El Egocentrista

Trabajos en Grupos

Estaban en la segunda clase de Metodología de la Investigación, en el cual la profesora Wanda Adams la cual explicaba los procesos para realizar una investigación documental, para un proyecto de cualquier tipo, pero sobre todo para un proyecto para un plan de negocios y la misma tesis que debían elaborar para su carrera.

- Necesito que en equipo hagan un trabajo investigativo, es decir un proyecto, en el cual pongan en práctica todo lo que veamos en clase, al final de la asignatura me lo entregaran como parte de un trabajo final.

La clase acabó tenían unos minutos libres así que los alumnos buscaron como formar sus grupos, obviamente Marck y Henri se haría en el mismo pero necesitaban más gente, un joven alto de ojos marrones y de piel muy blanca se acercó a ellos.

- Ey. ¿Qué tal? –soltó el joven– ¿ya tienen equipo conformado? ¿Puedo estar con ustedes?

- Claro –soltó Marck.

- Necesitamos más –dijo Henri.

- Tranquilos, ey María, Alex vengan acá –llamó a sus amigos– ya somos más.

- Vamos cinco, creo que de seis estaría bien ¿Verdad?

- Como sea –soltó Marck.

En eso Henri vio pasar a una joven bastante seria, se notaba que no era propia del lugar, así que por su apariencia era latina como ellos –esa es nuestra última integrante– pensó, por lo que en tanto la chica observa para los lados y acomodaba su mochila, se veía que buscaba algún grupo, sus ojos denotaron que había visto uno y se dirigía a ellos pero Henri se le interpuso.

- Hola –la saludó.

- Hola –dijo Zohe.

- Este… ehm… nos falta alguien somos cinco pero queremos ser un grupo de seis, así que ¿qué te parece hacerte con nosotros?

La chica volteó y observó al grupo, y ya que estaba buscando y pretendía preguntar a otro para formar parte le pareció bien aceptar, además así no sonaría descortés rechazando.

- Sí, claro.

- Bien. Anda ven.

Se acercaron a los demás, ella con su vista observó a cada uno, hasta que llegó a Marck por su postura y expresión notó que él era la cabeza de aquel equipo, solo esperaba no chocar con él puesto que ella estaba acostumbrada también a ser la que dirige.

- Bien ella es nuestra última integrante, ehm… ehm… ¿Cómo te llamas? –preguntó Mantica.

- Zohe Zúñiga… un gusto.

- Un gusto Zohe, soy Henri Mantica, él es Marck Chamorro…

- Un gusto –dijo Marck sin ganas, por lo que ella asintió levemente.

- Y ellos…

- Mi nombre es Maurice Akerman –dijo el chico de piel muy blanca– un gusto.

- Luisa Thompson… un placer a todos.

- Yo, Alexander Loman.

- Muy bien, la otra clase está por empezar así que, a la hora de salida nos reuniremos en la sección A de la biblioteca  – decía Marck– para organizarnos con lo del trabajo ¿de acuerdo?

- Claro –corearon todos.

Así todos se fueron juntos a su siguiente clase.

 

Alondra y Ximena estaban en la clase de Teoría y Técnica del Turismo, sin saber ambas chicas se sentaron juntas, Alondra le hizo mala cara; Ximena al observar el comportamiento de la chica pensó que era una joven rara, de saber ella nunca le había hecho nada, además las posibilidades que se le ocurrían eran absurda, en primera era debido a una supuesta enemistad que había entre las gimnastas y porristas, la segunda era por ser novia de Louis amigo de Marck y todo era relacionado al colegio, era absurdo. Lo que la ponía a pensar más era que siempre las chicas terminaban mal cuando se refería a Marck, no entendía del todo el ¿por qué? Ahora que se relacionaba con el chico y podía decir que era su amiga le parecía una buena persona, un poco altiva y sería pero nada grave, lo normal podría decirse.

En tanto recibían la clase a Alondra se le cayó una pluma que rodó hasta los pies de Ximena, la muchacha sin ningún problema, lo recogió y se lo pasó a la propietaria; Alondra la recibir la pluma la reparó de manera inquisitiva a Pardo, por lo que la chica se limitó a sonreírle ya que esta no pronunció palabra, Ximena retomó su postura para atender a lo que el profesor explicaba. Lo mismo hizo Alondra, al acabar la clase todos se iban del aula para pero la conciencia de no agradecer el gesto no dejaba tranquila a Barquero.

- Ximena –musitó al ver que la joven se retiraba.

- Sí, dime.

- Ehm… yo… pues… quería agradecerte por lo de la pluma para escribir.

- ¡Ah! No fue nada, descuida –le sonrió y se dispuso a salir.

Alondra observó que Louis esperaba a la chica en la salida, este le pasó un brazo por los hombros y se alejaron. Cuanto tiempo le durara ese romance a esos dos– pensó Barquero –parece buena chica, ojalá no le rompan el corazón– después se desplazó del lugar quería buscar a Zohe.




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