Después de que se revelara el secreto que guardaba Zack, las cosas intentaban acomodarse un poco, las bromas y las charlas eran un poco más frecuentes, volvió a sentirse cercano a Jess, las cosquillas que él le hacía volvieron en una media justa; las piezas de un corazón roto volvían soldarse, pero intentaban hacerlo con cautela, porque a veces no todas las heridas sanan bien y no todas las personas vuelven a ser igual.
James no le era fácil de tratar, para el seguía siendo muy difícil el tener que estrechar la mano y cruzar palabra con el hombre que tenía el cariño de quien él quería. A veces simplemente venían a su mente los sentimientos de perdida, pero intentaba reprimirlos y concentrarse en las cosas positivas, era difícil. Pero lo podía lograr. Solo esperaba en el fondo de su corazón que si no podía ser él quien estuviera con Jess, quien lo hiciera le brindara felicidad, así que aun tenia desconfianza y celos hacia James.
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Las vacaciones estaban por llegar y todos estaban a la expectativa de que llegara el día en que las clases cesaran.
El día en que se impartía la última clase de actividad física, Zack noto que Jess aún no llegaba a la clase y que Jemes estaba en la misma situación, sus celos se dispararon pues por su mente pasaron infinidad de explicaciones a la situación. Se sentó unos minutos antes de terminar de prepararse para empezar la clase, respiró profundamente buscando alejar los sentimientos malos de su cuerpo, cuando levanto la cabeza divisó a Jess y James cruzando un pasillo en dirección al despacho del director, Jess iba llorando y James la abrazaba. Inmediatamente se levantó y escapo para ir en busca de Jess, tal vez le necesitaba de su ayuda, cruzó toda la escuela y llegó al despacho, los vio sentado en un sillón mientras hablaban con el director, al escuchar lo que estaban diciendo se abstuvo de entra y presto atención.
- Lo siento mucho señorita, sé que es una noticia difícil, sé que usted como todas las personas amamos a nuestra familia, en especial usted a sus padres, - Zack entendió que algo había pasado con uno de los padres de Jess. – estamos a la espera de que uno de nuestros maestros pueda acompañarla a abordar un bus que la lleve hasta el hospital del pueblo donde habita su familia, es lo menos que puede hacer la escuela para ayudarla.
- Gracias señor director.
- Yo también iré con ella. - dijo James.
- Me parece bien, no podemos dejarla sola. Siento la situación señorita, espero que pueda llegar a tiempo para despedirse de su padre.
“Alerta: Padre de Jess en peligro!”
No! Pensó Zack, salió corriendo de allí, llego al pasillo antes de salir a las canchas de deportes, se detuvo un momento y no pudo contener las lágrimas, eran lágrimas de tristeza pues estaba recordando el momento en que había perdido a su madre, el dolor y la tragedia que había traído a su vida, ahora Jess estaba pasando por ello, si había en el mundo una persona a quien no quería ver vivir un dolor así, era ella.
No podía permitirlo, no ella, sin importar que cosa, ella no debía sufrir ese dolor.
Se dio la vuelta en dirección al salón de clases.
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Cuando llego ya había tomado una decisión, así que fue certero con lo que necesitaba hacer y se puso en marcha. Fue directo a la mesa de Jess, como no había salido a la clase de deportes sus cosas estaban allí, abrió su bolso, saco uno de los cuadernos y arranco una hoja. Busco uno de sus lápices y escribió un mensaje en la hoja, devolvió todo a su lugar y dejo la nota también en el bolso.
“Se necesita escape inmediato.”
Salió corriendo de allí, llego a los casilleros donde todos guardaban sus cosas entes la clase de deportes y se cambió.
Después de escabullirse y salir de la escuela sin ser visto, se dirigió a la estación de buses interestatales, allí abordo un bus con dirección a un pueblo donde tenía una cita con la muerte.