El dragón de jade

IV


Alyssa no pensaba que la pusiesen a golpear gente tan pronto.

Era apenas su segundo día en Alba Dorada (y el primero en el que su amiga Amelia iba a la Base Uno desde que Alyssa llegó) y sin embargo, ya le habían dado sus primeras armas.

Carol, la jefa de cadetes de la Base Uno, le arrojó un bastón de metal con dos puntas estilizadas, a medio camino entre una lanza y un taser; posteriormente le ordenó que se defendiera.

Quien sería su principal instructora la atacó con su propio bastón , embistiendo hacia Alyssa mientras blandía su bastón como una maza, intentando darle en la cabeza con el extremo superior de aquella arma no-letal.

Alyssa esquivó haciéndose a un lado, fallando así su instructora el primer golpe. Alyssa intentaba que Carol no la acorralase, pero sin poderla atacar limpiamente.

— ¡Puedes dar más que esto! - Exigió Carol - Cuando estés en plena forma, podrás pelear contra mí sin que me esté conteniendo.

— ¿Te estás conteniendo? - Se quejó Alyssa, intentando tomar aire mientras volvía a esquivar otro ataque de su instructora.

— Pareciera que nunca te has peleado en tu vida.

A Alyssa se le ocurrió un disparate, pero podría valerle la victoria en aquél primer entrenamiento, pues no quería quedar en ridículo la primera vez que era puesta a prueba por los de Alba Dorada.

Alyssa se dio cuenta de que tenían público; unos tres o cuatro adolescentes como ella estaban viendo cómo la jefa Carol la atacaba, intentando vencerla sin poner demasiado esfuerzo.

— ¡HYAAAAA! - Gritó Alyssa antes de usar su bastón como lanza, extendiéndolo para darle en el pecho a Carol. Justo después de eso, pulsó el botón que encendería el taser de la punta, dándole una pequeña descarga a su instructora, quien se tambaleó por un breve segundo, mismo que bastó para que Alyssa golpease el bastón de Carol y lo mandase lejos de su alcance.

Alyssa se agachó y se quedó en guardia, apuntándole a Carol al cuello, por debajo de la barbilla.

— Nada mal - Aceptó Carol - Tienes talento.

Alyssa sonrió, visiblemente halagada.

— Ellos son mis otros estudiantes - Señaló Carol a los tres adolescentes que habían estado observando la pelea - Remiel, Daniela y Samuel. Vas a estar entrenando con ellos mientras su compañera de equipo se recupera de unas lesiones - Explicó Carol.

El jefe Ezra Saucedo llegó al patio en el que estarían entrenando los miembros de la Base Uno. Según le había explicado a ella la mañana anterior, cada base en Alba Dorada tenía cierto número de agentes afiliados, aunque no todos vivían ahí (como era el caso de Amelia, quien aún vivía en su casa). Sin embargo, Base Uno tenía una ocupación de habitaciones bastante reducida para el promedio, pues casi todos los agentes de La Ciudad vivía en sus propias casas. En ese momento, tan solo Ezra, Carol, los otros que iban a entrenar con ella y la propia Alyssa eran los únicos habitantes de Base Uno.

Cuando a Alyssa la pusieron a pelear contra esa chica; Daniela, no se esperaba para nada semejante espíritu combativo, pues Daniela apenas esperó cuando la instructora Carol dio por empezada la pelea, pues cargó contra Alyssa y barrió el piso con su propia lanza, tirando a Alyssa al suelo, quien pese a aquel agresivo primer ataque, no soltó su lanza.

Al ver que Daniela iba a descargar su lanza eléctrica contra ella, Alyssa rodó poco más de un metro en el piso antes de levantarse para esquivarla. Una vez lo hizo, blandió su bastón como si fuese un sable de luz doble de Star Wars, haciéndolo rotar en su mano antes de contraatacar a Daniela.

— ¡ESO! - Gritó Samuel, uno de los chicos que esperaban por una ganadora.

— ¡Deberías apoyar a tu novia, imbécil! - Reclamó Daniela.

Ese segundo de descuido que gastó Daniela en reprender a su novio le bastó a Alyssa para enganchar el arma de Daniela con su bastón giratorio, mandándola a volar al otro lado del patio. Daniela intentó correr para recuperar el arma, pero Alyssa la golpeó en la espalda con la punta de su bastón antes de dejar salir una pequeña descarga de la punta.

Daniela cayó de bruces al piso, levemente aturdida. Alyssa soltó su arma y le ofreció la mano para ayudarla a incorporarse; Daniela se lo pensó por un breve momento, pero aceptó la mano y se incorporó.

— Lo has hecho bien para ser una novata - Reconoció Daniela.

— Es solo que tu novio te ha distraído, fue suerte - Se disculpó ella.

Ella le dio un golpe sin fuerza en el hombro a Alyssa, quien dejó salir una risita. Podría acostumbrarse a eso.

Casi una semana después de haber llegado, Alyssa se sentía lista para pelear contra un miembro graduado de Alba Dorada

Casi una semana después de haber llegado, Alyssa se sentía lista para pelear contra un miembro graduado de Alba Dorada. Su nombre era Keith May; Amelia lo había golpeado en cuanto se presentó en la Base Uno el día anterior y lo había hecho ofrecerse voluntario para pelear contra Alyssa mientras los otros miembros de bajo rango de la Base Uno estaban fuera en una misión.

— ¿Con una chica? - Reclamó Keith - Le voy a romper algo - Se quejó, visiblemente molesto con la idea de tener que pelear contra Alyssa.

— Yo te voy a romper la mandíbula, cretino - Contestó Alyssa, enfurecida por aquél comentario tan sexista.

Keith cogió solamente un par de guantes y se los puso. Alyssa blandió el mismo bastón de metal con dos puntas eléctricas y lo hizo girar sobre su propio eje para lucir más amenazadora. Keith se barrió hacia ella en cuanto la propia Amelia dio luz verde para que empezase la pelea, intentando tirar a Alyssa al piso, pero ella lo recibió con un golpe seco en la frente con su bastón.




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