Capítulo 52 parte 2- Liberación

-nos enviaron a un anexo en el palacio de las mil noches- es uno de lo tantos palacios que pertenecen a la familia imperial, solo lo visite un par de veces con Grace cuando ella estaba mi cargo y solo era para escapar de la atención de los otros nobles pues el palacio de las mil noches es casi un secreto para las demás personas, solo hay una forma de salir y si no lo conoces bien podrías morir antes de salir de ahí, un buen lugar para tener amantes- parece que ya sabe la historia de ese lugar majestad

-Si, pero aun me sorprende que la hayan enviado a ese lugar, es demasiado…

-frío y aterrador, eso pensé cuando llegué, parecía que a las demás no les importaba o decidian ignorarlo a voluntad propia, así que yo también lo hice, los primeros días me fui acostumbrando al lugar, pasaba días memorizando los planos para no perderme y luego entendí que si una de nosotras intentaba escapar sin saber bien los planos podría morir gracias a las innumerables trampas que hay en ese lugar, era como una cárcel pensé yo, agradecia que el rey no nos visitara tanto y también el hecho de que no despertara su interés en mi, lo unico que me importaba era mi familia que estaba a salvo

-Admiro tu devoción a tu familia- le hago saber a esther que solo se sonroja- pero como fue que llegaste hasta aquí

-una noche mientras leía me dio sed, era muy noche y no me preocupe por el rey por que estaba con otra compañera, asi que baje de mi habitación sin hacer ruido y me dirigí a la cocina, cuando iba a entrar a mi habitación pude ver que del otro lado del pasillo salían unos guardas cargando el cuerpo de mi compañera, su cabeza colgaba de su cuerpo le salía sangre de los ojos y de su boca, debido a la impresión me quedé inmovil lo suficiente para que el rey saliera de su habitación, eso bastó para que me notara, día después se nos informo que ya no éramos diez sino nueve, solo eso nos dijeron, tenía miedo pero a las tropas no les importaba, después eso todo empeoro, cada vez que pasaba una de nosotras desaparecia, hasta que solo quedamos dos, alicia era el nombre de la otra chica que quedaba, era una hija ilegítima de una familia noble, teníamos mucho miedo, una noche hubo mucho ruido, vi en la ventana de mi cuarto como unos guardias traen a alicia del bosque, había tratado de huir en la noche pero los guardianes del palacio lo evitaron, el rey molesto la hizo elegir entre salvar a su familia o beber un veneno, ella después de pensarlo bebió el veneno, solo pude ver como su cuerpo se contrajo de dolor, al final se deshicieron de ella como con las otras, solo quedaba yo.

-ese maldito- siento un fuego que sube y baja por todo mi cuerpo, la oscuridad ajusta sus garras en mi corazon- esther cuánto lo siento, no puedo ni imaginar lo que debiste sufrir

-aun no termino- dice con una lágrima solitaria en su mejilla- una noche mientras trataba de dormir una sirvienta entró con una caja que contenía un hermoso vestido, me vistieron y sin poder evitarlo me llevaron ante el rey, pero ya no tenía miedo solo quería que todo acabara, así que cuando llegó la hora de cumplir mi propósito el rey no hizo nada, se quedó mirándome toda la noche, luego entendí por que, mis ojos son de un color parecido al de tu madre, asi que gracias a ello el me ofreció el puesto de asistente, lo acepte de buena forma y de alguna forma me resigne a ser feliz con ello, a medida que pasaba el tiempo me encontré con lo que se llama el primer amor, un joven plebeyo que trae noticias del reino al palacio, me enamore de él sin saber que el rey lo sabia, un dia el chico dejó de llegar, una dia mientra estaba en mi escritorio revisando papeles me llego una carta con un dije dentro, cuando lo abrí sentí  cosas tan fuertes que no podría ni describirlas, era el dije que le di manchado de sangre y con un poco de tela en el, la carta era del rey que decía que ya sabía de mi aventura. No contento con eso me hizo esta cicatriz en el rostro y luego me puso un lazo de obediencia, yo le envié el informe de su salud para que usted empezara a tomar su papel como futura soberana.

-¿por qué?- le pregunto, no soy mejor que lance entonce por que- no crreo que te agrade

-no, no me agrada pero usted y yo compartimos un odio ante ese hombre y prefiero trabajar para usted que para él, al menos usted entiende el significado de decencia, no es así

-Eso quiero creer , gracias por tu sinceridad me asegurare de que esas mujeres que perdieron la vida por ese tipo no sean olvidas- ella asiente, sus ojos lagrimean sin parar como si no esperara eso de mí- EL lazo de obediencia, quieres que te lo quite

-Se puede hacer eso- sus ojos brillan 

-si, te dolera mas que cuando te lo pusieron pero serás libre después de eso- asiente, se acerca tímidamente así mi- bien, solo dame tu mano

-después de eso que pasara conmigo- pregunta nerviosa

-Puedes hacer lo que tu quieras, tu puesto seguirá vigente y si lo deseas puedes irte del palacio

-enserio, es tonto pero quiero ser su asistente personal majestad- la solicitud me toma a mi por sorpresa

-por qué haría eso, creía que odiabas a la familia imperial

-Si pero aun asi quiero hacerlo, de todas formas no encontrara a nadie mejor que yo-se halaga a sí misma, logró hacerme sentir más segura - bien puede comenzar