El dilema de la princesa

Capítulo 75- No quiero estar sola

-Majestad, se encuentra bien- Zac examina el perímetro mientra Zyan empieza a crear un aroma refrescante con las plantas que es estan rodeandonos- El aire está demasiado seco, acaso la comandante intento algo

 

-Claro que lo intento, pero ocurrio lo de siempre-  se miran entre si, comparten algun tipo de mensaje que no puedo decifrar pero mientras no me afecte no me importa - la comandante sera enviada ala frontera norte, se ha maerecido un ascenso envielna lo mas lejos posible de el distrito rojo, e intervengan sus comunicaciones si despues de nuestra conversación aun sigue apoyando la rebelión ya pueden darse a la idea de una muerte mas.

 

-Su majestad, quiere a la comandante al norte, en donde el camapamento de Crowled esta asentado- pregunta con un fingido desinterés pero se que le interesa, Zyan ha estado haciendo muy bien el papel de segundo asitente, dos personaliades la directa y fria de Zac y la complaciente y arrogante de Zyan combinaciones peligrosas si no se saben manejar pero bien organizadas las convierten en una esplendida y facinante pareja mientras sus egos no choquen-Podria considerarse una clara amenaza de guerra enviar a la comendante considerando su rango y a que familia pertence

 

-El príncipe Liam me ha ofrecido su reino para que hago lo que me plazca con él  y si mañana lo quiero hacer mi parque de diversiones así será- exclamo molesta, ellos saben que nunca haría algo así que no toman en serio mis pensamientos, el hablar con Malia me ha dejado agotada, el agotamiento antes imperceptible ha hecho que me deje caer en la barandilla del balcón, mi cabeza se mece de un lado al otro tratando de mantenerse despierta-No entiendo por que se presentó si le tiene tanto miedo al palacio

 

 

Mi duda es genuina, si yo estuviera en su posición habría hecho hasta lo imposible por no encontrarme conmigo misma, ella hizo todo lo contrario como si esperara algo de mi que aun no deduzco que es, un familiar menos en mi corta lista, hasta mis abuelos que no son mis abuelos no han venido, sabía que no solo la distancia nos hacía casi imposible las visitas, también está el hecho de que ellos rehuyen a los nitel, ahora sin Lance su único hijo temen que su escasa protección haya terminado, el temor está ahí presente, unidos por el miedo, miedo, miró de reojo a Zac y Zyan, no tienen miedo, suspiró aliviada, no querria comprobar que todos los que me siguen lo hacen por el temor a morir de no hacerlo.

 

 

-Tal vez quería algún favor- se rasca la cabeza confundido,Zac trata de darme una respuesta más completa mientras que Zyan ya se ha agachado a restaurar todas las plantas marchitas del balcón-o puede que genuinamente haya venido a ver a su …

 

 

-Sobrina, si en verdad me considera parte de su famili jamás me habría llamado desalmada -bostezo suavemente, ellos se acercan para quedar más cerca de mi, tal vez el efecto del alcohol si está presente, término deslizandome por el suelo hasta quedar sentada recargada de los barandales, ellos imitan mi acción, Zac queda del lado derecho y zyan del lado izquierdo, mi cabeza me resulta demasiado pesada y la inclino hacia mi derecha, el hombro de Zac me parece suave como una almohada y terminó apoyando mi peso en él, no se inmuta, Zyan parece concentrado en crear un ambiente propicio, las horquillas de mi peinado parecen encajarse en mi piel, me las trato de quitar pero están fuera de mi alcance-Malina, la bastarda real, un buen título

 

 

-Déjeme le ayudo- se acercan las manos de Zyan a mi cabello, es rápido y quita con mucho cuidado cada horquilla, lugo inicia a cepillar mi cabello con sus dedos, mis ojos apenas los mantengo abierto, el cansancio parece ser demasiado- esta cansada majestad

 

 

 

-demasiado - susurro, termine cediendo ante el sueño, tras varios años de no dormir bien mi cuerpo aprovecha cualquier momento para descansar, escucho un suspiro largo de parte de uno de ellos, a diferencia de CLyde con ellos no siento la abrumación de las emociones, está todo en silencio y nada parece perturbar este momento- solo quiero dormir

 

 

 

-Descanse majestad- apenas divisé una sonrisa en sus rostros, cuando de repente ya estaba dormida, sentí que me sacaban de ahí y me llevaban a otro lugar, mi mente estaba hecha estragos, y no quería separarme de esta calma-dulce sueños emperatriz

 

 

 

-no quiero estar sola- dije entre el mundo de los sueños y la realidad, sujete con fuerza la mano que aun seguía aferrada a mi, la persona cedió y se quedó junto a mí, quería estar así por mucho tiempo, dormir era una actividad que no disfrutaba mucho, las pesadillas siempre acuden cuando bajó la guardia, y las noches de insomnio se volvieron más frecuentes, a veces podía lograr llegar a despertar pero otras no, si lograba tener una buena noche de sueño debía estar agradecida, pero esta calma es especial, nada pareciera afectar, eran como un faro que iluminaba la oscuridad.

 

 

 

-Nunca estará sola- susurraron contra mi oído esos dos faroles, entonces ya no supe que pasó después, solo sentí las voces  agresiva arrullandome-Jamás estará sola

 

 

 

En plena noche senti quea lgo tibio se posba en mi frente, dejando una marca humeda, un beso, y lugo otro en la boca, abrí los ojos somnolienta dos brazos cubiertos con el uniforme oficial de gala rodeaban mi cuerpo, llevaban en su pecho una insignia que representaban su cargo, asistente oficial de mayor rango, Zac, su repiración era tranquila y su cuerpo se acomodaba con el mio, sus brazos me abrazaban pero no era el unico, en mi cintura otras brazos me apretaban con fuerza, es natural que los asitentes porten un color parecido o igaul que al que el monarca visste, en este caso Zac porta un azul demasiado oscuro que mas bien pareciera negro, y zyan siendo de un cargo un nivel debajo de el viste el color azul con una intensidad menor a la de Zac, se aferra a mi cintura, siento su respiracion en mi espalda, pero eso es lo menor en lo que puedo pensar, siento cerca el latir de otra persona que se retuerce del dolor, busco con la mirada que puede ser, termino esintiendo una rafaga fria que cala dentro de mi, pero el calor de los dos cuerpos que me  envuelven me hacen sumirme de nuevo en mi sueño.




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