-Felíz cumpleaños preciosa, te espera una gran sorpresa cuando vuelvas" fue lo que su padre le susurró.
Su rostro mostraba una extremada felicidad pues sería una esplendoroso día. Sin saber lo que ocurriría.
La tarde era soleada, con una brisa ligera y como siempre Scarleth regresaba deslumbrando felicidad, porque sabía que regresaría a su casa y vería a su padre con un enorme regalo en sus brazos.
Ella ya no aguanto las ganas, así que entró contenta corriendo a abrazar a su padre, lo raro fue que no lo encontró, su padre no estaba ahí para recibir ese caluroso abrazo que tanto anhelaba darle Scarleth; lo único que observo fue a su madre con cara de dolor y angustia, tratando se ocultar sus ojos hinchados y rojos con maquillaje, sentada en el sillón de la sala; ese sillón viejo y rasgado en el cual todas las noches el padre de Scarleth se sentaba para descansar y aliviar sus pies después de una larga jornada de trabajo.
Scarleth sorprendía y temerosa se acercó silenciosamente a su madre y cuidadosamente pregunto:
-Mami, ¿Qué te ocurre?
Ella tomo aliento y tratando de evitar desmoronarse, con una sonrisa fingida le dijo:
-"Vamos a salir de esta"
Scarleth confundía, insistía que le dijera que está ocurriendo, su madre con un nudo en la garganta, se tomó unos minutos, no pudo contenerse más y soltó un grito desgarrador, desmoronandose tal cual un niño cuando es arrebatado su golosina.
-"TU PADRE ACABA DE IRSE A UN LUGAR MUCHO MEJOR"
Ella confundida pregunto:
-¿QUE? ¿A DONDE? ¡NO ENTIENDO!. ¡Madre dime que está ocurriendo!.
-¡TU PADRE FALLECIO!
....................