El Dilema Del Erizo

cap 6 : trascendencia negativa

La Trascendencia en su Forma Oscura: El Lado Sombrío de la Humanidad

El concepto de trascendencia, en su visión más amplia, no se limita exclusivamente a la evolución positiva o al desarrollo espiritual hacia la luz. Así como las estrellas pueden iluminar y dar vida a los planetas a su alrededor, también existe la posibilidad de que algunos seres humanos, atravesados por la oscuridad de sus propios miedos, traumas o ambiciones desmedidas, sean capaces de trascender hacia una forma desgarradora y destructiva de existencia. Este fenómeno no solo refleja la capacidad humana de llegar a grandes alturas de creatividad y compasión, sino también la potencialidad de alcanzar profundidades de horror y destrucción. Así, la trascendencia no es solo un viaje hacia la luz, sino también una bifurcación que puede llevar a los individuos a lugares mucho más oscuros.

La Trascendencia en el Lado Oscuro: Desviación Moral y Psíquica

Cuando hablamos de figuras que representan la oscura trascendencia humana, nos referimos a aquellos individuos cuyas acciones no solo son atroces, sino que dejan una huella imborrable en la historia, aunque esta huella sea negativa y destructiva. Son seres humanos que, al igual que agujeros negros en el cosmos, atraen y absorben todo lo que los rodea, creando un vacío moral y emocional donde no hay espacio para la luz o el arrepentimiento. Estos individuos, ya sean genocidas, abusadores, dictadores, o terroristas, no solo cometen atrocidades, sino que a menudo se convencen a sí mismos de que sus actos tienen una razón o un propósito, que sus acciones son necesarias para algún tipo de cambio o transcendencia. Sin embargo, en su ceguera moral, su impulso destructivo no solo les afecta a ellos, sino que destruye todo a su alrededor.

El “Lobo Solitario” y la Trascendencia Ciega

Uno de los ejemplos más claros de esta trascendencia oscura es el de los llamados "lobos solitarios": individuos aislados, a menudo excluidos o alienados de la sociedad, que, al ser absorbidos por su propia oscuridad, cometen actos de violencia extrema. Estos individuos a menudo se perciben a sí mismos como protagonistas de una lucha que justifican con ideologías distorsionadas, ideologías que pueden ser políticas, religiosas o existenciales. Al igual que los agujeros negros, son capaces de atraer pensamientos y emociones tan intensas que su psique se distorsiona, cesando toda capacidad de empatía y generando una visión totalmente cegada de la realidad.

El caso de los genocidas y de aquellos que cometen crímenes de guerra es otro claro ejemplo de cómo la trascendencia se puede torcer en el abismo. Adolf Hitler, Josef Stalin, Pol Pot, y otros líderes que han perpetrado crímenes atroces contra la humanidad, son ejemplos de individuos que trascendieron su humanidad, pero no de manera elevada o espiritual, sino en un proceso de deshumanización y devastación. Estas figuras, como lobos solitarios, convencidos de la legitimidad de su misión, llevaron a cabo actos tan horribles que cambiaron el curso de la historia. En sus mentes, su trascendencia no era un viaje hacia la luz, sino una búsqueda perversa de poder absoluto y control, a expensas de la vida y la dignidad humana.

La "Lama Quebrada": La Psique en Ruinas

Dentro de esta oscura trascendencia, existe también la figura del "alma quebrada" o "lama quebrada": el ser humano cuya psique ha sido fracturada por traumas, resentimientos o deseos destructivos. Esta fractura interna crea una personalidad capaz de perpetrar mal en la sociedad, al ser incapaz de reconocer la humanidad de los demás. En su mente, los demás seres humanos no son considerados iguales, sino objetos que se pueden manipular, someter o destruir con impunidad. Este tipo de desviación moral crea seres humanos que, en lugar de trascender hacia la luz, avanzan hacia la oscuridad, donde sus acciones no tienen remordimiento ni conciencia de las consecuencias.

La lama quebrada es también una figura esencial en la comprensión de la trascendencia negativa. Cuando un ser humano se empodera de su dolor de una manera destructiva, lo que podría haber sido una oportunidad de superación personal, de crecimiento y aprendizaje, se convierte en un instrumento de sufrimiento y de violencia. La relación entre la fractura psíquica y la violencia se puede ver como un fenómeno amplificado que ocurre cuando las emociones de odio, desesperación o venganza se apoderan del individuo y lo convencen de que su camino hacia la trascendencia solo puede ser alcanzado mediante el sacrificio de otros.

La Trascendencia y el Sombra de la Humanidad

Es crucial señalar que estas figuras no solo son trágicas y destructivas para la humanidad, sino que cumplen una función sombría: nos enseñan, aunque a un alto costo, lo que significa cruzar los límites de la moralidad y la ética. Al igual que un agujero negro devora todo lo que se acerca demasiado, estos individuos destruyen y absorben, eliminando toda luz en su camino, para crear un vacío moral que afecta a toda la sociedad. Sin embargo, su existencia también nos recuerda los peligros de no respetar la dignidad humana y de no tomar en cuenta las consecuencias de nuestras acciones.




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