de los túneles hasta que ya no se puede ver nada es cuando paro. Camine muy rápido y no estoy segura de que esté acompañada, con la respiración entrecortada y con mi mente dando vuelta, trato de encender una flama, esta ilumina con mucha fuerza el túnel, muy lejos de mí veo sombras de personas, en cuanto me acerco a ellas encuentro al grupo perdido, un alivio me invadió, nunca estuve más feliz de encontrarlos, por que ya es el último tramo y mi cuerpo recuerda lo que era sentir desesperación incluso si mi ser ya no puede sentir más allá del dolor físico queda el hábito, frente a decisiones importantes siempre corría y cuando puede hacerlo deje de hacerlo decidí dejar mi voluntad en manos de otras personas para que me dijeran que hacer y qué no, ahora que tengo más libertad no se que hacer con ella, soy mi propia cadena, si quisiera podría dejar este camino pero es lo único que conozco y la verdad no quiero ser salvada, nací con un propósito y pienso cumplirlo.
Una puerta vieja me detiene de verla una vez más, pongo mi mano en el picaporte y antes de darle vuelta me hago una promesa, “sin compasión y sin dolor, una vez que ella aclare todo dejara de ser tu madre” ,abro la puerta y ahí está Clyde junto con liam, ellos me reciben con una mirada fría pero sus ojos denotan mucha pena, no debrian de sentirla por que lo que hare no tiene nada de lo cual hay que sentir pena.
Detrás de ellos hay unos gruesos grilletes antes de que esto inicie, me giro para darles una orden a Zaz y a sus compañeros
-Esperen afuera, me quedaré con Liam y Clyde, si hay algún problema tiene total libertad de hacer lo que consideren necesario- aunque no la vea, siento su miedo, es repugnante.
-Liam tu lugar aquí ha sido asegurado, me encargare de que seas recompensado- mi boca se mueve por sí misma y un ligero temblor recorre mis manos- Clyde …
El no tarda en saber lo que quiero, toma con delicadeza el brazo de Liam y lo arrastra junto a él, Liam por extraño que parezca no se queja y camina, Clyde crea una burbuja de hielo para que pueda hablar con tranquilidad con Larissa, al ser tan transparente el hielo creo una capa de sombra para que no se vea ni se escucha nada, si hay gritos o sangre nadie podrá ayudarla y nadie logrará detenerme. Abro los ojos que en algún momento cerré y veo su cara.