EPÍLOGO

CASI 3 AÑOS DESPUÉS

-¡Oh vamos Gloria! No seas exagerada- exclamó Deimon intentando convencerme de nuevo.

-¿¡Qué no sea exagerada!? Tú te vuelves loco cuando no tienes noticias de French durante un mes y yo tengo que estar calmada cuando no sé nada de mi familia por más de tres años. – Sabía que Deimon me comprendía a la perfección y que con sus palabras sólo pretendía calmarme y protegerme.

-Iremos a buscar respuestas cuando des a luz ¿te parece?- Preguntó esperanzado.

-¡Claro que no! Cuando dé a luz tardaré un tiempo en recuperarme y después tendremos que esperar a que el bebé sea suficientemente mayor como para soportar un largo viaje. No, me niego.

-De acuerdo...- dijo rindiéndose.- Pero iré contigo.

-¡Por supuesto que vendrás conmigo! ¿¡Pensabas que iría a ver a mi familia yo sola!? – Su cara me respondió.- ¡Lo pensabas! Pero estás tonto, claro que no me iba a ir sin ti. Tengo una estupenda familia de la que presumir, y pienso hacer gala de ella. – Dije más tiernamente.- Logan, tú y yo nos vamos de viaje...

-Y nuestra hija.- Añadió acariciando mi vientre.

-O hijo.- repliqué cansada de que siempre dijera que iba a ser una niña.

-¿Crees que les agradaré?- Adoraba cuando el gigantesco de mi marido parecía un inocente niño.

-Les vas a encantar... la única Sant que te habría puesto problemas es tu esposa, así que creo que no tienes de qué preocuparte. ¡Qué ganas tengo de verlos! Mi padre va a adorar a Logan, es tan parecido a él... Oh Dios mío Camille debió ser presentada la temporada pasada y Aroha será presentada en unas pocas semanas... ¿Crees qué..?

-No- A Deimon no le hizo falta ni que terminara de formular mi pregunta- Gloria no podemos irnos así sin más... no llegarás a la presentación de tú hermana, necesitamos por lo menos un mes de preparativos y más de dos semanas de viaje... Lo siento, sé que sientes que has abandonado a tu familia y sé que soy responsable de ello, pero...

-No te hago responsable de ello, bueno por lo menos no estos últimos tres años...quizás si el primero.- dije risueña.- Deimon es tan extraño, no recibí respuesta de ninguna de mis cartas... sé que el servicio de correo dónde yo vivo es pésimo, por eso le enviaba todas las cartas a mi tío para que él se las hiciera llegar a mis padres ¿Crees que estarán bien?

-Dentro de poco te encontrarás con ellos y lo averiguaremos.

Y tanto que lo averiguamos. Cuando French aceptó encantado hacerse cargo del clan en nuestra ausencia y nos aseguramos de no dejar ningún clavo suelto, estuvimos listos para partir.

Al poner los pies en la entrada de mi casa me sentí una intrusa, pero cuando vi la emoción en la cara de mi madre aquellos últimos años parecieron haber sido un suspiro. Más no lo habían sido, mi vida había cambiado radicalmente, y la de mis hermanos también. Ahora Camille, mi desastrosa y desgreñada Camille, era Duquesa; la bondadosa de Aroha se había casado con un Vizconde y la pequeña Zuzanny había ingresado en un prestigioso centro de señoritas. Esas podían considerarse las buenas noticias. Mi madre me narro las desventuras vividas por Beorn, el dinero que había derrochado y lo poco que sabían de él; y por último, mi amado padre... el siempre enérgico y trabajador, se encontraba postrado en cama. El día que entré a verlo ninguno de los dos pudo evitar llorar, confesaré que yo lo hice primero, pero él no pudo contenerse al conocer a Logan y tocar mi vientre.

Tardamos un tiempo en comprender qué había sucedido con las cartas, pero cuándo informamos al tío de que yo estaba en casa intentó mover a toda su familia, más solo él vino a verme. Por lo visto, entre mi tía y mi abuela habían conseguido interceptar todas mis cartas, pensando que en ellas pediría dinero al bueno de mi tío y considerando que yo ya no formaba parte de la familia.

Poco después de llegar decidimos visitar a Zuzanny, mamá no quería que viniera a casa, decía que siempre se ponía muy triste al ver a papá en tan mal estado. Por ello, pasamos dos semanas cerca del colegio de Zuzanny, la visitamos todos los días y ella estaba la mar de orgullosa de presentar a su pelirrojo sobrino a todo el mundo. Llegó el momento de la despedida y las palabras de Zuza me mostraron lo sola que se sentía, por ello, le prometí que pasara lo que pasara siempre tendría su hogar en tierras MacMin. Sabía que aquello sólo eran palabras, pero aquellas mismas palabras eran las que a mí me habían conducido a mi hogar.

También escribí a Aroha, pero mamá me dejó muy claro que no me contestaría, ya que debido a los negocios de su marido no solían estar en el mismo lugar por mucho tiempo.

Por último, un par de semanas antes de volver a tierras MacMin me reencontré con Camille. Fue un encuentro sobrecogedor. Era cierto que jamás nos habíamos llevado bien, nuestras diferencias siempre habían sido demasiado notables, pero ahora... ahora todo había cambiado y pudimos disfrutar de una semana de convivencia, las dos teníamos mucho que contar y unos vientres casi igual de abultados.

-Jamás podría haber imaginado que tu vida desembocaría de esta manera.- me dijo mi padre una tarde pocos días antes de nuestro regreso.

-Créeme que ni yo misma habría escrito una vida mejor para mí.- No podía quejarme de nada, quizás me habría gustado cambiar alguna cosa, poder ver a mis padres antes, comunicarme con mis hermanas... el quizás era algo que había aprendido a ignorar, las cosas ocurrían por alguna razón, y si los acontecimientos que me desagradaban de mi vida eran los que me habían llevado hasta este preciso momento... benditos fueran.

FIN