El Efecto Haylee x Baylee

Expediente Uno; H.A.I.R.O.

Nombre completo: Haylee Ivette Ravenson.

Nombre de nacimiento: Haylee Ariel-Ivette Ravenson-Oxford.

Fecha de nacimiento: noviembre 11 de 2002.

Lugar de nacimiento: Los Angeles, California, Estados Unidos.

Residencia: Moscú, Rusia.

Nacionalidad: estadounidense-rusa.

Sexo: Femenino.

Estado civil: soltera.

Edad: 20 años.

Hospital de ingreso: Hospital Stiftelsen Friluftssykehuset, Oslo, Noruega

Causa de ingreso: lesiones por causas desconocidas.

__________________________ 🦋 __________________________

Dentro de la habitación solo hay una mesa gris y dos sillas en color negro; una de ellas está ocupada por una chica pelirroja que usa prendas oscuras y que mantiene la vista sobre sus manos entrelazadas colocadas sobre su regazo.

El silencio de la habitación le mantiene presa en sus pensamientos que son tantos y en su mayoría desgarradores que las lágrimas comienzan a brotar sin más.

Pero limpia todas y cada una de ellas por temor a que su hermana mayor la viera así, suficiente habían tenido con estar separadas en todo ese tiempo y en el momento más difícil de sus vidas, como para ahora verla desmoronarse poco a poco; sabe además que detrás de ese vitral polarizado hay un grupo pequeño de personas analizando su comportamiento.

Porque lo sabe; sabe que ella es una sospechosa.

“Soy una víctima”

Quiso decir desde un principio, pero sus palabras no salían de la manera adecuada. No tenían sentido cuando salían de su boca; por eso ¿por qué llevarla a ese sitio a pesar de que el medico a cargo de ella dijo que no debían de hacerlo? Ella necesitaba tiempo, tiempo para recuperarse.

Habían tenido ya el tiempo necesario para recomponerse, y para procesar el dolor y así ser de utilidad en la investigación.

Eso fue lo que dijo la agente que llevaba el peso de esa investigación sobre sus hombros y el nombre del que se había hecho en ese trabajo; una mujer que nunca había perdido a nadie, así que no comprendía la gravedad de la situación por la que estaban pasando.

La puerta se abrió, y fue solo en ese momento que ella dejó de llorar, y empezó a repetirse una y otra vez en su mente, que todo estaría bien, que ella saldría de ahí, libre.

No había hecho nada malo.

Solo había sido una víctima más de aquella persona que tanto daño les quería causar.

Escuchó los tacones de aquella mujer, y luego notó como corría la silla qué tenía frente a ella para poder ocuparla.

—Señorita Ravenson, al fin la conozco…soy la agente Renata Paulsen. Estoy a cargo de la investigación sobre el asesinato de su padre. —Cuando la pelirroja al fin levantó la vista quedó impactada por aquella mujer, no era la primera vez que se veían, sin embargo, la rubia iba a fingir que así era. Las dos lo harían. Por diferentes motivos, pero con el mismo fin; proteger alguien a quien aman. La rubia quería llevar esa investigación ella misma y asegurarse de que la pelirroja no dañará a nadie más, y la pelirroja lo haría para que no intentará joder a su hermana.

A pesar de la diferencia de edad, a veces y en algunas situaciones la mayor actuaba como la menor y entonces la menor debía de proteger a la mayor.

Los papales se invertían más veces de lo que se podría imaginar.

—Bien Haylee, te hare unas preguntas. Como sabes, estuviste desaparecida mucho tiempo y eso ha hecho pensar a más de uno sobre tu posible complicidad en el caso, debido a eso…

Dejó de escuchar después de eso último.

Porque la idea de haber pasado mucho tiempo lejos de su hermana, ajena a todo lo que había ocurrido la mantenía loca.

En todo caso, no había sido su intención desaparecer; ni siquiera estaba segura de lo que había ocurrido.

—¿Dónde tienen a Baylee? —Habían pasado casi un mes sin saber la una de la otra, en situaciones completamente diferentes, y apenas si habían tenido tiempo para estar juntas y a solas mientras estuvieron en casa; las mantenían vigiladas.

Quizás, por temor a que formaran una coartada perfecta.

Lo que todos ellos no sabían era una sola cosa, una un poco insignificante; y es que ellas no tenían las fuerzas ni mucho menos las energías suficientes para poder tramar algo.

Solo querían todo acabara y poder llorarle a su padre todo lo que habían estado reprimiendo, para luego quizás intentar seguir con su vida.

—Haylee, tienes que concentrarte en las preguntas que te haré. Por favor, no pienses en nadie más por ahora.

—No te responderé nada hasta saber que Baylee está bien

Era firme con ese tipo de cosas, nadie iba a discutirlo. Pero Renata era de esas a quienes no les gusta las negativas, así que habían juntado a dos polos tan opuestos que en lugar de atrase se repelaban aún más que los polos iguales.

—Haylee, en serio… necesito que te concentres.

—Yo necesito que me asegures de que ella está bien.

Renta accedió, porque por más que insistiera ella terminaría perdiendo, Haylee no le respondería nada si no obtenía lo que ella quería. Quizás era buen momento para recordarle de la manera más cruel que su padre ya no estaba aquí y que sus berrinches de niña pequeña estaban de más.

Pero, no quería perder ese caso, así que accedió a esa petición.

—Ella está bien.

—¿La interrogaras tú? —No era correcto responder eso, pero lo haría solo si con eso la pelirroja se ponía a cooperar.

—No. Lo hará alguien más. Y por protocolo y ética espero que comprendas qué no puedo decirte nada más. —No importaba de quien se tratará aquella persona, mientras no fuera Renata Paulsen todo estaría bien. —Ahora, si es todo, ¿podemos iniciar? —Haylee asintió.

No importaba quien fuera, su hermana estaría a salvo con esa persona. —Bien, entre más pronto y claro respondas, estarás yéndote a casa. —No. No iría a casa, lo sabía. Ellos no la dejarían ir así de rápido. Pero, aun así, decidió confiar en ella.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.