EN EL PASADO

La mujer se queda pensativa y con bastante pena le responde a Joel:

— Cuando me venían a hablar de Dios... yo, yo...

— ¿Qué hacías?

— Yo me burlaba de ellos y les tiraba la puerta.

De inmediato, la mujer pone sus dos manos en su rostro y se pone a llorar. Cuando Joel le pregunta:

— ¿Cómo te llamas?

— Mileisi.

Joel se agacha y le da la mano a Mileisi, diciéndole:

— Arrepiéntete y busca de Dios, no importa que este pasando todo esto y que haya mucho sufrimiento, busca a Dios.

En ese momento, Mileisi se arrodilla y le pide perdón a Dios por sus pecados. Y lo hace de todo corazón. cuando los dos son arropados por una inmensa brisa con polvo espeso. Y Joel y Mileisi quedan desmayados en el suelo.

En ese instante, Joel se despierta en el sofá de su casa y vea su padre, el cual está viendo las preocupantes noticias que emergen de la guerra en ese continente.

Joel mira sus manos y luego mira todo, y dice:

— ¿Qué está pasando?... ¡papá! ¡papá!

Joel se levanta y se le acerca a su padre, pero este no le escucha y sigue viendo la televisión. Cuando Joel le tapa la televisión a su padre, y le dice:

— Papá, soy yo, tu hijo. ¿Es que no me ves?

De inmediato, Joel intenta tocar a su padre, pero pasa de largo, y dice:

— ¿Qué es esto? No puedo tocarlo.

En ese instante, Joel ve como su mamá entra a la casa con el mismo. Y se confunde aún más. cuando su mamá le dice al otro Joel:

— No me gustó tu comportamiento ante el hermano Jordi en la Iglesia, todos estamos para ayudarnos unos a los otros. Te comportaste como todo un egoísta. Y tú no eres así.

Ante la mirada estupefacta del otro Joel, su padre se levanta de su silla, y le dice a Morelia:

— ¿Qué fue lo que hizo este muchacho?

— El hermano Jordi le dijo que si le hace el favor de enseñarle o darle unas clases de canto. Y él le dijo que no podía.

Joel se acerca a los tres, y dice:

— Ahora me acuerdo de ese momento... si, Jordi me dijo eso.

En seguida, el otro Joel les dice a sus padres:

— Ustedes saben que yo estoy haciendo un estudio de la Biblia y no tengo tiempo para eso. Cuando termine con lo que estoy haciendo le ayudo.

Cesar coge el hombro de su hijo, y le expresa:

— No te quita nada en ayudarlo. Ayuda a tu hermano.

— Lo voy a ayudar, pero cuando termine de hacer todo lo que tengo que hacer.

Morelia coge el hombro derecho de su hijo, y le dice:

— Hay tiempo para todo, ¡ayúdalo! Mira la guerra que ha comenzado, debemos estar unidos, no sabemos qué va a pasar el día de mañana.

Joel les dice a los dos:

— Ustedes no me entienden.

De inmediato, Joel se va para su habitación. Cuando el otro Joel se acuerda de todo lo que sucedió en la Iglesia, y dice:

— Si, hice eso. Soy un egoísta... debe ser por esa razón que yo me quedé.

En ese instante, Joel ve cómo alumbran las ventanas repentinamente con una luz enceguecedora...