El Dilema Del Erizo

capitulo 3 : El dilema del erizo

Tras la presentación de estos dos paramos tan aislados de conductas sociales, presentamos este dilema como una respuesta al encuentro o al intento de un quiebre, al presenciar que cada humano tiene puntas y estas se encuentran presentes en todo, nuestra necesidad humana entonces nos pondrá en este dilema, el cual representa metafóricamente a los erizos de mar, quienes dentro de su vida deberán elegir entre vivir una vida solitaria muriendo de frio, lejos de otro erizo o acercarse a otros individuos de su especie aceptando sus espinas. Esta dualidad es presente entonces, no solo el aceptar que para no morir de frio debemos acercarnos a otros humanos, aceptando que estos, aunque nos amen con su vida, nos lastimaran con sus espinas, incluso plantea que al solo hecho de relacionarnos, también aceptamos que de alguna manera u otra terminaremos lastimando a quienes más amamos, sin embargo, la soledad absoluta no es una opción, ni morir de frio como aquel erizo estepario que no acepta las púas de sus semejantes ni ha aceptado las suyas como parte esencial de su ser, así mismo esta dualidad se presenta en los humanos más lastimados y recelosos, en algunas condiciones podemos encontrar otros ejemplos de estos, en persona con trastornos psicológicos o traumas psicosociales, el ser consciente de todo esto es esencial para una buena relación entre humanos símiles. Caarl Jung plantea al hombre con sombras de las cuales debe hacerse consciente para dominarlas, si estas se encuentran en desconocimiento de si mismas, serán un obstáculo para relaciones interpersonales y podrían terminar destruyendo al individuo. En una de sus interpretaciones Nietzsche nos plantea que la valía de un humano se mide por la cantidad de soledad que es capaz de soportar, esto no es más una invitación a la liberación malentendida, no nos invita ha aislarnos para volvernos más valiosos ni enardecernos como humanos, sino, apela a aquel hombre quien fue capaz de caminar por el valle oscurecido por la sombra de la maldad y es capaz de regresar con la enseñanza obtenida de este, que no es otro que el premio obtenido de estas experiencias. El mundo esta lleno de malos momentos, pero no todos pueden recolectar la experiencia positiva de atravesar estos valles, en palabras de Sigmund Freud “El dolor no tiene nada que enseñar a quienes no encuentran el coraje y la fuerza para escucharlo”, entonces es este rechazo al humano un camino errado hacia la comprensiónjunto con el conocimiento de si mismo y de su especie, esto no implica ver a otros humanos como un total templo de iluminación, esta idealización de los seres amados o admirados muchas veces actúa como una luz que es capaz de segarnos y no dejarnos ver las puntas que cada humano lleva consigo, en esta dualidad de saber lo que nos daña, donde se forma el fuego al roce de ambas almas, chocando estas puntas entre sí, formando las chispas que encienden el alma de nuestras ideas, de lo que queremos y de lo que no, al ser una sociedad tan compenetrada en espíritu y mente los unos con los otros, no podemos dejar de pensar en figuras de solitarios modernos y clásicos enardecidos por sus rasgos psicopáticos y capacidades de aislarse a si mismo, llegando a abstraerse de los sentimientos y el sentido de ser humano, detrás de un motivo triste, justificado o no, levantan poéticamente una ola de maldad y sentimientos individualistas, quebrando de mala manera así el dilema, no es posible ni correcto herir en confines de nuestros ideales romantizados, cada humano tiene razones para revelarse contra el mundo y apostartodo en acciones desmedidas así de este modo estos lideres de opiniones radicales, representan el sentimiento más individualista y egoísta del ser humano Como una especie de escape de la constante de la cual somos parte, es entonces cuando comenzamos a cuestionar la necesidad de otros en nuestras vidas o si estaremos bien solos, tras ver la figura solitaria segura y poderosa, enriquecida por las enseñanzas de Maquiavelo impulsado por el individualismo del modernismo puro, todo esto nos hace cuestionarnos que tan dispuesto estamos a ser lastimados, al vivir con este miedo no estaremos más que conformando cadenas en nuestro ser, pero como dice Kafka “Siempre será más seguro vivir encadenado que estar libre”, apelando a esto estas figuras egoístas intentan convertirse en otro fenómeno malentendido que es planteado por Nietzsche, este hombre egoísta el cual ha asesinado a Dios, ya que este es el individuo que ha rechazado lo espiritual a cambio de el conocimiento más concreto y terrenal. En su obra “El loco” el filosofo alemán relata como un loco entro en la plaza del pueblo donde se juntaban los eruditos reclamando encontrar a Dios a gritos desesperados, a lo que los eruditos contestaron “Tediré donde esta Dios, lo hemos matado, tu, yo y nuestro conocimiento” el loco entonces se hecho a reír, diciendo “Veoque he llegado demasiado pronto, pues, este gran acontecimiento aún no ha llegado a los oídos de los humanos”. Esto es referencia a la creencia de que el super hombre que asesino a Dios en base a su conocimiento terrenal, le da a él, un lugar definitivo en la tierra, sin embargo, es el hombre que ya supero los encantos terrenales aquel que buscara lo espiritual, no es tarde sino muy temprano para contarle a estos hombres renegados a reconocer y reconocerse así mismo como un ser capaz de amar y lastimar por igual en una dualidad infinita, si bien el amar es de los valientes, esta apatía y soberbia es la cobardía de enfrentar el fuego del roce de un alma contra otra, en esta premisa, entonces muera el humano quemado y no congelado en la soledad absoluta, son sin duda estas batallas internas las que le dan sentido a la vida misma.Intentando así resolver un dilema, abriendo otros, para entrar en este tema es preciso hablar sobre aquella dualidadpresente dentro de cada persona, como un potencial infinito, una riqueza que espera ser invertida, inerte y casta, esperando la inclinación del alma humana. Si bien distintos factoresjuegan un papel critico, al momento de relacionarnos entre humanos, aquél que reconoce y respeta el potencial bueno dentro de si mismo y de otro seguirá como un dogma una cávalajudía “Sea el hombre suave como el cedro y no rígido como el carrizo” haciendo alusión a nuestra disposición de aceptar los peligros que conlleva relacionarse interpersonal, aceptando esta dualidadhumana. Si pusiéramos a toda la humanidad en un estado de libertad absoluta, cada quien revelaría la verdad dentro de si mismo “Una bestia en potencia”




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