El Don

Sin autocontrol

 

Miro el cielo recostado,

Abrigado por los pastos del invierno

Suspirando entre el viento del otoño,

Entre las flores de la primavera,

Y el sol del verano,

Camino bajo noche sin luna,

Mientras las luces en mi pasar,

Se apagan una a una,

Pensando que al lado mío,

Encenderías cada una.

 

Y es que la ansiedad me desarma,

Trato de ser como el agua del mar,

Sonriendo para mí en los espejos de agua,

Tratando de hacer algo más que esperar,

Esperar lentamente tu llegada.

 

Mientras mis  índices rebotan entre si jugueteando,

Pongo mis ojos de inocente travieso melancólico,

Acomodando un lugar para ti, un poco humilde,

Pero desde lo más profundo de mi corazón tonto.

 

Y es que mi expresión, me ata, me empaqueta y me regala,

Mi sonrisa, es tan extensa, y estúpida, mis ojos penetrantes

No puedo disimular que tú me eres como un cuento de hadas,

No puedo evitar expresar lo que siento, por más que no quiera.

¡Y es que a ti, no, no , no puedo mentir!

 

Y es que estaré en silencio, gritando con mis expresiones,

Rodeado de excusas temporarias, afrontándote y evitandoté a la vez,

Y es que... ¿Qué podría hacer más que ello, sin que reacciones?

Y no sé que decirte. pero algo te diré a lo bajo, y es que...

 

Sólo no te he dicho nada. 

Pero te mentí. Perdóname.

No te he dicho que te amaba.

 



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En el texto hay: poemas, romanticismo, amor

Editado: 31.05.2018

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