El dilema de la princesa

Capítulo 72- No existen villanos en esta historia

El suave murmullo proveniente del salón podía oírse hasta mi habitación donde había desistido de cambiarme de vestido, pero ana terminó convenciéndome de que debía portar el uniforme militar que se me había preparado para esta ocasión, no  supe si sentirme expuesta cuando me quitaron el vestido o embriagada cuando me pusieron el uniforme, el vestido representa elegancia y belleza pere este nuevo atuendo me daba poder  y autoridad, aunque en el fondo negará que esto se debiera a un simple cambio de ropa no podía estar más que en lo cierto, me gustaba imponer autoridad y la única manera en la que lo había estado reteniendo en los fondo de mi ser era por que no me sentía lo suficientemente apta para poder tomar esa autoridad. Con vehemencia Ana abotono todos los botones en forma de de cristales alargados alrededor de todo mi pecho, eran tantos que parecía que Ana no llegaría a acabar antes de medianoche, pero lo hizo como siempre, entonces mi atención se concentró en la ventana, en los rayos de sol que deshacía la escarcha de la tormenta de nieve de ayer, como si se llevaran lo malo.

 

Entonce mi cuerpo y precesencia ya no estaban en la habitación donde ana me peinaba, podia sentir la precensia de Ana peor a la vez estaba en un prado donde el pasto me llegaba hasta mis rodillas, el intenso aroma a hierba fresca se impregnaba en mi nariz dando un aire melancolico a este inexplicable lugar, Ana no parecia verlo por que continuaba con cuidado haciendo otras cosas, era algo tan irreal que d eun lado se encontrara mi habitacion y dle otro un inmenso campo estuviera a unos pasos de mi, a lo lejos escuche risas de un niño, me sorpendi cuando vi que un niño de ojos grises, cabello negro y una tez parecida a la de Clyde y a la mia sonreia mientras me tendia una flor, la tome con cierta cuatela, aquello no debia ser posible, entonces desde el otro lado del padro se escucharon los llamados de una mujer, tel vez era la madre del niño.

 

-adrik, ven aquí adrik- ese era su nombre, entonces mis manos empezaron a temblar y mi respiración se agito, una mujer idéntica a mi se aparecía desde el enorme pastizal- adrik ya te he dicho que no corras, a tu hermana le hace mal

 

-lo siento mami, lo siento hermanita- dijo besando el vientre hinchado de su madre, entonces desapareció, pero yo no podía dejar de ver a esta persona tan parecida a mi

 

Sus ojos parecían llenos de vida, sin ojeras ni algún rastro de ansiedad, de sus manos  brillaba un anillo gris, el mismo que Clyde me dio a mi para anunciar nuestro compromiso, acaso esta es una visión de algo que me depara

 

-no, esto es una visión- empezó aquella mujer que por mucho que se pareciera y hablara como yo paria estar demasiado distante aser lo que era yo, pero eso no me llamaba tanto la atención si no la forma en que ella se acercaba a mi- esto es una muestra de un futuro

 

-mi futuro…-Me quede perpleja al ver que no parecía mentir, parecía alguien nueva y rejuvenecida, no había rastro de ningún palacio ni de los sirvientes que me acompañaban, su vientre era la muestra suficiente para darme a entender que ella era muy diferente a mi, sus labios se curvaban de manera sincera, era una Eider indiferente al poder, a la oscuridad y a la muerte- no, eso es imposible

 

-Claro que es imposible, has matado toda oportunidad que tenías para poder llegar a esto- no se por que creí que me diría que era posible, que había una forma, pero siendo sincera; era algo a lo que tal vez no estaba dispuesta a ceder- Este un futuro ya inexistente, lo que ves aquí es algo de lo que pudo ser si tan solo no te hubieras cegado por la ira y el dolor

 

-Hablas como si hubiera tenido otra opción- La irritación de mi boca no le sorprendió en absoluto, hasta parecía sorprendida  de que solo estuviera enojada y no hubiera destruido la mitad del prado- que querías que hiciera, que esperara a que alguien me salvara, pues me canse de esperar, a falta de ayuda uno aprende a ingeniárselas en la soledad. Tu deberías saberlo mejor que nadie 

 

-Ese es problema, tu no estabas sola, tenias a Clyde, a Eli, a varias personas que estuvieron contigo durante tu crecimiento que te dieron su mano pero te pusiste una venda de desconfianza y terminaste utilizando el miedo para no quedarte sola aunque al final ya sabemos lo que pasar- su voz sonaba quebrada, de sus manos advertí un ligero temblor, su cuerpo empezaba a desvanecerse pero se mantenía erguida y con un porte igual al de una emperatriz- aun puedes hacer un cambio

 

-Me culpas como si yo hubiera deseado todo lo que tengo, tu sabes bien lo que sufrimos en ese palacio, el daño y el horror de la muerte, tu mas que nadie debería saber que por confiar en las personas equivocadas terminamos pagando un precio muy caro- sus ojos me miraban con lastima, un ardor emano de mis manos,  era el mismo que había sentido cuando deseaba destruir cosas- Cómo podría confiar cuando he experimentado la traición y  el dolor que esta puede traer

 

-no deberías odiar, al final soy una parte de ti que aun es impertinente y alberga esperanzas, peor muy pronto moriré porque tú ya has dejado de tener fe- su cuerpo se empezaba a desvanecer y el prado ya no se veía tan brillante, como había dicho yo ya no tenía fe, de que caso servía yo ya no albergaba esperanzas  y este lugar lo demostraba - Si crees sentir vacio ahora, no sabes nada aun del dolor de no tener nada

 

-Largate- sonrio de malaga gana, apenas podia distinguir de entre los arboles moribundo y el grisaseo de lapradera seca, de su boca salio un liquido espeso negro y sus manos se vovieron negras-Por que no te largas ya 




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