El teléfono sonó, y al ver que era Jess, no contesto, apago el teléfono, no podía contestar, la voz de Jess lo distraería de su misión y ya todo estaba decidido.
Mientras viajaba en el bus, lloro varias veces, por Jess, la quería demasiado como para permitir que sufriera un dolor así, por su madre, había cometido un error al no poder salvarle y el fantasma de ese error no lo había abandonado nunca.
§
Cuando llegó al pueblo tuvo que pedir ayuda para llegar al hospital, cuando al fin llego, estaba temeroso de que Jess y James hubieran llegado antes. Se hizo pasar por un familiar para poder pasar a vista al papá de Jess, cuando llego por fin a la habitación asignada, encontró a la madre de Jess y su hermano pequeño afuera, los dos con los ojo rojos por las lágrimas, al verlo la madre de Jess se sorprendió, lo miró confundida, pero Zack solo saludo y entro a la habitación. Adentro estaba Marie, la Hermana de Jess, al verlo se alegró.
- Hola Zack, - lo abrazo. – vienes con Jess, donde esta? – volteo a mirar hacia la puerta tras Zack.
- No, vengo solo, aunque puede que llegue en cualquier momento, debo hablar con tu padre, puedo?
- No entiendo nada, porque llegaste tú primero?
- Pude salir antes, hoy no fui a la escuela y cuando me entere salí inmediatamente hacia acá.
- Entiendo, - Marie noto que llevaba su bolso a cuestas. – pero para que quieres hablar con él?
- Solo quiero darle las gracias por traer a Jess a mi vida, sé que es raro pero quisiera hacerlo.
- Este bien, te dejare solo un momento. – Marie salió y cerró la puerta para dejarlos solos.
Zack dejo su bolso en el suelo junto a la puerta, e acerco al padre de Jess, que estaba inconsciente.
- Hola Señor, sé que solo nos hemos visto un par de veces, y que usted no me conoce ni yo a usted, pero si conozco a Jess, así que es casi como si conociera a toda la familia, usted han criado a una chica maravillosa, es fuerte, es tierna, es alegre, no se deja vencer y siempre lucha por las personas que ama, siempre ha tenido mi admiración, sé que tal vez no lo sepa pero yo me enamore de ella, no puedo decirle cuanto porque ni yo lo sé, la vida no me premio con la oportunidad de estar con ella, pero eso ya no importa, estoy aquí con la intención de evitar que ella sufra lo que yo viví, mi madre murió hace unos cuantos meses, y mi vida no ha ido mucho a mejor, así que por ello no quiero que ella viva eso. Por último, quiero que la ame a más no poder, siempre cuídela y procure por su felicidad y la de su familia. Gracias por traer a este mundo a alguien como ella.
Poso su mano derecha sobre la cabeza del hombre, y deseo con toda el alma que ese hombre se sanara, en ese momento broto una lagrima en sus ojos, pues sabía que llegaba a continuación, él se iría y se quedaría el padre de Jess, pero valía la pena.
Miro su mano izquierda, pero para sorpresa no había nada, la esfera no estaba, intento de nuevo y tampoco funcionó. Le recorrió el temor, su cometido no se cumpliría, porque no funcionaba.
“Smith…”
Recordó lo que había pasado con Smith, el o había salvado de una situación mortal, pero al hacerlo le trasfirió el don a él, la solución era pasar al padre de Jess el don? En ese momento las maquinas que monitoreaban el estado de vitalidad del hombre comenzaron a mandar alertas, múltiples pitidos que indicaban que el hombre estaba muriendo, empezó a escuchar que las enfermeras y médicos corrían a la habitación, Marie y su madre preguntaban que sucedía, pensó rápido.
“Se debe aislar al sujeto.”
Tomó la silla más cercana y trabó la puerta, las personas al otro lado comenzaron a empujar pero la puerta no cedió, en la ventana pudo ver la cara de Marie y su madre llorando mientras le imploraban que les dejara entrar.
- Lo siento.
Se dio la vuelta y poso la mano de nuevo sobre el padre de Jess.
- Por favor, regrese, sé que he cometido muchos errores en mi vida, pero este no puede ser uno, te doy mi vida a cambio de que vuelvas, toma este don por favor!
Las luces en el cuarto y afuera en el pasillo empezaron a parpadear, los equipos electrónicos enloquecieron, todas las personas que miraban por la ventana no sabían que sucedía, de un momento a otro las luces se normalizaron.
Cuando miró su mano izquierda se sintió aliviado, allí estaba lo que esperaba ver, peo esta vez era diferente, la esfera era totalmente blanca, iluminaba como una pequeña bombilla.
- Abre por favor!
Reconocería esa voz donde fuera, era Jess, quito la silla de la puerta y los doctores entraron directamente a analizar al paciente, Marie y su madre entraron también, Jess se le acerco.
- Que estabas haciendo?
El mundo empezó a nublarse, el aire ya no enraba por sus pulmones, pero aun seguía escuchando la voz de Jess, levanto su mano derecha y tomo suavemente su rostro.
- Se feliz. – y le sonrió a la mancha que veía frente a sí.
“Distancia aproximada: 0 metros”
Todo se tornó negro en un instante.
“Apagando sistema, hasta luego.”