El eco de la magia

Capítulo 30: Dominando la Nueva Magia

El campamento estaba en un estado de calma tensa. Aunque el ataque de la figura encapuchada había terminado, su impacto aún resonaba en todos. Las runas, que alguna vez habían sido un pilar estable de su protección, ahora vibraban con una energía impredecible. La magia del mundo había cambiado, y la única persona que parecía entenderlo era Nya.

Lunara reunió a los líderes del grupo en el círculo de piedra.

—No podemos ignorar lo que ocurrió hoy —dijo con firmeza—. La magia alterada no es solo una amenaza, es una nueva realidad. Si no aprendemos a controlarla, él tendrá ventaja.

Selene cruzó los brazos.

—Y solo hay una persona que ha demostrado poder manipularla sin ser consumida por ella.

Todos miraron a Nya.

Ella tragó saliva, sintiendo el peso de sus miradas.

—No sé si puedo controlarla completamente —admitió—. Apenas logré liberar a Kieran.

Lunara sonrió con suavidad.

—Lo lograste porque no estabas luchando contra la magia, sino entendiéndola. Eso es lo que tenemos que desarrollar.

Cael, que estaba a su lado, le dio un leve empujón en el brazo.

—Confío en ti. Y creo que tú también deberías hacerlo.

Nya dejó escapar un suspiro y luego asintió.

—Bien. Veamos hasta dónde podemos llegar.

El entrenamiento comenzó en el círculo de piedras, donde la energía alterada era más fuerte.

Lunara colocó a Nya en el centro y le pidió que extendiera las manos, conectándose con las runas sin intentar controlarlas.

—No intentes moldear la magia —le indicó—. Primero, solo escúchala.

Nya cerró los ojos y respiró hondo. Al principio, todo lo que sintió fue el flujo familiar de su propia magia, pero poco a poco, empezó a notar algo más.

Las runas ya no vibraban de manera estable, sino que pulsaban en patrones irregulares. La energía se movía como si estuviera viva, cambiando de dirección sin seguir reglas fijas.

Pero en lugar de resistirse, Nya permitió que su conciencia flotara con la magia, sintiendo sus ritmos caóticos.

—Puedo… entenderla —susurró—. No es solo caos. Es como un río que ha cambiado de curso, pero sigue siendo un río.

Lunara asintió con aprobación.

—Eso es bueno. Ahora, el siguiente paso: guiarla en lugar de controlarla.

Lunara le pidió a Nya que intentara mover la energía sin forzarla.

—Si tratas de imponer tu voluntad, se resistirá —explicó—. Pero si te conviertes en parte del flujo, puedes guiarla.

Nya extendió una mano y visualizó la corriente mágica que sentía a su alrededor. En lugar de empujarla, permitió que la energía se moviera a través de ella, como si estuviera navegando en el agua.

Para su sorpresa, la magia respondió.

Una pequeña esfera de luz alterada flotó sobre su palma, fluctuando entre tonos de azul y negro, pero sin volverse inestable.

Selene levantó una ceja.

—Eso es… impresionante.

Cael sonrió.

—Sabía que podrías hacerlo.

Nya abrió los ojos y vio lo que había creado. Era diferente a cualquier hechizo que hubiera lanzado antes. No era solo su magia, ni solo la del Eco. Era una combinación de ambas.

—Esto… es nuevo —susurró.

Lunara asintió.

—Sí. Acabas de dar el primer paso para comprender la magia alterada.

Para probar su control, Lunara le pidió a Nya que intentara disipar un hechizo de barrera lanzado por Selene, uno que estaba imbuido con la misma distorsión que la figura encapuchada había usado en el campamento.

Selene trazó símbolos en el aire, y una pared de sombras fluctuantes apareció frente a Nya.

—Si intentas romperlo con magia tradicional, se reforzará —advirtió Selene—. Usa lo que has aprendido.

Nya respiró hondo, concentrándose en la barrera. Sintió la vibración errática de la magia alterada y recordó lo que había hecho antes.

En lugar de tratar de disiparla con fuerza, se alineó con su flujo.

Sus runas brillaron con el mismo tono cambiante de la distorsión, y cuando extendió la mano, la barrera comenzó a descomponerse lentamente, como si se estuviera integrando en la corriente de la nueva magia.

En segundos, desapareció sin explosión ni resistencia.

El grupo se quedó en silencio por un momento antes de que Cael rompiera la tensión.

—Eso fue increíble.

Selene sonrió levemente.

—Definitivamente, tienes un don para esto.

Lunara puso una mano en el hombro de Nya.

—Lo lograste. Pero esto es solo el principio.

Nya asintió, sintiendo una nueva confianza dentro de ella.

—Lo sé. Y estoy lista para lo que venga.

Mientras Nya perfeccionaba su control sobre la magia alterada, la figura encapuchada continuaba sus propios experimentos.

Desde su escondite, observó el cielo distorsionado y sonrió.

—Así que la niña está aprendiendo rápido…

Sostuvo el fragmento del núcleo en su mano y dejó que su energía fluyera.

—Será un placer destruir todo lo que ha logrado.

Con un simple movimiento, liberó una ola de magia alterada que se expandió por el bosque.

Su contraataque había comenzado.

El aire en el campamento se volvió más pesado. Algo invisible, pero inconfundible, vibraba en el ambiente, como si la propia magia del mundo estuviera reaccionando a una fuerza externa.

Nya sintió el cambio antes que los demás.

Su conexión con la magia alterada le permitía percibir los flujos de energía de una manera que ni siquiera Lunara o Selene podían.

—Viene hacia nosotros —susurró, su voz tensa.

Cael y Kieran, que estaban cerca, inmediatamente se pusieron en guardia.

—¿Él? —preguntó Cael.

Nya asintió.

—No sé cómo, pero está probando algo nuevo.

Antes de que pudieran prepararse, una ola de energía oscura se expandió desde el bosque, arrasando con todo a su paso. Las runas del campamento parpadearon erráticamente, algunas absorbiendo la magia y otras rompiéndose en chispazos de luz.

Y entonces, las sombras cobraron vida.



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En el texto hay: lobos, misterio y romance, brujaslobos

Editado: 18.06.2025

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