El Egocentrista

Enamorándonos

Zohe estaba en la cama, volteó a ver a su amiga que estaba profunda pero ella no podía conciliar el sueño, no dejaba de pensar en lo ocurrido, cerraba los ojos y lo único que se le reflejaba en la mente eran los ojos de Marck, desde el primer día esos ojos le llamaron la atención, eran tan azules y profundos que parecía como ver una pequeña porción de las aguas del Mar, que producen atracción ante aquel desconocido por sus profundidades sin explorar. Zohe se acurrucó en la cama apretando una almohada –no lo puedo creer que me está llamando la atención ese engreído, no puede ser que me esté enamorando de él– pensó la joven con cierta tristeza, no le agradaba nada la idea por el carácter del muchacho.

Ella sabía muy bien que eso podría traerle complicaciones, pero también había oído que el corazón no atiende a tales razones, empieza a latir por aquella persona sin importarle nada, y no se le podía decir que no, hasta que le hacían sufrir y tenía que ser mucho para que después de tantas heridas aun con dolor empiece a escuchar al cerebro. La muchacha abrazó más fuerte la almohada en tanto se doblegó a dormir con la imagen del chico posicionada en su mente.

 

Ximena estaba en la cama cepillándole la cabellera a Tamara, tenía el cabello largo y esos mechones amarillos entre el cabello negro se le miraban muy bien, tras cepillarlo Ximena empezó a trenzar el cabello.

- ¿Desde cuando eres amiga de Henri? –preguntó Pardo– claro si quieres contarme.

- La verdad que desde hace poco tiempo –respondió Tamara– él me atropelló.

¿Cómo así? ¿con un auto? ¿dónde?

- No… él como persona, me lanzó todos los libros que llevaba, me pareció un pibe pesado, pero bueno después me ayudó y pues descubrí que es buen chico.

- ¡Ah! Sí que tonta ¿verdad? Si te hubiese atropellado con un vehículo no estuvieras así –empezó a reír, le ató la trenza con una liga– tienes bonita cabellera.

- Gracias… se ve que ustedes son muy buenos amigos, ¿tú andas con lu…Louis no es así?

- Sí.

- Se ve que te quiere mucho, pero es bonito que hagan amistad así con las novias, se ve que ya eres parte de su grupo.

- Sí, son increíbles. Ellos son muy buenos… al inicio me daba cierto temor, pero Henri y Marck me demostraron que eran unos excelentes amigos se cuidan entre ellos.

- Si eso parece, aunque me pone a pensar con el otro muchacho se nota muy serio.

Ximena se soltó en risas todos tenía esa percepción del joven, pero después se acostumbraban.

- Todos piensan igual al inicio.

Las jóvenes se acostaron para ponerse más cómodas, Ximena tenía suma curiosidad por ella y lo que había entre su amigo.

- Disculpa la indiscreción y la curiosidad.

- Si dime.

- ¿Hay algo entre ustedes?

- Amistad.

- ¿Solo eso?

- Si –soltó seria Tamara– sí que eres curiosa.

- Pues sí, disculpa.

- No te preocupes, pero si, no me gusta mucho que me pregunten ese tipo de cosas. No es por ser grosera Ximena, pero apenas te conozco.

- Tienes razón, discúlpame.

- Si tranquila, descuida quizás nos volvamos grandes amigas y ahí si compartiremos, la verdad que en esta universidad no tengo muchos amigos.

- Ni yo, si no fuera por ellos.

 

Henri estaba de lo más sonriente en tanto Louis sentado en su cama le miraba aquella cara de felicidad, conversaban de lo más tranquilo, la noche era muy fresca eso les daba una buena sensación agradable.

- Estuvo muy agradable la salida de hoy –soltó Henri viendo a su amigo– parecían un trompo tú y Ximena… y ve que ella no parece.

- No tanto como tú y Tamara –dijo Louis riendo– y cuenta, ¿hay algo ahí?

- Pues no sé, ella me agrada, es una linda chica, pero no sé… es muy pronto.

- Si tienes razón, pero se ven bien juntos.

- ¿Tú crees? –preguntó en tanto Louis asentía– no te niego es muy bonita y me siento bien a su lado, pero mejor despacio, pero sé que no es igual a las otras.

Louis se quedó boquiabierto su amigo era el más mujeriego de los tres, solo les reparaba el físico pasaba un rato para luego ni te conozco, en eso él era el más desmandado, por lo que le decía que eso iba enserio, su amigo se iba aclimatando. Ya era momento de que Henri fuera poniendo los pies sobre la tierra.

- Me alegro mucho por ti amigo.

- Solo Marck ahí todo solo, me preocupa, él pareciera que solo libros y economía es su vida, es tan seca su vida igual a los libros que lee.

- Si, esos son los gusto de nuestro amigo.

- Ya vez que le dijimos que pasáramos los tres, ya que desde que iniciamos la universidad no pasamos mucho juntos como amigos solo los tres pero solo negó y se fue perdido en sus pensamientos.




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