El dragón vengador: Sangre, ceniza y redención.

Capitulo 1: Desde el fango a las torres de cristal

Todo empezó con un joven llamado kaelion draykhan, un muchacho muy humilde, con grandes sueños, pero muy poco apoyo de su familia.

Al cumplir los 21 años, kaelion empacó lo poco que tenía, se puso sus botas gastadas y con la frente en alto les dijo:

-Voy a convertirme en alguien grande.... famoso. Lo haré sin ayuda de ustedes. Lo prometo.

Pero el mundo real fue mucho más cruel de lo que imaginaba

Paso semanas lavando coches bajo el sol, días enteros entregando encargos en calles que olían a desesperación. Su estómago gruñía más que sus palabras y cada noche dormía sobre cartones húmedos, hablando solo con la luna.

Una tarde nublada, mientras caminaba en los escombros de la zona más pobre, sus ojos se levantaron. Frente a el se alzaba un rascacielos de cristal y acero, tan alto que parecía tocar las nubes.

-Ese edificio -susurro con voz quebrada-. Algún día viviré en uno como ese.

Sin pensarlo dos veces, entro a el impotente edificio. Su ropa estaba sucia, su aliento cargado sin cepillo y su cuerpo desprendía un olor qué revelaba su dura vida. Aún así, cruzo la recepción con paso firme.

-¿A dónde cree que va?-le pregunto la recepcionista, frunciendo el ceño.

-A hablar con el jefe -respondío kaelion con una sonrisa sincera-. No tengo cita, pero quiero tener un buen futuro y no en las calles.

Lo dejaron pasar por pura curiosidad, o quizás porque la recepcionista vio algo en sus ojos.

La oficina del director general era luminosa, llena de arte moderno y aroma a café caro. Sentado en una silla de cuero estaba el señor Alaric Vonn un empresario de corazón generoso, mirada afilada y sonrisa tranquila.

Kaelion entro y se presentó con respeto.

-Señor Vonn....mi nombre es kaelion Draykhan. Vengo sin papeles, sin traje y sin fortuna. Pero se trabajar, se aprender y se luchar. Antes de que la vida me aplastará, estudiaba administración de empresas. Solo pido una oportunidad.

Alaric lo observo en silencio durante unos segundos. Luego se levantó y le extendió la mano.

-Tienes agallas, chico. No todos los días entra alguien con tanta sinceridad. Empiezas mañana...cómo administrador auxiliar.

Kaelion quedó en shock.

-¿En serio...? ¿Sin siquiera una entrevista?

-Esta fue la entrevista -respondío Alaric con una sonrisa-. Veamos de qué estás hecho.

Desde ese día kaelion empezó su camino hacia la cima. Era puntual, trabajador y jamás se quejaba. Pronto, Alaric lo cambio de cargo, haciéndolo su asistente personal.

-Confio en ti -le dijo el jefe una noche mientras cerraban la oficina-. Eres el único que entiende como se levanta algo de cero.

Y Kaelion, con los ojos brillando de emoción, pensó: "este es solo el comienzo. Voy a construir un imperio."




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