Jess llegó acompañada por James al salón de clases, tomó sus cosas rápidamente y salió con James, que había hecho lo mismo.
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Una par de horas después, estaban en camino en uno de los buses hacia el pueblo donde estaba el padre de Jess.
- Te ves un poco pálida, comiste algo durante la mañana? – pregunto James.
- No, aún tengo algunas cosas en el bolso. – respondió Jess con una voz débil, desgastada de tanto llorar por la situación de su padre.
- Come algo, es lo mejor.
Jess abrió su bolso para buscar algo que comer y se encontró con una hoja que no estaba allí antes, la tomó y la leyó mentalmente.
“Hola Jess.
No debes preocuparte, no dejare que vivas lo que yo viví, esta vez sí hare las cosas bien. Tu padre va a vivir.
Zack”
Jess quedo confundida pues no entendía nada de lo que decía Zack en su nota, que se supone que estaba haciendo? Tomo su teléfono y marco a Zack, pero no contesto, marco una segunda vez y se redirigió al buzón de voz, esto no le dio buena espina a Jess, los nervios empezaron a aflorar, quería llegar lo antes posible, por su padre y por Zack.