El dragón de jade

IX


La vida en el Instituto Millenium no había sido fácil tampoco.

Alyssa recordaba que cuando entraron a primer curso, eran un grupito unido y aunque en casi todas las clases les tocaba sentarse en mesas separadas, siempre había al menos una o dos por semestre en la que todas estaban ahí.

Amelia, Natalia, Gina y Alyssa eran un equipo inseparable; Amelia había decidido no ser una asocial de mierda como toda su vida y parecía estarle dando buenos resultados. Gina era la niña rica (aunque no presumida) del grupito, Natalia era bastante sencilla, pero cruel con quienes intentasen molestarlas u ofenderlas. Alyssa... siempre se consideró como una especie de comodín en aquél grupito, pues no hacía ni tenía nada en especial (según ella), aunque Amelia solía decir que le asombraba la facilidad social que tenía en ese entonces.

Estaba más que claro que actualmente ya no era así; Alyssa era casi tan taciturna como Amelia lo había sido siempre y en conjunto, las cuatro no eran precisamente unas princesas; no solían tomarse fotos a cada rato ni salir de compras ni esas cosas ridículamente estereotipadas de lo que una chica adolescente suele hacer, pero tampoco eran unas libertadoras que peleaban contra la opresión y a favor de los derechos de la mujer. Simplemente existían y ya.

Sus tardes de "hacer tarea" eran en casa de Gina, en el amplio cuarto que la chica no tenía que compartir con nadie. En las vacaciones de invierno y verano, ella se iba de viaje con su familia, así que Alyssa varias veces había estado o bien, en casa de Amelia o ambas con Natalia, pero nunca en casa de Alyssa o como ella le conocía: El campo de batalla.

Desde mucho antes de cursar la preparatoria, la violencia intrafamiliar era el dios patrono de su familia y por lo mismo, Alyssa tenía cierta independencia fruto de ser ignorada por sus padres y hermana mayor. Alyssa era la más madura de la casa, aunque también quien menos tiempo la pasaba ahí. Toda su vida tuvo cierta independencia y aprendió a ser medianamente autosuficiente.

A veces, Alyssa se sentía apenada, inferior a sus amigas, pues ellas no parecían tener problemas. Claro que eso fue antes de descubrir que ellas tenían vidas más o menos de mierda como ella, cada quien a sus propios estándares, obvio.

Amelia tenía un padre que más que aportar a su familia, era un lastre; el de Natalia era un infiel que perdió casi todo el dinero que tenían de la noche a la mañana. Por último, Gina, quien según Alyssa, tendría la vida arreglada por ser rica, estaba peleando cada vez más con su madre, pues querían irse a vivir a España y ella quería terminar la preparatoria con sus amigas. Además, solía escaparse de su horario habitual en idiomas y natación para regalarle comida a la gente pobre en los albergues y acariciar a sus perritos. Sus padres odiaban que ella "malgastase" su dinero en conseguirle comida a la gente pobre.

Un día, casi al acabar tercer semestre, Gina ya no siguió asistiendo y todo lo que les dijeron en control escolar del Instituto era que la habían dado de baja y le dieron sus papeles.

Para ese entonces, Alyssa ya era novia de Fai, quien empezando segundo curso se le acercó y le pidió que fuesen pareja. Tras seis meses de conocerse y hablar de vez en cuando (gracias a la excesiva amabilidad de Alyssa en ese entonces), el chico decidió pedirle salir y eso hicieron.

No fue para nada miel sobre hojuelas. En parte, Alyssa aceptó por la presión social, porque claro, Fai Chai lo hizo en el pasillo, con gente viendo. Con el tiempo le cogió cariño y (aún lo creía por más que despreciase a Chai), se enamoró de él al tiempo de ser pareja. Fai en realidad no era mala persona en ese entonces, se preocupaba por ella y siempre estaba para hablar.

Quizá eso fue parte del problema; siempre estaba. Varias veces Alyssa le dijo que no era necesario estar juntos literalmente todo el tiempo, que no quería que él dejase de lado a sus amigos. Sin embargo, en realidad Alyssa sentía que era ella quien estaba dejando de lado a sus amigas.

Cuando dejó de venir Gina, ella no se dio cuenta enseguida y eso la hizo sentir peor, pero ni así Chai la dejó en paz un solo día. Después de eso, decidió que la solución para no quedarse sin amigos ni pareja era arrastrar a Alyssa a las salidas con su propio grupito de gente desconocida para Alyssa, que solo conseguía hacerla sentir de lo más incómoda.

Natalia y Amelia se cambiaron de preparatoria al acabar tercer curso; Amelia porque estaba a punto de morirse de ansiedad por cumplir el estándar de la beca y Natalia porque por error olvidó pagar la inscripción al siguiente curso. Ese fue el primer semestre que pasó Alyssa en solitario, con nuevos compañeros de mesa.

Sin ellas dos ni Gina cerca, Alyssa pasó casi un semestre entero teniendo a Fai hasta en la sopa, lo que terminó ocasionando que cortaran tras que Alyssa decidió que no podía seguir manteniéndose así. Todo estalló en el día del estudiante, cuando Alyssa invitó a Amelia a ir. Mientras Amelia saludaba a otras personas, Alyssa se perdió un momento junto a Fai y después de estar besándose (entre otras cosas), el chico la dejó ahí con la excusa de que su madre ya había llegado por él. Al día después, Alyssa lo terminó, harta de soportar a aquél mandón y machista idiota que se las daba de liberal, pero estaba pendiente siempre de lo que su madre pensara.

Aún así, ella intentó ser razonable y siguieron siendo amigos después, pero Fai seguía creyendo que tenía la facultad de decidir qué era mejor para Alyssa. Se enojaba bastante cuando ella no le contaba algo o no sabía si ella estaba hablando con otros chicos, salía a fiestas, entre otras cosas.

Alyssa prefería mentirle para no tener que pelear hasta que también se terminó hartando de eso. Un día Fai estaba particularmente insoportable, quejándose de quién sabe qué cuando Alyssa decidió que no tenía por qué tolerar sus estupideces.




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