23. Vamonos

Daelyn

¿No soy la única que tiene un don? Él también es como yo.

Empiezo a caminar de un lado a otro; creo que los nervios me están ganando, no puedo dejar de mover el cuerpo. ¿Qué estoy sintiendo?

—Quiero que te vayas —ordeno sin amabilidad.

—¿Qué?

—¡Quiero que te vayas! ¡Quiero estar sola! —grito—. En estos días que te he conocido solo me causas angustia, así que vete antes de que te haga daño —amenazo.

Él obedece; sin embargo, esta sensación horrible no se va. Sigo caminando de un extremo al otro hasta sentirme calmada.

Por la noche, el cielo de este lugar es de un morado oscuro, lo que debo suponer significa que es de noche, y no dejo de pensar que últimamente los colores oscuros son lo que me rodea. Creo que, poco a poco, me están empezando a gustar. Me atreví a salir de la cabaña para caminar y despejar la mente y vi que no había ninguna doncella en los alrededores.

Pienso en cuándo será el momento de conocer a la diosa Perséfone o a Deméter. Aún no puedo creer que pronto las conoceré en persona; mi hermana Onie siempre me hablaba de ellas. Si ella estuviera aquí conmigo… tampoco lo creería.

El aire aquí es fresco y me relaja. Observo con admiración las flores por sus lindos colores y los árboles que alcanzan casi la altura de un castillo. Llevo la mano al cabello para tocar las flores que lo decoran; siento que poco a poco van perdiendo vida. Si tan solo aprendiera a revivirlas… Sería hermoso poder hacerlo, devolver la vida a los seres vivos.

Sigo caminando sin rumbo, tarareo una melodía que mi madre biológica me enseñó, y detengo los pasos cuando veo a alguien sentado al pie de un árbol cantando. Me escondo sin saber por qué.

—¿Te hice esperar demasiado? —es la voz de Afrodita.

—No, solo estaba pensando en la guerra que podría ocurrir en el reino Lira —contesta él.

—¿Vas a participar? —pregunta Afrodita, algo enfadada.

—Tengo que hacerlo —responde con decisión—. El reino Lira hará una alianza con Bellatore.

—¿Con Bellatore? —pregunta Afrodita, curiosa—. ¿Por qué?

—Porque Hades está buscando a su hija y alguien le avisó que el reino Lira la tiene.