El dragón de jade

XIII


Una vez Keith puso música en la sala común de la Base Uno, el ambiente se volvió totalmente festivo.

Aunque Alyssa veía claramente que el jefe Saucedo era un tronco y en vez de bailar, prefería beberse toda la sidra que tenían guardada, eso no le impidió sacarlo a bailar unos pocos minutos. A sus espaldas, Natalia y Amelia conversaban y los del equipo de Adhara se habían acercado también a convivir con ellos.

— Perdona, yo no... - intentó excusarse Ezra, queriendo impedir que Alyssa lo sacase a bailar con ella, sin embargo, la chica no cedió, arrastrando consigo a Ezra al centro de la sala común, cuya sala central se había corrido a un lado, donde Carol, Samuel y Daniela estaban masacrando las frituras.

— Ah, vamos - Lo calló ella - Esta es bastante lenta, te servirá para practicar.

— No sé qué hacer ahora - Murmuró el joven líder de Alba Dorada. ¿Cómo es que un adolescente de dieciocho años supiese cómo dejar inconscientes a diez sicarios pero no supiese bailar? Alyssa cuestionó para sus adentros la calidad de los requisitos necesarios para ingresar en Alba Dorada.

— Mira, tan solo debes poner esta mano en mi cintura - Indicó ella, llevando la mano izquierda a esa parte de su cuerpo - Y la otra dámela.

Alyssa puso su mano libre en el hombro de Ezra, quien algo incómodo, intentó seguirle el paso a ella, quien con un ritmo algo entorpecido por la inexperiencia del chico, consiguió conducirlos a ambos durante el resto de la canción. En cuanto empezó la siguiente, un poco más animada, Alyssa se atrevió a conducir a Saucedo a lo largo y ancho de la sala común, dándole un par de vueltas sobre su propio eje tan sólo por el gusto de hacerlo.

En cuanto terminaron, Ezra se ofreció para ir a buscar un par de bebidas y Alyssa aceptó, sonriendo mientras lo veía alejarse.

— Disfrutas mucho hacerle eso - Se burló Amelia.

— ¿Qué? Pensé que estábamos de fiesta.

Su amiga sacudió la cabeza como si estuviese negando algo, visiblemente divertida por el hecho. Cuando Ezra volvió con un par de copas de sidra, pudo contemplar a Alyssa con una cara que parecía ser la mezcla entre fascinado y horrorizado al verla vaciarse el contenido completo de la copa de un solo trago.

— Iré por más - Le indicó Alyssa - De hecho, quizá traeré toda la botella.

Alyssa se dirigió a la bodega justo al lado de la cocina, lista para destapar una nueva botella de sidra, pero el timbre sonando en la entrada la distrajo por un breve segundo. Al parecer, Samuel se había levantado a abrir tras decir "yo voy" desde la sala común.

Mientras tanto, ella escogió una botella de sidra barata que llevaba guardada ahí cierto tiempo y caminó de regreso a la sala común, lista para destaparla. Cuando llegó, vio a través de la puerta de entrada a una persona que iba frente a Samuel, quien intentaba detenerlo a toda costa sin éxito alguno.

Fai Chai alzó la voz al ver a Alyssa con una botella en la mano.

— ¿Estás bebiendo? ¿No has dejado tus malas costumbres? ¿Así cómo piensas que podremos vi...

Alyssa no aguantó a que su estúpido exnovio terminase la oración y le aventó la botella que traía en la mano, teniendo la mala fortuna (y buena puntería) de darle directo en la frente, rompiendo el cristal de la botella y salpicando su contenido sobre Fai, quien se tambaleó hacia atrás, pero desgraciadamente no se desmayó en el acto.

— Solamente vine para convencerte de que... de que seas razonable - Se quejó Fai - Espero que tengas con qué limpiarme, ropa seca quizás.

— Estarás idiota - Contestó Keith, sacando su arma no-letal, una porra semejante a la que usan los policías, caminando lentamente hacia él - Si no te largas por las buenas, te voy a aplastar la cabezota.

— ¡No los he agredido! ¿No se supone que se puede entrar a las oficinas de Base Uno?

— No funciona así - Contestó Ezra Saucedo, saliendo del interior de la casa - Y se te declaró persona no-grata aquí. Si no te largas, haremos uso de la fuerza para echarte y haremos proceder la demanda por revelar secretos corporativos durante tu periodo como miembro de Alba Dorada. ¿Me has entendido, Francisco Chai?

Fai avanzó un paso más y Keith aprovechó el chance para aporrearlo hasta dejarlo inconsciente. Sin embargo, Fai paró el primer golpe con la porra usando ambas manos. Keith, visiblemente molesto por ver que estaban impidiéndole ser violento, pateó el estómago de Fai para obligarlo a tomar distancia, sin embargo, Fai se quedó con el arma en las manos.

— Alto - Pidió Alyssa - Los aprecio a todos, pero no quiero que sigan resolviendo mis problemas por mí. Reclamo mi derecho a echarlo yo misma.

Ezra se encogió de hombros.

— Samuel, dale tu porra. Tú lo dejaste entrar después de todo.

De mala gana, el compañero de equipo de Daniela (y Adhara) le cedió su propia porra a Alyssa, que la sujetó con seguridad y corrió hacia donde estaba Fai, quien apenas se había incorporado tras el ataque de Keith.

Fai blandió su porra como si fuese un sable de luz de la guerra de las galaxias, pero Alyssa blandió el suyo como si fuese oficial de policía en medio de una protesta contra crímenes raciales. Tras tres golpes, a Fai le costaba mucho trabajo no dejar ir su arma y sus lentes empezaban a empañarse por culpa del sudor.

— ¿Cómo te atreves a volver? - Gritó Alyssa - ¿NO LO ENTIENDES? ¡NO QUIERO SABER NADA DE TI!

Fai estaba demasiado ocupado evitando que le sumieran la mollera de un golpe, así que ni siquiera pudo contestarle.

Alyssa dio un golpe más, esta vez a un costado de Fai en vez de hacia su cabeza. Se sintió bastante satisfecha al haberle dado directamente en el codo, lo que lo desconcentró e instintivamente lo llevó a agarrárselo con la otra mano.

Sin esperar a que se recuperase, Alyssa blandió el arma de vuelta, estampándola contra la mejilla de Fai, tirando sus gafas cuadradas a varios metros de donde él se encontraba.




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