El dilema de la princesa

Capítulo 68- solo una vez mas...

-Clyde, cállate y sígueme- Su boca se detiene, mira que no estoy enojada y me sigue nervioso, Zac sigue arrodillado- Levántate, dejaré pasar esto por única vez, luego hablaré contigo

 

-Si su majestad- en su voz hay un alivio pero también hay sorpresa, no esperaba que me pusiera del lado de Clyde- me haré cargo de esto


 

Arrastró a clyde hasta mi cama donde lo siento, no habla su boca ha enmudecido como si supiera que con solo decir una palabra la benevolencia que tuve hacia él terminara, miro su cara tiene una cortada en su mejilla y sus manos están sangrando, sacó de uno de los estantes una caja donde tengo material de curación, vierto un poco de desinfectante en una bola de algodón y con cuidado se lo paso por el rostro, cuando siente el líquido entra en la herida retrocede, lo sujetó con fuerza y término de curarlo, cuando ya he desinfectado todas sus heridas visibles, veo que la herida de su rostro es demasiado grande, busco entre toda la caja de medicamentos el frasco que quiero, lo encuentro, de un color rojo espeso y de un olor un poco desagradable he aquí un poco de sangre sanadora, coloco un poco de este preciado líquido en un algodón y se lo pongo despacio en su cara, su mano se aprieta en la mia, se que duele mucho, en el pasado ambos dos siempre teníamos que llevar cada uno escondido entre nuestras ropas un poco de este liquido por que no podemos mostrar ninguna herida al público pero eso no significa que nos gustara, el líquido arde demasiado si entra en contacto con nuestra piel, solo lo usábamos en emergencias, luego descubrí que yo podía regenerarse y deje de usarla pero por clyde llevaba la botella para que no se sintiera mal. Diez años después vuelvo a curar sus heridas y también a sujetar su mano, he terminado de curarlo, cierro la caja y me levanto de la cama para guardar la caja cuando escucho que empieza a toser y cuando miro en su dirección veo que tose sangre.

 

-Cuánto daño se pudieron haber hecho en unas horas- me acerco rapidamente a el, la sangre sanadora no servirá en este momento, no sirve con heridas internas, lo uncio que ahora puede salvarlo es- Clyde te voy a quitar tu camisa, trata de respirar todo va a estar bien

 

mueve ligeramente la cabeza, su boca no deja de escupir sangre, y siento la desesperación que debe de tener en este momento, cuando alzó su camisa por su cabeza miro muchos moretones , acerco mi mano a su pecho y siento la energía paralizada, si Clyde esta asi Zac debe de tener todos sus órganos agonizando, pero mi prioridad es Clyde quien ha empezado a llorar de dolor. 

 

-shhh, todo va está bien- acerco mi rostro a su cara y lo tranquilizo un poco, la sangre de un sanador no es efectiva con este tipo de heridas internas, pero mi sangre si se usa correctamente puede sanar estas heridas , sacó del estuche una aguja esterilizada, la clavo en una de mis venas y empiezo a succionar un poco de mi sangre, el corazón de Clyde está dejando de latir con fuerza y su piel se esta volviendo pálida, se está acabando el tiempo,cuando está lista la jeringa la saco y cambio de aguja, por la posición en la que esta no puede inyectarse así como si nada, lo acuesto en la cama y este empieza a temblar, no puede respirar, respiro antes de clavarle la aguja en su corazón, dejó que su cuerpo asimile la sangre. Él estará bien pero se que Zac no. No me quite la aguja de mi brazo por que necesito de otra jeringa, la lleno de sangre y salgo corriendo hasta donde esta zac

 

-Donde esta Zac- Gritó a los que aún están en la sala, al principio lucen sorprendidos pero reacciono rapidamente-  donde

 

-fue a su habitación- Elio nota mi desesperación y se acerca a- la guiaré a él si es lo que quiere

 

-tenemos que encontrarlo ya- asiente y salimos con prisa de la habitación, en el piso hay pequeñas gotas de sangre, las seguimos corriendo hasta llegar a su habitación donde hay un gran charco de sangre que se esparce por debajo de la puerta de zac

 

-No, no, no puede ser- Elio mira con miedo su sangre, entiendo su miedo así que lo tomó del brazo- majes…

 

-Estará bien Zac, quédate aquí yo lo salvaré- asiente asustado, entro a la fuerza asu habitacion y sigo las manchas de sangre hasta que lo encuentro agonizando en el suelo- Zac

 

-no puedo- le cierro la boca ahora no debe de hablar, me siento en suelo y pongo su cabeza en mis piernas, empiezo a desabrochar su camisa, está hirviendo en temperatura y sus ojos están rojos- no quiero morir

 

-Mientras esté aquí  nadie morirá, es una orden no puedes morir- le gritó, encuentro el punto indicado para inyectarle mi sangre se la aplico con fuerza, sus ojos empiezan a abrirse más, y su boca se aprieta, se mueve demasiado y es debido a la energía que empieza a abrirse paso en todo su cuerpo, Clyde está acostumbrado a mi sangre pero Zac nunca la ha tenido en su organismo, debe de dolerle demasiado- cálmate, estoy aquí, respira

 

mira mis ojos,sujeto su manos y empiezo a susurrarle que respire , lentamente se empieza a relajar hasta que se queda en silencio, su temperatura corporal ha bajado a un grado normal, sus ojos se han cerrado del cansancio y su agarre en mi mano se debilitado, está dormido o desmayado. Su respiración normal y su ritmo cardíaco estando a un nivel estable me hacen confirmar que ya está libre de peligro.

 

-Elio, ya puedes pasar- mandó a una sombra a que le de él mensaje, no quiero despertar a su hermano- ayudame




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