El dilema de la princesa

Capítulo 83 - ¿Lo harias?

Los sirvientes se movieron rápidamente para acomodar las mesas y empezar a acomodar a los invitados, la madre de Clyde se acercó a su hijo pequeño, note que Asher se encogía cada vez que ella le hablaba

 

-Por qué no vas con tu hermano, seguro le dará gusto verte- pongo una mano en su mejilla, asiente distraído hay un deje de dolor en sus facciones, tal vez piensa en Asher como la otra parte de su hermana

 

-Regreso pronto, tu sabes que mi madre suele desesperar hasta las rocas, no entiendo como padre la ama tanto-Lo único admirable de esa familia es que su padre y su madre en contra de todos los prejuicios que se les tenían viven un cuento de hadas- Espero y las moscas no se te peguen al vestido

 

-Moscas-No entendí lo que dijo, le preguntaría si no fuera por que el ya se alejo de mi alcance, estire mi mano pero fue un movimiento estupido, terminó alejándose de la vista de los demás, Clyde incluso aunque no quiera demostrarlo amaba a su familia, los odia si pero también una parte de él los ama, algo que con pesar envidio mucho, entre tanto me entretengo caminando  por los balcones, los invitados no hacen el intento de acercarse no soy a quien buscan, lo buscan a él, es más fácil lidiar con Clyde que conmigo y no los culpo pero esa pequeña necesidad de atención aunque sea falsa me hiere- Moscas, ni siquiera las moscas me buscarían incluso si me pudro bajo tierra

 

Observo a la distancia que me ofrece una cierta comodidad, el tiempo se hace lento mientras miro a CLyde hablar entretenidamente con su hermano, su padre ha enviado como regalo una piel de un oso blanco, una capa sin duda alguna saldrá de esa piel, sin embargo no puedo dejar de pensar en que la mayoría de los regalos son para él, las personas se esforzaron para darle algo personal a Clyde sin embargo para mi no necesito abrirlos para darme cuenta de lo  impersonales y fríos que son. Discuto conmigo misma que tan malo seria ir a donde esta Clyde para integrarme a su agradable plática, en el mejor de los escenarios los demás solo se sentirían un poco incómodos pero fingirán o tratarán de acoplarse a mi presencia en el peor de los casos se acabaría la plática imponiendo un incómodo silencio. El anillo en mi mano se vuelve una distracción para evitar decidir, cuando alzó la mirada estoy frente a frente a las personas menos indicadas para hablar, sobre todo sabiendo que Clyde las odia, doy una mirada rápida a Clyde pero el parece ignorarme, muerdo por dentro mi lengua y el ardor de la piel rasgándose evita que solté un gruñido.

 

-Felicitaciones por su matrimonio majestad- Zac se a quitado el mechón que cubría sus dos ojos diferentes, si no lo hubiera visto antes y se presentará así en una fiesta habría dicho que era muy apuesto y lo sigue siendo pero me he acostumbrado a verlo cada día que su rostro pasa desapercibido la mayor parte del tiempo-Espero que su felicidad perdure por siempre

 

-Espero que el emperador aprecie y ame tanto a su majestad como el día de hoy-Ignoro la sutil molestia de Zyan cuando dice esa palbras y no las ignoro porque quiera si no por que estoy de acuerdo con el, el escaso color que sobresale de ellos es tan apacible como estar en la nada, aveces pienso que ellos dos no tienen emociones, donde deberian estar una corriente de color rodeandolos solo hay nada, nada, solo aire, eso me ha llevado a preferir estar con ellos cuando solo quiero estar sola con mi mente pero no soy lo suficentemente confiable para mantenrme sola en una habitación donde la oscuridad puede salir en cualquier momento, para lamentarse o para hacernos sentir pesimo a ambas. En mi habitación, en mi estudio o en cualquier otro lugar, solo ellos dos me ofrecen la posibilidad de quedarme sola sin estarlo realmente, a diferencia de Clyde quien inconscientemente me hace preguntarme por que sus colores cambian indefinidamente, algo que me estresa y me abruma mas de lo que yo quisiera- Parece feliz su majestad

 

-¿Lo estoy?-Le pregunto sin mirarlo, a lo cual termino arrepintiéndome después por que zyan nunca dice estupideces, siempre hay un plan en su cabeza, siempre  sin excepciones.

 

-Parecer no es lo mismo que estar majestad- Zac ligeramente inclina la cabeza, como si asintiera dándole la razón a su amigo- La mayor parte del tiempo siempre parecemos algo pero casi nunca mostramos cómo estamos realmente.

 

-Así es siempre Zyan y seguirá así, arriesgarse al rechazo es algo que muchos temen y pocos lo comprenden, estaríamos dispuestos a arriesgar lo que tenemos por mostrar algo que no sea lo que otros esperan, yo creo que no- Una casi sonrisa se asoma por su expresión tranquila, mi respuesta lo ha complacido, empiezo a notar que alguien me observa con irritación, alzó la mirada un poco y puedo notar a la distancia que la mirada de clyde se concentra en mi, mantiene la conversación con su hermano pero sus ojos sigue posados en mí, lo ignoro, si de verdad le importara no me hubiera dejado en primer lugar- el emperador parece necesitar unas clases extras de modales

 

-Lo dice por que no le ha quitado la mirada desde que nos acercamos- Zac lo mira abiertamente y puedo casi asegurar que le sonrió a  Clyde pero en cuanto vuelve a mirarme a mí su rostro se mantiene inexpresivo- El emperador aún es joven e impulsivo majestad, el tiempo le hará conocer sus responsabilidades tanto a la buena como a la mala

 

-Entonces deberé a hacerme a la idea, Clyde es un espíritu libre y aunque no lo quiera admitir la corona es una correa que le impedirá actuar con la misma libertad que tenía antes- masculló, no son palabras que nadie debería escuchar pero dejo que Zyan y Zac las escuchen por que se que de alguna forma lo entienden- Pronto lo verá y espero que no se arrepienta




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