El eco de la magia

Capítulo 22: Los Preparativos de la Sombra

En las profundidades de un paisaje oscuro y desolado, donde la luz apenas lograba penetrar, la figura encapuchada caminaba lentamente hacia un altar de piedra negra. Las sombras se arremolinaban a su alrededor, moviéndose como si tuvieran voluntad propia. En el centro del altar descansaba un cristal negro, más grande que cualquiera de los fragmentos que Cael y Nya habían enfrentado. Su luz oscura pulsaba con una energía ominosa, casi viva.

—Fallaste otra vez —dijo una voz grave, resonando desde las sombras más profundas de la caverna.

La figura encapuchada se detuvo, inclinando la cabeza ligeramente, como si reconociera la reprimenda pero no estuviera intimidada.

—No fue un fracaso. Fue una lección —respondió, con un tono frío y controlado—. Ahora sabemos hasta dónde pueden llegar con sus runas.

De las sombras emergió una forma amorfa, una masa de energía oscura que se retorcía constantemente. Aunque carecía de un rostro, su presencia era imponente.

—Subestimaste su conexión con las runas. Subestimaste a la bruja… y al hijo del lobo.

La figura encapuchada levantó una mano, examinando el cristal negro que sostenía. Aunque era pequeño en comparación con el del altar, todavía brillaba con un resplandor oscuro.

—Su conexión no es perfecta —respondió—. Y la de la chica con el Eco… esa es nuestra ventaja.

La masa de sombras pareció retorcerse más rápido, como si evaluara las palabras de la figura encapuchada.

—¿La chica? La que está marcada por mí.

—Sí —dijo la figura, con una leve inclinación de cabeza—. Su vínculo con el Eco es profundo, más de lo que incluso ella comprende. Si logramos aprovecharlo, podríamos desestabilizar no solo su conexión con las runas, sino también todo su grupo.

La sombra dejó escapar un sonido que podría haberse interpretado como una risa oscura.

—Es arriesgado. Las runas están protegiéndola.

La figura encapuchada se acercó al altar, colocando el cristal que sostenía junto al mayor. Al hacerlo, ambos fragmentos comenzaron a brillar al unísono, emitiendo un zumbido que resonaba en toda la caverna.

—Nada es invulnerable. Incluso las runas tienen un límite. Si podemos aislar a la chica y forzarla a enfrentarse a su vínculo con el Eco, las runas no podrán protegerla.

La sombra permaneció en silencio por un momento, como si estuviera considerando la propuesta. Finalmente, habló, su voz aún más profunda.

—Entonces hazlo. Trae a la chica al núcleo. Pero asegúrate de que no escape.

La figura encapuchada inclinó la cabeza una vez más.

—Como desees.

Mientras la figura encapuchada trabajaba, las sombras dentro de la caverna comenzaron a moverse con más intensidad. Pequeños fragmentos del Eco fueron reunidos y colocados en un círculo alrededor del altar, formando un anillo de energía que reforzaba el poder del núcleo.

—Con esto, incluso si intentan atacarnos, no podrán llegar al núcleo sin enfrentarse a una fuerza que los consuma —murmuró la figura encapuchada.

La sombra asintió, su voz resonando en las paredes de la caverna.

—Pero no subestimes a la bruja mayor y su círculo. Lunara ha enfrentado al Eco antes y sobrevivió. No cometerá errores.

La figura encapuchada dejó escapar una risa baja.

—Lunara puede ser poderosa, pero no es invencible. Y ahora tenemos algo que ella no puede controlar: el vínculo de la chica con el Eco.

Cuando todo estuvo listo, la figura encapuchada extendió una mano hacia el cristal mayor. Una ráfaga de energía oscura se desató, creando un portal que mostraba una imagen borrosa del campamento de Lunara. Aunque el portal no permitía cruzar directamente, sí servía como una ventana para observar a sus enemigos.

En el centro del campamento, la figura encapuchada vio a Nya practicando con las runas, mientras Cael la observaba. La luz de las runas brillaba con fuerza, pero la figura podía sentir la leve influencia del Eco dentro de Nya, como un susurro que nunca desaparecía.

—Estás atrapada entre dos mundos, chica —murmuró, observándola con detenimiento—. Y cuando llegue el momento, elegirás el lado equivocado.

La figura cerró el portal con un movimiento brusco, volviendo su atención al altar.

—Pronto será el momento de actuar.

El cristal mayor en el altar comenzó a vibrar, como si respondiera al creciente poder del Eco en la caverna. Las sombras alrededor del altar se hicieron más densas, formando figuras humanoides que se movían con una gracia inquietante. Eran soldados de sombras, creados a partir de la energía del Eco, y su propósito era claro: proteger el núcleo y capturar a Nya.

—Están listos —dijo la figura encapuchada, mirando a los soldados de sombras—. Cuando ella cruce al núcleo, la rodearán. No habrá escapatoria.

La sombra amorfa, que había permanecido en silencio, habló una vez más.

—Recuerda, si fallas esta vez, no habrá otra oportunidad. La bruja y su círculo no dudarán en destruir todo rastro del Eco si pueden.

La figura encapuchada inclinó la cabeza, con una confianza que bordeaba la arrogancia.

—No fallaré.

En el campamento de Lunara, mientras el grupo se preparaba para su próximo movimiento, nadie sabía que la figura encapuchada ya había comenzado a tejer su red. Las sombras que acechaban en el bosque se movían con sigilo, observando y esperando el momento adecuado para atacar.

Y en el centro de todo, Nya seguía practicando con las runas, sin darse cuenta de que el Eco estaba preparando su próxima jugada… una que pondría a prueba no solo su conexión con las runas, sino también su voluntad de resistir la oscuridad dentro de ella.



#2015 en Fantasía
#374 en Magia

En el texto hay: lobos, misterio y romance, brujaslobos

Editado: 18.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.